Bidasoa activa amplía la formación en hostelería, un sector con muchas oportunidades laborales

Los Ayuntamientos de Irun y Hondarribia, a través de Bidasoa activa, han organizado dos cursos de especialización profesional dirigida al sector de Hostelería. Por un lado, se ha retomado un curso de servicios de restaurante y bar de nivel 1, iniciado el pasado mes de noviembre y que finaliza el 15 de febrero. Por otro lado, un curso de cocina de nivel 2, iniciado en octubre y que finaliza el 28 de mayo. Ambos cursos están subvencionados por Lanbide, Servicio Vasco de Empelo.

Los dos cursos se imparten en los talleres habilitados especialmente para su impartición, estas instalaciones están ubicadas en el Antiguo Hospital de Irun y en ambos cursos a quién finalice los mismos se le entregará un certificado profesional.

Miguel Ángel Páez, Presidente de Bidasoa activa, ha valorado positivamente los avances: “Trabajamos para que personas que buscan una salida profesional o quieran reorientar su vida laboral tengan el máximo de facilidades posibles, nuestra función es programar formación en materias vinculadas a las necesidades de las empresas nuestras ciudades. Estamos muy contentos de los resultados de promociones anteriores y esperamos poder repetirlos”.

Por su parte, Juan Mari Altuna, Vicepresidente de Bidasoa activa, ha añadido que: “El sector de la Hostelería tiene un peso importante tanto en Irun como en Hondarribia. Gracias a estos cursos esperamos que personas en búsqueda activa de empleo puedan tener oportunidades laborales”.

Servicios de Restaurante y Bar
El curso está dirigido, principalmente, a personas desempleadas. Hay que tener en cuenta que tiene una gran carga de horas y es difícil compaginarlo con un trabajo. En 2011 ya se realizó este curso y se ha retomado debido a la gran demanda del mercado con clientes que buscan un servicio muy profesional y, por otra parte, los propios profesionales del sector de la hostelería que requieren personal con mayores competencias.

Alumnas y alumnos del curso de Servicios de Restaurante y Bar, se forman para la preparación y servicio de comidas y bebidas en los diferentes establecimientos de hostelería. Al finalizar el curso los alumnos y alumnas serán reconocidos con certificados de profesionalidad de nivel I.

El ayudante de camarero tiene funciones específicas dependiendo del tipo de establecimiento donde trabaja (restaurante, bar, cafetería...) y de su vinculación al servicio de barra o de comedor. Ayudante de camarero, es el profesional que se ocupa del servicio de alimentos y bebidas en un establecimiento de restauración, atendiendo debidamente los pedidos de los clientes, velando por la calidad en todos los detalles del servicio y cumpliendo con las normas de seguridad e higiene propias de su trabajo.


Curso de cocina
Por otro lado, la preparación del curso de cocina abarca un amplio desarrollo profesional, ya que capacita a alumnas y alumnos para manipular, preparar, conservar y presentar toda clase de alimentos en función de la oferta gastronómica de un establecimiento. En la formación se hace hincapié en los referentes de calidad y rentabilidad económica establecidos, y se aplican de manera estricta las normas de seguridad e higiene exigibles en todo establecimiento alimentario.

Además, los alumnos y alumnas obtendrán un Certificado de profesionalidad de nivel II. Se trata del tercer curso de cocina que organiza Bidasoa activa en estos últimos tres años y el éxito ha sido rotundo: gran parte del alumnado ha encontrado trabajo y la respuesta de las empresas ha sido muy positiva, además, un alumno de la última promoción ha abierto  su propio negocio. En concreto, la inserción a los seis meses de finalizar ha sido del 84%. Por eso, existe gran demanda para acceder al curso de formación de cocineros. Para el curso de este año cerca de 60 personas han optado a las 15 plazas ofertadas.

Isabel Irigoyen, de 34 años de edad, se informó sobre el curso a través de Internet y decidió apuntarse: “No había trabajado nunca de cocinera pero como me gusta la cocina decidí apuntarme. La experiencia ha sido muy buena, se me ha hecho el curso muy corto y las prácticas me han gustado. De hecho, en el mismo sitio que hice las practicas me han llamado para trabajar”.

Por su parte, Jon Fredy Mena, de 43 años de edad, había trabajado en el sector de la construcción y decidió apuntarse porque estaba sin trabajo: “Ha sido un curso de 730 horas muy práctico. Estoy muy contento, hice prácticas, conseguí trabajo e incluso me surgió más de una oportunidad. Ahora he montado un bar con mi hermano, yo soy el responsable de la cocina”.

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