Con otra intensidad que el sábado pero igualmente intensa fue la jornada dominical de fiestas. Una plaza y una jornada tomada mayoritariamente por las hordas de peques, este es su día. Ya por la tarde los ritmos y bailes urbanos y jamaicanos así como los bertsos tomaron el relevo, finalizando con el teatro y el último concierto metalúrgico de estas fiestas.

La jornada empezaba muy temprana para unas mientras que para otras era la continuidad de la del sábado. Comenzaba con la inesperada participación de la Banda Municipal de Txistus y la incorporación de un nuevo miembro a la banda aportando toda su sabiduría al pandero.

Más entrada la mañana la plaza se fue llenando de carritos de niños dando lugar a un parking improvisado, va siendo hora de colocar OTA en la plaza para estos menesteres, aunque mejor no demos ideas. El agua fue la protagonista en una mañana soleada y calurosa. Se iban sucediendo durante toda la mañana los juegos, algunos organizados otros improvisados. Hacia el mediodía se celebró el concurso de tortilla de patata. Fueron nueve maravillosas tortillas las que tuvieron que juzgar el jurado de la Europa Tortilla Champions League que ayer se acercó hasta la plaza. Se oyeron gritos de "tongo, tongo" como ya es costumbre en un ambiente distendido y festivo. Al final Garazi se llevó el primer premio. Mientras la Banda Municipal de Irun acto organizado por la Asociación de Vecinos y Vecinas deleitaba a las personas que se habían refugiado en las sombras laterales que hay en la plaza.

Llegó la hora de la comida y un nutrido grupo se dirigió al Parque de la Sarjia para celebrar el popular pícnic, que en está ocasión es la segunda vez que se celebra. El aumento de participación ha sido elevado, por dos. Para quién quisiera había un "taller de siesta" o podía elegir una cuenta cuentos que deleitó a las presentes, mayores y pequeñas. Nuevo asalto a la plaza para los talleres de las más peques. Este año, y así lo hemos comprobado durante estos cuatro días de fiestas, la estrella ha sido, y valga la redundancia, la estrella multicolor pintada en la incomparable "pizarra" del suelo de la plaza. La tiza ha sido la protagonista para dejar rienda suelta a la creatividad de las más pequeñas del barrio. Pero también han podido disfrutar de un taller de pintura, en el papel y la cara y todo aquello que la imaginación permitiera. No podía faltar la chocolatada que disfrutamos algunas mayores como las propias peques. Este año con bollos Km.0.

Una actividad para toda la familia ha sido el magistral taller a cargo de Afrodelicious, de danzas urbanas, introduciéndonos en los ritmos africanos y caribeños, sobre todo jamaicanos. La verdad es que esta gente del barrio, tienen su estudio de danza junto a la Irungo Atsegiña, hizo las delicias de las y los más animados, pequeños y mayores.

Y de los ritmos jamaicanos a los bertsos de Igor Elortza, Unai Iturriaga, Arkaitz Oiartzabal “Xamoa” y Egoitz Zelaia organizado por IRUNABAR, Irungo Bertsoaren Bilgunea. Muy buen ambiente y mucha gente en la bertso-saio lo que demuestra que el bertso tiene cabida y tirón en nuestro barrio. El año que viene proponemos declarar a Xamoa y Egoitz "pareja y residentes en Mosku", el carné de moskutarrak ya lo tienen desgastado. Aupa zuek!

Sin pausa como todo en fiestas de Mosku, traslado hasta la calle Peña en Kabigorri para ver la obra de teatro "Profesor Vicente" y para acabar el trío Left Hook que prescindiendo de los sonidos guitarreros nos acercaron, por fin, sonidos metaleros para cerrar las fiestas por este año.

Hay que agradecer enormemente a todas las personas que han puesto su cuerpo y su tiempo para que estás fiestas sean lo que son y nos trasmitan lo que nos trasmiten. Unas fiestas así no las organizan los duendecillos, aunque nos pueda parecer que es así cuando bajamos a la plaza y allí está todo, txosna, concierto, actividades,... preparado para nuestro disfrute, pero todo es posible gracias a no muchas personas en la organización y preparación, a otras, bastantes, en los turnos de txosna y tantas otras cosas necesarias para que estas fiestas sean nuestras fiestas, las de nuestro barrio. Y que sigamos siendo igualmente muchas las que las disfrutemos, pues no tendría mucho sentido sino organizarlas.

Son unos días maravillosos de fiestas temporalmente autónomas donde se disfruta, se trabaja, se ríe, se come, se bebe, se pinta, etc.. colectivamente, de forma autogestionada, diferente. Tal vez en algún momento debamos, sin forzar nada, reflexionar porque no hacemos extensible ese cuidarnos y cuidar el barrio a todos los meses del año, siendo como es un barrio que habitamos, vivimos y queremos.

Nada, con esto y un bizcocho, con chocolate, hasta jaiak 2018. Nos vemos en la plaza.

Más fotos: https://www.flickr.com/photos/angulaberria/with/35900696803/