Irungo Harrera Sarea ha informado y denunciado los hechos ocurridos la noche del pasado jueves 13. Desgraciadamente estos hechos no son una excepción sino una constante, según la red de acogida.

Una de las funciones de la Red es la acogida que realiza todas las noches. El pasado jueves, como todos los días, un persona voluntaria recogió a nueve personas en Behobia y otra persona más de camino. En total siete hombres, dos mujeres y una niña de unos 10 años. Todo esto a la una y media de la madrugada.

Cuando se recoge a las personas migrantes lo primero que hacen las voluntarias de la red es acompañarles a Martindozenea. En un primer momento todas las personas recogidas entran dentro del albergue por lo que la persona voluntaria se vuelve a casa. Al rato recibe la llamada de una persona migrante de las que había dejado en Martindozenea momentos antes para pedirle por favor que regrese pues parece que hay algún problema.

Cuando llega esta voluntaria a Martindozenea le pregunta a la responsable del dispositivo y esta indica a la persona voluntaria que para dormir allí, las personas que carezcan del documento de la policía, deben firmar una documento de compromiso de acudir a la Policía Nacional al día siguiente acompañados de una persona de la organización. Desde la Red de Acogida aclaran que el Ayuntamiento en la última reunión que se tuvo con ellas dio por escrito a la Red los criterios para acceder a Martindozenea en el que se indicaba que "las personas usuarias tendrán que acreditar identificación. Si no disponen de documento alguno se realizará un contraste con la Policía Nacional, mientras se atenderá a al persona en el recurso".

La persona de la Red indica que en ningún momento se indica la firma de cualquier documento y que eso no era así hasta ahora y pregunta a ver quién había decidido que esto fuera a ser así. La respuesta de la responsable es qué no debe dar ninguna explicación y que si no firman se van todas las personas a la calle. La persona voluntaria replica enfáticamente si también piensa echar a las mujeres y a la niña, a lo que la responsable responde afirmativamente y que iba a llamar a la Ertzaintza. Ante tal amenaza la voluntaria llama ella misma a la Ertzaintza como medida disuasoria.

Entre tanto el contacto con otras personas del grupo Gautxori encargado de las acogidas nocturnas es constante. Mientras se produce esta comunicación salen de Martindozenea tres chicos por no firmar el papel. Al preguntarle por las demás personas indican que tienen papeles, sin especificar si se refieren a los de la policía o el que les obligaban a firmar.

Mientras se va a recoger a otra persona voluntaria informando a los chicos que esperen porque si no entran en Martindozenea hay otras opciones de alojamiento, a la vuelta a Martindozenea estos chicos se han ido. Las personas voluntarias imaginan que se han ido por miedo a un encuentro con la policía. Aunque las voluntarias les buscan ya no logran encontrarlos.

En esas llega la Ertzaintza que les indica que no pueden hacer otra cosa que escuchar. Además que de haber estado la menor con su hija tampoco podrían haber hecho nada. Suben los los agentes a hablar con al encargada del dispositivo que en ningún momento quiere hablar con las personas voluntarias.

En resumen, denuncia la red, una fría noche de lluvia y viento y tres chicos durmiendo en la calle con frío, hambre y miedo por la actitud y decisión de la encargada de ese turno ese día, cuando estos cumplían perfectamente las condiciones exigidas para la pernocta.

Desgraciadamente esta es una situación que las voluntarias y personas migrantes tienen que vivir casi diariamente dependiendo de la persona responsable esa noche. La noche de este sábado día 15 se han repetido los hechos con cinco mujeres una de las cuales estaba embarazada. Al final comprensiblemente ante la posibilidad de quedarse en la calle firman un documento que no está establecido como requisito o al menos no es así en lo que a la Red se la ha comunicado por escrito por parte del Ayuntamiento.

A pesar de todo lo que si tienen claro desde la Red de acogida es que las voluntarias de Harrera Sarea van a continuar realizando la acogida y denunciando estas injustas decisiones sobre personas en situación de grave vulnerabilidad.