Luis Artola.- Han leído bien. No me he vuelto loco de repente. Todos los partidos sin excepción se presentan a las elecciones para ganarlas y en consecuencia poder gobernar. Mediante pactos o en solitario, eso ya depende del número de votos, y de esta manera poder aplicar sus programas para mejorar el municipio de turno. Hasta aquí todo normal.

Pues bien, el PNV de Irun, con Xabier Iridoy a la cabeza, ha decidido estrenar un nuevo camino electoral, un nuevo método,  que sin duda traerá cola y disgustará a sus votantes iruneses. Y que además supondrá la muerte política de la formación jeltzale en la villa de Irun. Presentarse para obtener la alcaldía y cuando puede lograrla regalársela al PSEO de Santano.

Y ustedes se preguntarán, ¿Como se consigue esa jugada maestra digna del mejor estratega político? Muy fácil. Verán. Cojan bolígrafo y papel y apunten. No tiene desperdicio la cosa.

Después de los resultados en las últimas elecciones municipales del 24 de mayo, por primera vez, los partidos, en teoría, afines a un cambio en el ayuntamiento eran mayoría en número de concejales. PNV 5, PODEMOS 5, y EH BILDU 3. 13 concejales frente a los 12 de PSOE y PP, 10 y 2 respectivamente. Milagrosas matemáticas. Es decir, la mayoría social en Irun apostó por un cambio y así lo expresó en las urnas. Repito, nunca antes había existido esta posibilidad de cambio. Lo cual agrava más si cabe la decisión del PNV. Siendo factible aritméticamente ese cambio tan ansiado por la ciudadanía, PODEMOS y EH BILDU le ofrecen al PNV la posibilidad de gobernar apoyando su investidura y así acabar con 32 años de gobierno socialista, que dicho sea de paso, está llevando la villa al abismo mas hondo y oscuro que uno se pueda imaginar. El PNV rechaza el ofrecimiento. Aún hoy sus votantes nos estamos frotando los ojos en el batzoki. No es para menos.

Vayamos por partes. Por un lado puedes gobernar en Irun después de tantos años y lo rechazas, alegando ese gran pacto con el PSOE a nivel autonómico. Vamos, que los votos obtenidos a la alcaldía de Irun no valen un pimiento. O dicho de otro modo, en Irun votar PSOE o PNV es lo mismo al parecer. Bueno no, matizo. Votar al PNV en Irun es votarle al PSOE. Está bien saberlo. En definitiva, El PNV de Irun ha pasado a mejor vida. Descanse en paz. Pregunten a Egibar por las causas de la defunción.

Por otra parte, siguiendo con su gran estrategia, Xabier Iridoy no presentó su candidatura el día de la investidura. Insólito. Entonces, ¿Para qué se presentó a las elecciones? ¿Para no ser elegido? Podrían haber hecho una candidatura conjunta con el PSOE y santas pascuas, el votante sabría a que atenerse. Parece que ese gran pacto global ha restado autonomía al PNV de Irun y las decisiones municipales ya no se toman en la calle Mayor sino en Sabin Etxea. Política a distancia. Del ciudadano, claro está.

El PNV de Irun y Xabier Iridoy tienen que dar muchas explicaciones a los votantes en lo concerniente a esta traición. Conmigo que ni lo intenten. Se pueden ahorrar el esfuerzo. Explíquenselo a quien les quiera oír. Les adelanto que tienen mucho trabajo pues son cientos los votantes cabreados con este asunto. Aunque lo hayan intentado ocultar y no dar ni una sola aclaración de su actuación al final todo se sabe.  Nuestro voto a la basura, ¡qué vergüenza!

El PSOE se perpetúa cuatro años mas en el gobierno municipal. Felicidades a Santano. Y a Xabier Iridoy por la parte que le toca. Que es mucha.