EH Bildu.- Hoy hemos conocido un nuevo capítulo de un libro que se llama caso Bidegi. Un nuevo capítulo que, como el resto del libro, no nos gusta nada. Según los nuevos datos ofrecidos por la Diputación Foral de Gipuzkoa, durante la pasada legislatura se produjo una presunta malversación de fondos por un importe de 17,1 millones de euros de dinero público en la construcción del tramo Eskortiatza-Arlaban de la AP-1.
La nueva querella presentada por la Diputación se suma a otra que ya está siendo investigada por el Juzgado de Azpeitia, por otra presunta malversación de fondos públicos por un importe de 13,6 millones de euros y falsificación de documentos. En total, hablamos de presuntas irregularidades que ya sobrepasan los 30 millones de euros.
Capítulo a capítulo, día a día, vamos conociendo nuevos datos sobre hechos que cada vez tiene más pinta de ser algo completamente organizado. Si se confirmasen los indicios penales, Gipuzkoa se encontraría ante un escándalo político digno de las grandes ligas de la corrupción. No obstante, los responsables políticos de Bidegi de aquella época, Markel Olano y Eneko Goia, callan. Mientras el juzgado de Azpeitia investiga estos hechos, que ya cuentan con tres imputados, Olano y Goia permanecen en silencio, como si no pasase nada, como si la cosa no fuese con ellos.
Gipuzkoa se encuentra ante una anomalía democrática. Dos candidatos de Gipuzkoa, uno candidato a alcalde de Donostia y otro a Diputado General, están en el eje de un huracán. No obstante, se niegan a dar la cara, se esconden.
Desde EH Bildu hemos realizado llamamientos públicos para salgan a dar algún tipo de explicación y la respuesta de los jeltzales ha sido o bien silencio o bien inaceptablñes acusaciones de electoralismo y de matonismo político. Lo que está encima d ella mesa no es una cuestión electoral, no es matonismo político, ni una investigación fruto de la Stasi como ha dicho hoy un dirigente jeltzale. Hablamos de una cuestión ética de la práctica política.
¿Por qué se esconden Eneko Goia y Markel Olano? ¿De qué tienen miedo? Desde luego, la actitud de estos dos candidatos del PNV es absolutamente opaca y una clara burla hacia la sociedad guipuzcoana, a la que como antiguos representantes institucionales y ahora candidatos deben un ejercicio de sinceridad.
Desde EH Bildu tenemos claro que si tanto Goia como Olano continúan con esta actitud de negar cualquier tipo de explicación sobre el caso Bidegi, están inhabilitados para ostentar ningún cargo público en Gipuzkoa y menos representar a ninguna institución. No son aptos ni para la concurrencia electoral, ni para la gestión institucional. Markel Olano y Eneko Goia deben salir a dar las explicaciones pertinentes o deberían, por puro compromiso ético con la ciudadanía, retirarse de la vida pública.
Es más, si el PNV está a la altura, debería coger la sartén por el mango y exigir a sus candidatos que den las explicaciones públicas pertinentes. De no ser así, debería retirarlos.
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