Imanol Saiz. bidasoa.hitza.eus.- Vive con su hija de 12 años en un piso compartido. En la plaza San Juan está pidiendo un alquiler justo para poder superar el cáncer. "No quiero nada gratis".

Lleva 23 días acampada en la plaza de San Juan [entrevista el martes]. Están siendo unos días duros, ¿no?

Sí, así es, están siendo difíciles. Sin embargo, están pasando rápido, tengo mucha gente apoyando y eso ayuda mucho. Estoy un poco loca, porque no tengo la oportunidad de hacer cosas cotidianas. Sí, aquí no hemos conseguido nada, pero si nos vamos de aquí conseguiremos aún menos. Y eso es lo que quieren los del Ayuntamiento, que nos vayamos de aquí.

¿Qué le impulsó a acampar en la calle?

Cuando me di cuenta de mi enfermedad, empecé a buscar piso, el conflicto viene desde hace mucho tiempo. Con mi sueldo vi que sería imposible pagar un alquiler, entonces me puse en contacto con el ayuntamiento para hablar directamente con el alcalde. No quería hablar con los servicios sociales, sé lo que hay allí. Después de dos meses de llamadas se pusieron en contacto conmigo desde los servicios sociales y yo insistí que quería hablar con el alcalde. Durante dos meses he estado llamando a la secretaria del alcalde. Antes de la comparecencia del 15 de abril hablé con Sergio Corchón (delegado del departamento de Bienestar) y no me daban ninguna solución, le dije que iba a ir a la calle. Anteriormente ya le había comunicado lo mismo, y lo que él dijo fue 'es tu decisión'. Como es mi decisión, he salido a la calle.

¿Cómo es tu situación actual?

Vivo en una habitación de cinco metros cuadrados junto a mi hija, duermo en una cama compartida con ella. Siempre he compartido piso, pero cuando empecé con la quimioterapia la situación empezó a ser diferente. Puedo pasar una semana sudando la medicina, esto es incómodo para mi hija y también para otra persona. Entonces decidí comprar otra cama, de esas que se abren como un libro, pero no me entran en la habitación. Mi hija tiene que dormir en el sofá. Necesito intimidad mientras tenga la enfermedad. Ahora estoy bien, pero he tenido unos días muy malos. Necesito espacio para que mi hija no me vea mal y que mi madre pueda venir a cuidarme. Ayer, por ejemplo, mi hija tuvo que hacer la cena, a los 12 años. El hecho de tener a mi madre al lado lo facilitaría todo. Además, en una vivienda compartida no podría hacer una vida normal. Por eso digo que todavía no sé exactamente qué hacer. Ahora necesito tranquilidad, eso tengo claro.

A pesar de que todos los días os acampéis en la calle de 12:00 a 20:00, no has dejado de buscar piso, ¿no?

Hoy en día estoy buscando un piso de alquiler, continuamente. He pagado la mitad del alquiler del piso que estamos viviendo este mes para poder salir de allí cuanto antes. Sin embargo, lo veo muy difícil y ahora mismo no sé qué hacer. Seguramente tendré que seguir este mes, pero no puedo alargarlo demasiado. El amigo que comparte piso conmigo está incómodo, y mi hija y yo también. Puedo dejar el piso en alguno de estos días. Ahora mismo, físicamente, me siento bien. Ayer me dieron la quimio, pero como estoy bien no lo estoy llevando mal. Tengo días que me enfado, pero ver a tantas personas a mi lado me ayuda mucho. Espero estar así de bien en toda la enfermedad. Estoy con ganas de luchar, es lo más importante.

Si dejo piso no tengo a dónde ir. Antes le digo a Corchón que venga a los soportales del Ayuntamiento si es necesario, con todos los muebles, y luego que me echen de allí.

Tomó la palabra en el Pleno del pasado 26 de abril. ¿Con qué sensaciones salió de ella?

Me salí muy mal del Ayuntamiento. Luego he escuchado algunos comentarios negativos por parte de algunos, que mucha gente habla sin saber. La gente no sabe cuánto debo luchar en los últimos meses, que todo no ha sido tan bonito. Mi caso no es una excepción. Son derechos para todos los demás. Todas las soluciones que me han dado han sido gracias a la presión desde el principio.

¿Cuál es la solución que te han ofrecido desde el ayuntamiento?

En un principio me ofrecieron ayuda para alquilar un piso, para pagar los gastos iniciales. Pero la cuestión es que yo no puedo entrar en ese piso, porque piden una nómina mínima de 1.400 euros, y yo no la tengo. La ayuda no sirve para nada. Luego me ofrecieron una ayuda mensual para pagar 250 euros y gastos, pero si no tengo piso no me la dan. La otra solución es poner un educadora para buscar piso, pero yo sé buscar por mi parte. Cuando dije que mi madre era necesaria para cuidar, me ofrecieron una ayudante. El problema es que si me pongo mal a las 04:00 de la mañana, sólo mi madre podría atenderme, los acompañantes no van a pasar 24 horas conmigo. Esta solución tampoco sirve para nada. Además, me han propuesto entrar en una vivienda social de emergencia con una duración máxima de seis meses. También sería compartido. En estos pisos, los asistentes sociales hacen visitas sin avisar, cuando quieran y no podría tener visitas de nadie más, estaría en una cárcel. Me han ofrecido una casa de tres habitaciones, pero una de esas habitaciones la ocuparía otra persona. Parece que no entienden mi situación. Que las alternativas que me ofrecen no son realmente alternativas.

Por tanto, ¿no han sido suficientes?

No, en mi caso. En estas viviendas de emergencia se están acumulando personas. Si no estuviera enferma, entraría en la habitación de al lado otra madre o padre, y en la otra lo mismo. Eso no es normal, nadie puede vivir así, no es justo. Que el alcalde y compañía vivan ahí.

¿Qué es exactamente lo que se está pidiendo con la acampada?

Primero me gustaría destacar que no quiero nada gratis. Mi deseo es encontrar una vivienda de alquiler, pero se me está haciendo muy difícil. Quiero un alquiler digno, de 600-650 euros, si no, no puedo pagar. Cuando saco en el Ayuntamiento, por ejemplo, el tema de las viviendas de Oinaurre, me dicen que lo lleva Etxebide. He ido allí, y por no cumplir los requisitos, me quedo igual. Las instituciones pueden presionar, eso está claro, pero la cuestión es que no quieren. No sé si el ayuntamiento, o Etxebide. Me veo sin protección. ¿Para qué está el ayuntamiento? Y el Sr. Santano, ¿se ha puesto solo para ganar un sueldo y para hacer parques bonitos? Si son conscientes del tema, diría que son personas malas. A ellos les gustaría retirar lo que montamos en la plaza de San Juan.

Frente al Ayuntamiento, te encontrarás con los miembros del gobierno municipal, ¿no?

Sí, y no me saludan. El 15 de abril Corchón salió casi tocando el pórtico de la izquierda del Ayuntamiento para no encontrarse con nosotras. Pasan por aquí y no miran, cruzan la plaza como si no existiera. Un día vienen a hablar conmigo, y la próxima vez no hacen nada, ni mirar.

¿Has percibido el apoyo por parte de la ciudadanía?

Me estoy sintiendo protegida. Le hice el mismo comentario al alcalde un día y se rió. La verdad es que en el grupo de Facebook de Irun me está dando apoyo mucha gente, no esperaba esta respuesta. Aquí, la gente de Irun, no me conoce, y están ayudando muchos, está siendo impresionante.

¿Y por parte de los grupos políticos?

El PSE-EE sigue igual. EH Bildu introdujo la moción en el Ayuntamiento, y Podemos y PNV apoyaron, pero estos últimos no se mojaron demasiado. En especial los que me han ayudado son Jokin Melida de EH Bildu y David Soto, de Podemos.

¿Hasta cuándo tienes intención de seguir en la calle?

Tengo que estar muy mal aquí, en la calle, para no seguir. Continuaré hasta que sea necesario en la plaza de San Juan, me veo aquí el mes de agosto también. No obstante, no creo que vaya a haber ninguna reacción por parte del ayuntamiento, no lo harán más. Hasta conseguir una vivienda de alquiler digna, me quedaré aquí.

¿Cree que la presión realizada ha merecido la pena?

Espero que sí, que sirva para algo, pero lo veo muy difícil. Hay mucha gente en mi misma situación. ¿Quién cobra 1.400 euros? Es muy difícil. Además, las viviendas de alquiler están muy caras, tienen que hacer algo, esto no puede seguir así. Es necesario que la gente salga a la calle a defender sus derechos y no conformarse con la situación. Estamos acostumbrándonos a retroceder en vez de avanzar. La situación se resolvería si llenáramos la plaza cada día, entonces harían algo. La verdad es que me da más vergüenza estar en una habitación que defender mis derechos en la calle.

¿Cuál crees que son las decisiones que las instituciones deberían de tomar para que estos casos no se repitan?

Los alquileres sociales, sin duda. Stop Desahucios lleva muchos años de campaña pidiéndolos y no les han hecho caso. A ver si de una vez por todas, los ayuntamientos se comprometen a comprar viviendas vacías para ofrecerlos para alquileres dignos. Espero que el día 26 de mayo Santano vuelva a su casa, ha pasado muchos años como alcalde. Y entra, de una vez por todas, al puesto del alcalde alguien que tenga intención de ayudar a la ciudadanía. Tras las elecciones, según el resultado, quizás se pueda hacer una cacerolada en el ayuntamiento.