Valoración de la Legislatura de Abotsanitz

Momento de la presentación de la valoración de AbotsanizAbotsanitz.- Para Abotsanitz ha sido la primera legislatura en el Ayuntamiento de Hondarribia y reconocemos que han sido cuatro años cargados de vivencias agridulces.

Queremos reivindicar el trabajo realizado por nuestro grupo municipal: veinticinco mociones presentadas, más de ciento veinte peticiones escritas y más de cuarenta aportaciones para mejorar los presupuestos, en una labor continua de control y acicate de la actividad del equipo de gobierno, lo cual ha supuesto para nosotros un caudal de experiencia y superación.

Igual de reseñables son todas las aportaciones que hemos recibido por parte de la ciudadanía. A ella nos debemos y nuestra labor ha sido responder a las cuestiones que se nos han presentado y proponer soluciones a los problemas municipales.

Trabajo enorme el realizado aunque desgraciadamente no hemos podido desarrollar la mayoría de nuestros proyectos. A veces porque, tras ser aprobados, no han sido puestos en marcha, otras veces por el rechazo de la mayoría absoluta de la corporación, y otras porque no han sido ni siquiera tomados en cuenta. Como excepción, un proyecto - la Mesa de la Movilidad- cuyo desarrollo contemplamos con optimismo.

Queremos señalar algunas situaciones internas del Ayuntamiento de Hondarribia que nos preocupan mucho, como por ejemplo:

La delicada situación de los trabajadores municipales. Durante la legislatura, doce funcionarios han terminado su recorrido laboral y solo han entrado dos nuevos.

Algunos contratos de servicios municipales que siguen aplicándose a pesar de haberse extinguido hace muchos años, lo cual supone una situación claramente irregular.

Las posibles irregularidades que rodean al funcionamiento de Hondarribia Lantzen y Arma Plaza Fundazioa.

La falta de transparencia que se refleja en la impotencia de la ciudadanía a la hora de obtener respuestas claras a sus demandas.

En cuanto a la labor del Equipo de Gobierno Municipal, creemos que la posesión de la mayoría absoluta, de la cual se ha servido el PNV, no facilita nada el desarrollo del pueblo, y supone un lastre que debemos denunciar.

El alcalde Txomin Sagarzazu, a pesar sus palabras bonitas, ha demostrado –igual que cuando era concejal- una notable incapacidad para afrontar los desafíos actuales. Siguen sobre la mesa gran cantidad de problemas, como la normativa de edificios del equipamiento cultural.

Por último, señalar que estamos anonadados ante la autocomplacencia de estos gobernantes. Cuando dicen que han cumplido el 80% de su Plan de Legislatura nos dejan perplejos porque ni del citado plan ni del plan de inversiones se puede deducir nada parecido. La realidad es que no se ha cumplido parte importante de lo prometido y, como consecuencia, el Ayuntamiento sufre un preocupante estado de letargo.

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