La Pandemia complica la situación en el centro de retención de Hendaia

Cimade elkartearen prentsaurrekoa, Hendaian. BERRIA

En el año 2019 pasaron por el centro de retención de Hendaia 355 personas migrantes. Pandemia endurece la situación a los migrantes presentes.

berria.eus. Oihana Teyseyre Koskarat.- Aunque la asociación Cimade aporta datos anuales sobre la migración, los datos de 2019 presentan la particularidad de que desde el 1 de enero de 2019 el Gobierno francés decidió ampliar el plazo de retención de 45 a 90 días.

Maite Etxeberri, trabajadora de la Asociación Cimade, trabaja en el centro de retención de Hendaia, dando consejos jurídicos a los sin papeles. «El plazo de estancia en el centro de retención es, en principio, el de preparación del viaje de expulsión. Antes era de 45 días y ahora de 90. En 2019 se han producido más detenciones pero no más expulsiones. Han ampliado el plazo, pero es evidente que es gratis, porque no lo consiguen expulsar». Una vez superado el plazo de 90 días, la Administración francesa tiene la obligación de liberar a la persona, pero si la Policía francesa vuelve a detenerla, puede reincorporarse al centro de retención.

Aunque todavía no se han dado datos del año 2020, ha sido un año difícil para Cimade. En Pandemia se cerró el Centro de Retención de Hendaia, no se han suspendido algunos procedimientos y se han realizado varias sesiones judiciales de forma telemática. «Esto genera un problema que cuestiona la separación de poderes porque es posible confundir Policía y Justicia», ha denunciado Julie Aufore, trabajadora de Cime. De hecho, las videoconferencias se realizaban desde el centro de detención, en la estructura que gestiona la Policía.

El centro se reabrió en junio, pero para menos personas. De hecho, el centro cuenta con 24 plazas que se limitaron a doce en verano. Desde la semana pasada, sin embargo, podrán acoger a dieciséis personas. Maite Etxeberri: «Es un problema sanitario. Hay doce habitaciones para hombres, por lo que algunos tienen que dormir por parejas. Las seis plazas para mujeres son utilizadas por hombres recién llegados antes de la revisión médica».

Por otro lado, la pandemia ha puesto en duda los procedimientos de expulsión, ya que algunos países han cerrado fronteras. Ayer, el tribunal de Baiona impuso dos meses de cárcel y tres años de prohibición de estar en Francia a un hombre de Costa de Marfil. Etxeberri: «La condición para volver a Costa de Marfil es realizar el test de PCR. El hombre se negó para evitar la expulsión. Pero el Procurador dictó sentencia y al renunciar al PCR le ha impuesto dos meses de cárcel. Además, tendrá prohibida la entrada a Francia durante tres años».

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