El grupo ecologista afirma que la Diputación ha hecho "oídos sordos" a la decisión del Pleno del Ayuntamiento de Irun, reduciendo la velocidad a 50 km/h en lugar de a 30 km/h.

Según el colectivo ecologista Eguzki, la Diputación de Gipuzkoa ha hecho oídos sordos a la petición realizada el pasado mes de diciembre por el Pleno del Ayuntamiento de Irun para reducir la velocidad a 30 km/h en la calle Juan Thalamas Labandibar. El Pleno municipal adoptó esta decisión por unanimidad, después de que la asociación de vecinos y vecinas Artiako Lagunak presentara una moción. Eguzki ha hecho estas declaraciones en su calidad de miembro del Bidasoaldeko Lagunak.

La Diputación ha puesto el límite de velocidad a 50 km/h en esta calle, y las ecologistas aseguran que no sólo ha menospreciado la decisión del pleno, sino que ha hecho oídos sordos a algunos agentes sociales. En este sentido, el grupo ecologista ha citado lo recogido en la Agenda 2030, lo establecido en los Objetivos de Desarrollo Sostenible y las recomendaciones de la Organización de Naciones Unidas.

También ha informado de la situación de Juan Thalamas Labandibar y ha explicado que cada día pasan 25.000 vehículos, algunos pesados y con cargas peligrosas, y que ha habido accidentes, dejando incluso personas muertas.

Considera que la Diputación debe hacer esfuerzos para crear un clima de colaboración y entendimiento entre las administraciones, máxime cuando, en este caso, el consenso político y social es unánime.

Asimismo, considera lamentable que la Diputación actúe unilateralmente y le pide que cambie de actitud cuanto antes, que apueste decididamente por una movilidad segura y sostenible y que reduzca la contaminación atmosférica y acústica mediante la instalación de señales de 30 km/h.

Fuente: bidasoa.hitza.eus