Moskenea, el último ejemplo de caseríos en vías de extinción en Hondarribia
Abotsanitz.- Abotsanitz ha presentado denuncia ante el Ayuntamiento de Hondarribia tras el derribo de un caserío ocurrido en las últimas semanas. En esta ocasión se ha producido el derribo del caserío Moskenea.
El Alcalde de Hondarribia autorizó en el año 2022 la reconstrucción del caserío Moskenea, sito en el 26 de Zimizarga Auzoa. La autorización se otorgaba dentro de una serie de condiciones, respetando, entre otras, las medidas de protección de caseríos en ámbito rural contenidas en el artículo 30 de la Ley 2/2006, de Suelo, así como lo previsto en el artículo 9 del Decreto 105/2008, de desarrollo de la Ley.
¿Por qué la ley protege los caseríos? Se consideró oportuno proteger los caseríos situados en el medio rural por ser símbolos de la identidad vasca. Refleja una determinada identidad, valores y forma de ser: simboliza la unidad como modelo básico de explotación agraria basado en la unidad familiar; define la identidad de las personas que la habitan a lo largo de las generaciones, transforma el nombre del caserío en apellido o denominación familiar y a menudo da a través de su nombre la definición geográfica del lugar o la referencia a una profesión, convirtiéndola en fuente de información del pasado. Al fin y al cabo, los caseríos se han caracterizado por el alojamiento y el medio de vida de nuestros antepasados.
En Hondarribia también son muchos los caseríos que datan de la Edad Media. Algunos de ellos son del siglo XIV y XIII y otros del XII, es decir, antes de que Hondarribia recibiera la Carta Puebla en 1203. Sin duda, forman parte de nuestra identidad de pueblo; un elemento importante del patrimonio popular.
A partir del siglo XX, en cambio, se produjo un declive de los caseríos y de la forma de vida del caserío en toda Euskal Herria. En Hondarribia, especialmente, desde el inicio de la urbanización de los terrenos rústicos. Así podemos decir que son varios los caseríos perdidos y otros muchos que se perderán por no respetar su nivel de protección o por especulación: Ipiztiku, Jamotenea, Marikiñenea, Patximoskenea, Erdikorrota, Politenea, etc.
El último ejemplo es el caserío Moskenea. Al menos desde el siglo XVII, ya que no hay una determinación de la fecha de su construcción, era parte del paisaje de nuestra ciudad. Estaba formada por estructura de madera con cubierta a dos aguas y muros de piedra. Constaba de dos plantas y un balcón corrido en el frente de la segunda planta.
Si en el inicio de los trabajos se derribó el tejado y el muro delantero, en pocos días se ha derribado todo el edificio. ¿Es posible que quieran construir otro edificio en forma de chalet donde habitaba un caserío?
Abotsanitz considera esta actuación fuera de norma. Vulnera la Ley del Suelo del País Vasco la construcción de un nuevo edificio en el ámbito de un caserío derribado en suelo rural. Viendo que los trabajos continúan y que el Ayuntamiento de Hondarribia no ha iniciado ningún trámite para reconducir la situación, nos vemos en la necesidad de interponer una denuncia. El objetivo es proteger los caseríos que tenemos patrimonio de Hondarribia de la especulación del terreno.
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