Las asociaciones Kepa Ordoki y Nicolas Gerendiain solicitarán una prórroga moratoria de un año ante el proyecto de derribo. Asimismo, se planteará la apertura de un proceso participativo para hacer del espacio un centro de memoria histórica.

El viernes se ha celebrado el último pleno de esta legislatura y Kepa Ordoki Memoria Histórica en el Bidasoa y Nicolas Gerendiain, Asociación de Repúblicas Aficionados de Irun, han presentado una moción de dos puntos.

En primer lugar, solicitan que ante el “riesgo de derribo” del ámbito de concentración durante el franquismo, Pequeña Velocidad, se conceda una “moratoria de un año” para que se mantenga el ámbito de concentración.

Dicha solicitud ha sido presentada al Ayuntamiento de Irun y a ADIF. Se trata de la construcción de un puente en el punto donde se ubica el pabellón dentro del proyecto Vía Irun, pero el terreno donde se ubica el pabellón pertenece a ADIF.

En el segundo punto se argumenta que ese margen de no tocar el pabellón un año será “útil” para que el Ayuntamiento ponga en marcha un proceso participativo en el que “se plantee que el espacio se convierta en un espacio de memoria histórica, un museo o un centro, y se definan sus características”. En la moción también se recoge la propuesta de participación.

Irun afirma tener “una memoria amplia” y por ello reivindican la implantación del pabellón como centro de la memoria histórica de la ciudad dentro del proyecto Vía Irun. “Cientos de represaliados, miles de detenidos, victimarios a analizar o tanta influencia ejerció la Comandancia Militar del Bidasoa”.

También han confirmado la importancia de la Pequeña Velocidad en el Franquismo. De hecho, Pequeña Velocidad fue el primer espacio involuntario de los que regresaron del exilio al final de la Guerra Civil y según los documentos recibidos por Kepa Ordoki, aproximadamente, han pasado al menos 4.000 personas entre 1939, 1940 y 1941.

La petición de Kepa Ordoki de mantener el marco de concentración al amparo de la Ley de Memoria Democrática del Estado español, realizada en octubre, está pendiente de respuesta. Por otro lado, adelantan que en Euskadi se aprobará en junio la Ley de Memoria Democrática, y que están esperando dicha Ley.

Desde que tomó la palabra Kepa Ordoki en el pleno de octubre, lamentan que “en todo momento se ha hecho necesario estar detrás de los partidos políticos”, piden que se pase de “palabras a hechos”. Es decir, se solicita el compromiso de no derribar el pabellón y convertirlo en un centro de memoria.

Ambos grupos consideran necesario interpelar a la ciudadanía para iniciar el proceso de convertir la memoria en un espacio y así lo han hecho en la comparecencia de hoy. “El futuro del centro será un trabajo colaborativo y hacemos un llamamiento a la ciudadanía a participar en ello. No es una cuestión de pasado sino de futuro”.

Publicado originalmente en euskera en bidasoa.hitza.eus