Han sido cinco días repletos de música, actividades, reencuentros, emotividad. Cinco días que serán muy difíciles de eliminar de nuestra memoria. Intensos, muy intensos, tanto que a algunes se nos han hecho largos, no por su duración de cinco días sino porque nos ha faltado “fondo” para tanta intensidad de propuestas. No podemos olvidar a las personas que desinteresadamente han puesto su tiempo y cuerpo para que estas maravillosas fiestas sean cada año una realidad. Ni a las personas que ya no están con nosotras.
Cuando el mismísimo ayuntamiento sacó la campaña publicitaria “Vive un verano histórico” parece que algo se olía, o temía. Algunos, algunas y algunes si intuíamos que estas fiestas no iban a ser como las anteriores. Nada más ver el cartel lo teníamos claro. Sobre todo los, las y les viejunes lo teníamos claro, 40 años, al contrario que el bolero, sí son muchos.
Es verdad que si hablamos de la historia del propio barrio un año más se celebró el paseo “histórico” con Mertxe y ya son muchos los años y las personas que lo han hecho al cabo de estos años pero también son muchas las que repiten y se unen a los, les y las nuevas año tras año. Es un barrio con mucha historia, eso seguro. Como seguro que le falta mucha por escribirse en el futuro.
Históricamente diversas. Con cada año más si cabe. Así lo demuestra los pregones de los últimos años con las reivindicaciones del colectivo LGTBI y mucho más, muy pero que muy presentes. Algo que engrandece y enorgullece a estas fiestas. Así como la diversidad de actividades, y si falta alguna, solo hay que proponerla, asumirla y realizarla, así es la autogestión y así se la hemos contado.
Diversidad en los conciertos, en las actividades, desde teatro, deporte como la Milla o el campeonato de pala, la ya “tradicional” dantza de Kemen, los bertsos; este año con cuatro mujeres bertsolaris; los torneos de dardos y futbolín, sin olvidar el mus, la comida popular del sábado, el concurso de tortilla de patata, el mercado artesanal y de segunda mano, los juegos para les peques o la “sardinada y brochetada”. Hay fiestas para todos, todas y todes. Un ejemplo se pudo comprobar el viernes cuando mientras la calle peña botaba al ritmo de las canciones de Kortatu el frontón “txiki” acogía las finales del campeonato de pala.
40 años son
Era más que evidente que el viernes sería un día de muchas emociones y reencuentro. De siempre las Jaiak de Mosku han sido un momento en el espacio-tiempo para reencontrarse con personas que no veías el resto de año pero este año los reencuentros se han incrementado más que el precio del aceite de oliva en el Mercadona.
Y así fue. Algo, bastante, después de las seis comenzó el homenaje a los cuarenta años de Kortatu. Una marabunta de personas curtidas en mil batallas de “pogo talegero” hacía imposible acercarse para hacer una foto a los homenajeados. Eso y las escasas fuerzas de este humilde cronista hace que en la galería de fotos falte alguna que otra foto más allá de la calle Peña a rebosar.
Pasados los minutos, convertidos en horas, comenzó en la plaza el concierto. Abierto por ZETKIN de forma extraordinaria poniendo a tono a los, las y les que allí se acercaron. Con poco tiempo de espera, el hecho de compartir el equipo agilizó mucho los cambios, salieron Vomito. Dicen que con el tiempo y la edad todo se va ralentizando. No en el caso de Vomito. En estos años parecen haberse “supervitaminizado”. Después de traer a nuestras cabezas y corear los viejos éxitos de Vomito, creyéndonos que los años no pasan factura, subieron al escenario Anti-Régimen para concluir una tarde-noche mágica. Un gran final de un grupo que parece mantener la “esencia punk" en un pequeño bote de cristal que en esta gira de aniversario destapan y dejan salir para volverla a meter en el bote hasta el siguiente concierto.
No estamos todas, faltan...
Hace cuarenta años la escena musical moskutarra la componían bastantes grupos, pero un cuarteto destacaba. Kortatu, Vomito, Anti-Régimen y Baldin Bada. Así pudimos ver a Santi de Baldin Bada al bajo junto a Vomito en una canción y a Katu y Mattin a la voz y guitarra y bajo respectivamente junto a Anti-Régimen en otra.
Pero no, no estabamos todes. La vida no deja de ser cruel y se lleva a nuestros amigos, amigas y amiges. Así durante toda la tarde-noche estuvieron muy presentes los, las y les que nos habían dejado. Iñigo, Karlos y tantos otros, otras y otres que estuvieron muy presentes en las dedicatorias de los grupos como en la mente y corazón de las, los y les que allí estábamos. Como ya hemos dicho fue una velada con las emociones a flor de piel y que se tardará en olvidar.
No son los duendes
Cuando te encuentras con unas fiestas así parece que se han organizado por arte de magia, unos, unas y unes duendes han estado ahí organizándolo todo. Pues no, detrás hay un nutrido grupo de personas que por amor, no a la magia, pero si al arte han puesto su cuerpo y tiempo durante meses para que podamos disfrutar de cinco días plenos de fiestas. Igual esto es más que evidente pero nunca está demás recordarlo y mostrar nuestro reconocimiento a estas personas que lo hacen posible.
Para terminar comentar el gesto que la asamblea de fiesta tuvo con Carmen y Luis del Depor por sus cuarenta años al píe del cañón con la colocación de una pancarta de agradecimiento. Han sido testigos del paso del tiempo de lo sucedido en la Plaza todos estos años, y como declaraba Carmen a este “gazetilla” “lo que ha pasado, pasa y pasará en el Depor, se queda en el Depor”.
No queda más por decir que nos vemos el año que viene en nuestra plaza roja.
Carmen ejerciendo la portavocía del colectivo de Hosteleros y Hosteleras
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SEXTYSEXERS dándolo todo en Jaiak de Mosku del 2007. Una muestra de lo que son estas, nuestras fiestas.
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Actuación de The Big Band Theory en Jaiak del 2013. Todo no es punk.
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Es Mosku tu lugar, Auskalo! (Zuzenean, 1987)
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Mierda de ciudad de Kortatu en 1986 en Mosku.
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