La trampa de la Participación Ciudadana

Vídeo testimonios Alovera - Graffiti interrogantesEn estos últimos meses hay una palabra que parece estar en boca de todos y todas. Esta palabra es la participación.

La escuchamos bien en referencia a los referéndum y consultas o bien a las próximas elecciones municipales, pero sobre todo en referencia a los procesos participativos de los presupuestos tanto municipales como de la diputación. Se habla incluso de la participación ciudadana como eje de las modernas democracias. Sin embargo, ¿qué es la participación política y social? ¿qué sabemos de ella? ¿estamos preparadas para ejercerla?

Literalmente el concepto «participación» hace referencia «a tomar o tener parte en algo». Tomar o tener parte en algo es «una acción que implica dos realidades diferenciadas, donde una parte se mueve para obtener, usar o disfrutar una parcela que ocupa la otra, que le es ajena». Por tanto cabe preguntarse si estas dos «realidades diferenciadas» parten de una situación de igualdad, es decir, si se puede decir que se ejerce una participación en igualdad o en igualdad de condiciones.

Participación condicionada

Por nuestra parte no se produce la premisa de la igualdad. Entendemos que detrás de muchos de los conceptos utilizados al hablar de estos temas se esconden algunas trampas. Comencemos por ver que trampas esconde una  palabra como «ciudadana» y/o «ciudadanía». Podría parecer que con ella estamos poniendo «en situación de igualdad a las personas que convivimos en un mismo espacio y/o territorio». Sin embargo, nos encontramos con claras diferencias, así los y las ciudadanas «pueden ser solventes o desheredadas, integradas o marginadas, explotadoras o explotadas,[...]». De forma que se esconde la realidad social en la que convivimos. Por tanto nos encontramos con unas pocas personas que cuentan con pleno derecho de participación (solventes, integradas, explotadoras..) y una masa social (marginadas, explotadas, desheredadas..) que apenas cuentan con éste u otros derechos sociales y que las «administraciones», los «gobiernos» y las «modernas democracias» no garantizan para nada. Entonces la participación adquiere caracteres diferenciales según quiénes la ejercen, en función de qué objetivos, con qué grado de autonomía y con qué poder o margen de maniobra para conseguir lo que pretenden. Bajo estas diferencias, ¿podemos hablar de participación en igualdad?

señor: "él opina..." niño pensando: "¿qué opinaré?"La participación parece entonces estar condicionada y estructurada. Está condicionada por la estructura económica, en este caso el capitalismo global o transnacional. Así podemos ver como las grandes empresas tradicionales, centros financieros o los propios organismos internacionales (FMI, BM, etc..) situados en unos pocos Estados tienen un amplio poder para tomar decisiones políticas y económicas que nos afectan a toda la humanidad. En lo global pero también en lo local. Está condicionada por la «institucionalización de la política» donde los partidos políticos ocupan casi todo el espacio de participación. Partidos con una fuerte estructura jerárquica, un funcionamiento rígido y una fuerte disciplina que los ha convertido en organizaciones que han logrado acaparar tanto el poder como la influencia política apoyándose en un modelo de democracia representativa circunscribiendo la participación política a una votación cada equis años. También la participación está condicionada por unas ideologías o pautas culturales que condicionan nuestra forma de ver la vida y de enfrentarnos a los acontecimientos, donde el discurso dominante es la modernización neoliberal. Donde se cierra la posibilidad de una discusión abierta sobre otros posibles «modelos de sociedad» que pongan en cuestión el actual modelo de centralización de poder, de estratificación social jerarquizada y patriarcal, las pautas de consumo que están destruyendo los recursos naturales del planeta, entre otras cuestiones. Un discurso que ha calado en frases como "es así y no se puede hacer de otra forma", "es lo normal", "siempre ha sido así" y similares.  

Tipos de participación

Comentábamos que participación hace referencia «a tomar o tener parte en algo» y que ésta es «una acción que implica dos realidades diferenciadas, donde una parte se mueve para obtener, usar o disfrutar una parcela que ocupa la otra, que le es ajena». Así con el tiempo se ha ido imponiendo una concepción bipolar donde se asignan dos responsabilidades diferenciadas, la competencia de organizar, diseñar y dirigir la participación de los "otros" (políticos, profesionales grandes ONG's...) y la de participar por parte de los y las ciudadanas. De este modo podemos distinguir dos tipos de participación: participación «por invitación» y «por irrupción». Esta diferenciación resulta de gran utilidad a la hora de analizar la forma de participación ciudadana, sindical y política.

biblioteca de herramientas (se evitan así duplicidades y gastos innecesarios)Se entiendo por participación "por invitación" cuando, por ejemplo, la administración ("los otros") toma la iniciativa e invita a "sus" ciudadanos y ciudadanas a participar y la participación "por irrupción" donde las personas o grupos sociales luchan o presionan en defensa de sus propios intereses. Este último modelo parece en los últimos tiempos haber caído en desgracia obviándose en beneficio del primero, en el cual se ha personalizado la participación con mayúsculas y del que como decíamos al comienzo parece estar en boca de todo el mundo. Sin embargo, no debemos quedarnos en estos tipos de participación y debemos ir más allá. Así podemos decir que la «alternativa», más allá del concepto «participación», es la autogestión, donde la participación en el sentido antes expresado carece de sentido ya que son las propias personas quienes deciden y actúan por sí mismas. No cabe sorpresa si declaramos que es la autogestión por la que nos decantamos.

Bajo esta "participación ciudadana" condicionada no es posible entender que bajo ella se produzca una transformación social más aun si entendemos que constituye una herramienta importante del llamado "pensamiento único" y que por tanto se caracteriza por la desigual distribución de la riqueza y del poder en la sociedad que se concentra en muy pocas manos y la nueva ideología hegemónica/dominante de la modernización.

Artículo basado en el texto: «Participación ciudadana y emancipación social» de Carlos Pereda (Colectivo Ioé) www.colectivoioe.org URL: http://www.colectivoioe.org/index.php/publicaciones_articulos/show/id/97 bajo licencia Creative Commons ver http://creativecommons.org/licenses/by–nc–nd/2.0

Etiquetas: 


Angulaberria.info no se hace responsable de las opiniones que no estén firmadas por el colectivo editorial de la propia angulaberria. Nuestro deseo es fomentar todo tipo de debate enriquecedor.