Obras y ritos Santánicos

fotoEstamos de enhorabuena. Las irunesas ya disponemos de una reluciente y amplia biblioteca o, para emplear el ambicioso término que nuestros políticos prefieren, centro cultural. Quienes tenemos ya unas cuantas primaveras a nuestras espaldas recordamos, como si fuera ayer, un buen número de maquetas que se expusieron en la antigua sede de Ikust-Alaia anunciando el inmediato comienzo de las obras para la construcción del nuevo edificio en esa parcela que, sin embargo, año tras año, se aplazaban sin remedio con algún pretexto poco creíble.

A cada ciclo electoral le correspondía una nueva maqueta y, claro está, un nuevo anuncio fallido. De hecho, todavía en el 2010, Santano afirmaba, en un artículo de El Diario Vasco firmado por el cuñado del señor Paéz, que el espacio que hoy ocupa el nuevo centro en la plaza San Juan sería “una parte de la futura biblioteca de la ciudad, que tendrá otros de sus usos, como una gran sala de estudio, en la parte alta del edificio del teatro-auditorio” (¿dónde está ese teatro-auditorio?, se preguntará aún alguna despistada) y que su fecha de inauguración se situaría “en los albores del año 2012”. Sea como fuere, se ve que los plazos no son el fuerte de Santano, cuando habíamos perdido ya toda esperanza, nuestro querido JAS ha logrado inaugurar al fin el nuevo espacio. Como es natural, la sección local del diario más leído de la ciudad no escatimaba en reportajes, entrevistas e imágenes. Buceando en ese material periodístico de alta calidad, una se encuentra con elementos llamativos que me dispongo a desgranar a continuación.

El ritual se repite con una idéntica letanía a cada ocasión. Las autoridades se engalanan, convocan a la prensa y profieren huecos discursos que no buscan sino la auto-promoción, el regodeo, el mirad-qué-guapa-soy y lo mucho que hago por todas vosotras. Y la apertura de la nueva biblioteca no se salió del guión habitual. No obstante, tenemos la dicha de vivir en una ciudad algo singular que, para colmo, se encuentra gobernada por un alcalde muy poco normal. Así, al tratarse de la inauguración de una biblioteca o de un centro cultural, cabría esperar que además de convocar a los concejales de turno y a los técnicos que trabajan para la institución, el alcalde anunciara también la participación en esos actos festivos de algunos de los agentes culturales más destacados del municipio: novelistas, historiadores, ensayistas, poetas, cantantes, pintores, músicos…al fin y al cabo, lo que se abre al público no es otra cosa que un centro que aspira a acoger y a propagar “cultura”. Eso sería, como digo, lo esperable y lo razonable. Pero JAS tiene otros planes y otras prioridades. En su lugar, detrás de las autoridades y los técnicos, la fotografía que ilustraba la noticia en la prensa local mostraba a los dueños de algunos de los bares que se encuentran en los aledaños de la nueva biblioteca. En efecto, el consistorio no tuvo una idea mejor que organizar un “pintxopote” especial junto a esos locales de alterne para celebrar que, después de tantos lustros de espera ansiosa, la nueva biblioteca abría sus puertas a los habitantes de la ciudad. Como si lo viera, más de alguna se estará preguntando: bueno, ¿y qué tiene eso de malo? Ese es justamente el problema. A fuerza de hacernos tragar casi diariamente sus chapuzas y felonías una corre el riesgo de acostumbrarse y de aceptar como normal algo que es propiamente extraordinario. Prueben a contarle esta anécdota a alguien que no viva en esta ciudad y escruten con atención su reacción. Estoy convencida de que oscilará entre la hilaridad y la incredulidad.

Según dicen, una imagen vale más que mil palabras. Por lo menos, en este caso, queda claro que la estampa no es baladí y que, de hecho, funciona como una suerte de signo precursor, como emblema paradigmático que condensa una manera particular de entender la gestión de la vida pública. Una vez más habrá alguna que piense que exagero, que ya ando de nuevo sacando punta a todo lo que ese desvivido político hace por todas nosotras. Para desmentir esa impresión, basta leer con cierto detenimiento algunas de las frases que, en mitad de la fiesta y dejándose llevar por el oropel de la ocasión, pronunció nuestro admirado JAS. Créanme, una tuvo que leer varias veces las frases entrecomilladas por el junta-letras de El Diario Vasco para cerciorarse de que era cierto lo que leía. Entre otras perlas, el señor Santano afirmó lo siguiente a propósito de la nueva biblioteca: “…es otra manera de hacer la ciudad, creando espacios que no tenían uso porque no existían. En San Juan teníamos una plaza arriba y, abajo, toneladas de tierra”. Espeluznante. La primera frase es rezuma estulticia: ahora, a algo tan común como construir un edificio o crear una nueva infraestructura se le llama “otra manera de hacer ciudad” y hasta se habla de hacer cosas que no existían (claro, si existieran ya no tendría sentido volver a hacerlas… ¿o acaso tienen previsto construir una nueva biblioteca sobre la nueva biblioteca?). La segunda parte de la cita es inexacta y falsa. Arriba teníamos una plaza, sí, pero el alcalde se equivoca cuando sostiene que antes de inaugurar la biblioteca abajo sólo había toneladas de tierra. Abajo, si una no recuerda mal, había ya un parking subterráneo. Y la cuestión del asunto radica precisamente en el orden de los acontecimientos: primero el aparcamiento, con gestión privada, y, luego, la biblioteca. Siguiendo a la línea sus propias palabras, Santano se me antoja, pues, un trasunto local de Lucifer o Mefistófeles que aspira a gobernar haciéndose dueño del inframundo, de aquello que está bajo tierra. Sus intereses residen en ese ámbito oscuro, impenetrable y aparentemente inútil que, gracias a su ingenio, es capaz de recuperar. Esa debe ser la razón por la cual se ha dedicado con tanto ahínco a horadar el subsuelo de nuestra ciudad, fascinado seguramente por la idea de crear allí donde sólo había tierra, generando de la nada cientos de plazas de aparcamiento privatizados. Y tampoco extraña que, en tanto que señor del inframundo y para consolidar su dominio al resto de la creación, haya decidido convertir la calle, la plaza pública, en un espacio de aparcamiento de pago gestionado por una empresa privada (OTA).

Ya lo ven. Bajo la superficie de esas imágenes y frases desafortunadas se esconde en realidad un tesoro: el alcalde revela en ellas un proceder que le es propio pero que no siempre resulta visible. Para Santano la gestión municipal, la acción de los gobernantes, el propósito del ordenamiento de la vida pública persigue ante todo la dinamización de las iniciativas privadas. Lo público queda así subordinado a los intereses privados. A la luz de lo expuesto arriba, la fiesta de inauguración de la biblioteca no sería más que un pretexto para el verdadero objetivo: beneficiar a ciertos comerciantes de la zona alentando el consumo. Del mismo modo, se prioriza la construcción de aparcamientos subterráneos privados y la extensión de la zona azul no ya para solventar los problemas de los ciudadanos sino, ante todo, para enriquecer a las empresas que gestionan esos espacios. Lo mismo sucede con el denominado “centro cívico” que pronto inaugurarán en nuestra ciudad (puede que con un nuevo “pintxopote”): el espacio que, al menos en principio, iba a albergar servicios municipales y asociaciones de la ciudad se ha convertido en un pretexto para instalar en él un aparcamiento privado, un supermercado privado y las aulas de una universidad igualmente privada. A cambio, y en aras de preservar los intereses de esas empresas privadas, los iruneses seguirán pagando con sus impuestos no sólo parte del coste de ese edificio sino, aún más grave, el alquiler de los espacios que no podrán ser trasladados a ese centro cívico por estar ya ocupado con esos usos privados. Con ello, contraviene la definición misma de "centro cívico" pues, esos espacios socio-culturales excluyen los usos y servicios privados. Pero no debe extrañarnos semejante atropello y tan lamentable perversión semántica: al fin y al cabo, conviene no olvidarlo, nuestro alcalde milita en un partido que se proclama “obrero” y “socialista” pero no ha sabido gobernar en coalición más que con opciones políticas integradas en la derecha más rancia y descarnada (PP y PNV), interesada sobre todo en multiplicar los privilegios de las empresas privadas en detrimento de las prioridades públicas.

Etiquetas: 

 

Angulaberria.info no se hace responsable de las opiniones que no estén firmadas por el colectivo editorial de la propia angulaberria. Nuestro deseo es fomentar todo tipo de debate enriquecedor.

Comentarios

La gama y la variedad de conceptos vanguardistas y plenos de modernidad de JAS no tiene límite. Así tenemos el Campus Comenrcial, el Centro Comercial Cívico, el Campus Asociativo Comercial, el Parking Asociativo, El Parking Cultural y así hasta el infinitum y más pero lo que es Centro municipal y público solo en los impuestos como bien indica este artículo.