Las jornadas que tendrán lugar el sábado 21 de setiembre, a partir de las 16.30 en el centro Palmera Montero de Irun, buscan poner fin a un proyecto desarrollado por la red de Economía Social Transformadora Olatukoop durante el curso 2018-2019. El camino emprendido nace de la convicción de que el cooperativismo puede ser una herramienta de empoderamiento económico y político de las clases populares en general y de los sectores más excluidos dentro de ella.
El cuidado de las personas mayores, niños/as o simplemente de las que lo desean y necesitan es un trabajo fundamental. Un trabajo que aporta muchísimo a la ociedad y mejora la calidad de vida de muchísima gente. Aún así, es un trabajo que no se valora como se debería; ni económicamente, ni tiene el reconocimiento que debería.
En el sector del trabajo doméstico no existe poca asociación entre trabajadoras y por tanto, cada una tiene que enfrentarse a la inseguridad del empleo por su cuenta. El no conocer los derechos y el estar sola frente a quién emplea hace que no podamos exigir todo lo que nos corresponde. Esta situación es todavía más complicada para quienes vienen de otros países, ya que además tienen que conocer una ley de extranjería que no las favorece y es muy compleja.
Con el fin de conocer la situación que viven las mujeres migrantes que dedican sus esfuerzos en el ámbito de los cuidados hace un año la cooperativa de desarrollo local Hiritik At, la asociación en favor de la igualdad Parean y Talaios unimos esfuerzos para realizar este viaje, gracias a la subvención de la Diputación de Gipuzkoa. Durante estos meses nos hemos entrevistado con numerosos agentes que conocen de primera mano esta realidad, como SOS Racismo, Adiskidetuak, Sorburu o el proyecto Miriam de Cáritas.
Más allá de la interlocución con agentes conocedores de esta problemática, hemos realizado talleres con las propias protagonistas trabajando la situación que viven y estudiando las diferentes vías de asociación, de ayuda mutua y comunitaria que existen para mejorar la situación de trabajo de estas mujeres.
Asimismo, durante estos meses hemos realizado talleres con agentes vinculados a la tercera edad y con diferentes personas que podrían jugar el papel de consumidoras ante una futura cooperativa de cuidados para conocer sus necesidades, intereses y posible implicación ante este proyecto.
A partir de toda esta información, desde el movimiento cooperativo OlatuKoop hemos realizado un estudio sobre las mujeres inmigrantes que trabajan en el ámbito de los cuidados domésticos.
El estudio se adentra en un ámbito complejo marcado por la crisis de los cuidados, una injusta ley de extranjería, la oscuridad del mercado informal o las experiencias laborales de super-explotación. En definitiva, todo un sedimento histórico que articula colonialismo, patriarcado y capitalismo y que se concreta en el aquí y el ahora de múltiples hogares de nuestro país. Situaciones que en ocasiones podemos definir como dramática en términos particulares, y sin duda preocupante en términos de justicia social en Euskal Herria.
¿Y frente a todo esto, el cooperativismo tiene herramientas que ofrecer? Esta es la pregunta que este estudio trata de responder. Como toda pregunta deberá ser resuelta en la práctica por los agentes en cuestión, y en especial por las mujeres migrantes. Este estudio pretende ser, sin embargo, una aportación no injerencista en ese camino de mejorar las condiciones económicas y políticas desde el punto de vista del cooperativismo, y una forma de tender la mano a la alianza.
Todo este proceso tendrá un punto de llegada en las jornadas “¿Cooperamos para cuidarnos? Género, cuidado y migración”. Más allá de presentar nuestro trabajo, las jornadas, a las que están invitados todos los agentes con los que hemos trabajado, contaremos con invitados como Mundu Bat, Cuidem Lluçanes o la Plataforma Popular para la atención a personas de Beterri Buruntza.
Desde la Organización No Gubernamental de Cooperación al Desarrollo MunduBat nos presentarán la situación estructural a la que se enfrentan estas mujeres (marco legal, laboral, etc.) y pondrán en valor los procesos de asociacionismo en clave de defensa de sus derechos y visibilización de su realidad, como la dinámica «Ni chachas, ni domesticadas. ¡Somos trabajadoras!».
Cuidem Lluçanes desde Barcelona nos mostrará una respuesta cooperativa, con gran arraigo territorial y comarcal. Una experiencia interesante de una forma concreta de utilizar la cooperativa como herramienta para organizarnos frente a la crisis de los cuidados.
Por último, la plataforma popular para la atención a personas (Beterri Buruntza udalak) nos mostrará una respuesta en clave territorial y de alianza de diferentes agentes en la construcción de cadenas de cuidados soberanas y dignas. Proceso en el que la cooperativa de trabajo asociado de mujeres cuidadoras migrantes tiene un peso específico así como el de los/as usuarios/as y que se ha puesto en marcha bajo liderazgo público.
Las jornadas tiene como objetivo discutir puntos de vista sobre la situación de las mujeres inmigrantes que trabajan en el ámbito de los cuidados domésticos y generar alianzas y complicidades frente a esta compleja realidad. Por tanto, tras conocer estas experiencias habrá tiempo para el debate.
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