Txingidiko Elkarte Feminista.- La explotación sexual y la trata de mujeres y niñas son una grave vulneración de los derechos humanos y una de las formas más desgarradoras de violencia de género, de la que son víctimas las mujeres por el mero hecho de serlo.

El derecho a la vida, el derecho a la libertad y la seguridad, el derecho a no ser sometida a esclavitud, servidumbre, trabajo forzoso o trabajo en condiciones de servidumbre por deudas, el derecho a no ser sometida a torturas y/o tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, el derecho a no sufrir violencia de género …y así podría seguir citando 17 derechos más que son conculcados por este delito.

La explotación sexual y la trata son delitos que cohabitan muy cerca de cada una de nosotras, en nuestras calles y plazas, en nuestros edificios y aceras.

Hoy, 23 de septiembre, tenemos dos opciones para enfrentarnos a estos delitos: la sensibilización de la ciudadanía, en especial la de los hombres que continúan sirviéndose de estas mujeres explotadas y salir a la calle a gritar que nosotras sí os vemos, que sí existís y que todavía hay esclavas sexuales en nuestro país dado que esto es una realidad palpable y evidente.

Debemos salir a la calle a gritar y a recordar que las leyes deben cambiar, que la corrupción y cerrar los ojos, ya no son una opción.

Los grandes factores de riesgo de las víctimas son siempre la pobreza, la desigualdad, la corrupción, la falta de acceso a la educación, el patriarcado y todo esto sí está en nuestras manos cambiarlo

Denunciamos la tremenda pasividad e indiferencia de las instituciones públicas para combatir estos delitos.

El Ayuntamiento de Irun, tiene competencias para supervisar y controlar muchos de los lugares en los que de manera pública y evidente se realizan actividades ligadas a la trata y la explotación sexual de las mujeres en nuestro municipio.

La Ertzaintza y el Gobierno Vasco, tienen competencias sobre el orden público para evitar que se produzcan estos delitos

El Gobierno español y el Parlamento, deben promover los cambios legales necesarios para perseguir con más eficacia a las mafias organizadas que se lucran con la explotación de las mujeres.

Los órganos de Justicia, jueces y fiscales, deben priorizar la persecución de los individuos, empresas y organizaciones que se lucran con la explotación de las mujeres.

Denunciamos también la falta de reconocimiento de las víctimas de trata y de explotación sexual y la necesidad de que se implementen medidas de protección y nuevos protocolos de reconocimiento, en los que se debe dar voz a las asociaciones de las supervivientes que hacen una gran labor y a las que nos sumamos y apoyamos.

Exigimos que los derechos humanos sean respetados y que ninguna mujer se vea ni reprimida,ni sometida solo por el hecho de haber nacido mujer.

Por todo esto vamos a luchar y no cerraremos los ojos por más incómoda que sea la realidad

NO A LA TRATA, NO A LA ESCLAVITUD SEXUAL