argia.eus. Estitxu Eizagirre.- El 22 de septiembre se ha emitido en la sección Zinemira del Festival de Cine de San Sebastián la película Bi arnas. El director y guionista de la película, Jon Mikel Fernández, el productor Kima Arzuaga y los protagonistas Mari Nieves Díaz, Nekane Txapartegi y Paco Etxeberria han estado presentes en el acto, recordando que Iratxe Sorzabal está en la cárcel de Estremera.

En un coloquio previo y posterior proyección de la película los y las autoras han explicado los tres retos artísticos a los que se han enfrentado a la hora de realizar este trabajo, las respuestas recibidas en las puertas tocadas... y a esta pregunta cada cual ha respondido: ¿por qué siendo el tema la tortura, la película no ha suscitado debate ni revuelo?

Jon Mikel Fernández, director y guionista de Bi Arnas, explicó que la peculiaridad de esta película cuyo tema es la tortura es que sea contada desde la mirada de madre e hija. Dice que tuvieron "un triple reto": "Por un lado, la película que traería a la superficie la herida de Iratxe y Mari Nieves, que hasta entonces no habían hablado de la tortura. El primer reto, pues, era hacerlo con mimo y cuidándolas". Fernández dijo a continuación que el segundo reto fue "cinematográfico", es decir, cómo hacer el relato en las reglas de juego de la pantalla, y que tomó el mar como compañero de viaje para el relato, ya que el mar lleva consigo el sentido de libertad, pero también el de la asfixia y el aliento. Y el tercer reto, en palabras de Fernández: "No queríamos hacer un panfleto, aunque estoy a favor de los panfletos. Queríamos denunciar la tortura de otra manera, explicando que es una herida que hoy está presente, que no es cosa del pasado, ya que hoy seguimos sufriendo sus consecuencias".

Realizado con aportaciones ciudadanas

Kima Arzuaga habló de forma sencilla y clara antes de ver la película: "Somos nuevos en este mundo. Lo hemos hecho sin ninguna subvención pública, pero por centenares de personas han puesto el dinero y eso nos ha ayudado. Gracias a quienes se han dedicado al ámbito técnico y gracias a los y las protagonistas que han puesto su saber, su corazón y su experiencia. Un abrazo a Iratxe que no puede estar aquí".

Y tras ver la película, el público le hizo la primera pregunta a él, a ver qué puertas habían llamado buscando recursos y qué respuestas habían recibido. Arzuaga dijo que presentaron el proyecto a una subvención de la Diputación Foral de Gipuzkoa pero que no recibió ninguna ayuda y pidieron a ETB que no tuviera que pagar por el uso de imágenes de su archivo. "Nos contestó que no comparten nuestro proyecto". En las próximas semanas se negociará si la televisión pública emitirá esta película, y en qué condiciones. Arzuaga tiró de humor mirando a Fernández: "Cuando tocaba la puerta no teníamos nombre en el mundo del cine. Esto te ha hecho más popular, quizá para una próxima vez...".

Sorzabal: a través de formas inesperadas, tomando la palabra en el filme

Fernández explicó que cuando empezaron a hacer la película no tenían forma de que Sorzabal participara. Pero cuando ya estaban en la última fase, con un teatro participativo en la cárcel, Sorzabal les envió un texto en el que explicaba sus vivencias y su lectura grabada (que aparece al final de la película). Cuando oyó esto, Mari Nieves decidió escribir una carta, y esta carta es la que abre la película.

Además, cuando se enteró de que la película estaba siendo realizada, Asier Arizeta se puso en contacto con los autores y les pasó el vídeo de la entrevista que él mismo hizo a Sorzabal hace tiempo. Así que Sorzabal habla en el filme mirando al público a los ojos.

En el estreno de la película Sorzabal también buscó la forma de conectar con la ciudadanía: el mismo día y a la misma hora en que se emitió en Irun la presa vio por primera vez la película en la pantalla de la prisión.

¿Por qué no ha surgido ningún debate?

Todos y todas tomaron la palabra para destacar que «la tortura es todo un sistema». "Quien practica la tortura es un eslabón, de todo un sistema que va desde la policía hasta el juez. Por lo tanto, la decisión de terminarla hay que tomarla a nivel político", dijo Fernández. En respuesta al público, dijo que en los medios apenas tiene espacio el tema de la tortura. Y dejó en el aire esta pregunta para la reflexión: "¿por qué Bi arnas no ha generado debate? Me vienen a la cabeza dos hipótesis. Una, porque la realidad de la tortura ya no se puede encubrir o es incuestionable. Y el segundo, la indiferencia. Eso sería más grave".

Paco Etxeberria tomó la palabra al término de la tertulia: "Entre tus dos hipótesis, me quedo con ser incuestionable. Una encuesta realizada entre jóvenes de 20 años dice que el 80% respondió que sí, que se ha torturado 'y mucho'. Cuando se emitió la película La pelota vasca se armó un gran revuelo, se mencionaba el tema de la tortura y hubo quien pidió no mostrarlo. Como decís, la tortura no es un tema del pasado, sino un problema del presente: el 7% de los y las que han sido torturadas tienen secuelas y necesitan ser atendidas. A la vista del número de personas torturadas, esto significa que son cientas las personas que, estando actualmente en la calle, necesitan una ayuda específica acompañada del respeto de la sociedad y eso hay que garantizarlo".

"La sociedad también forma parte del aparato de la tortura"

Las palabras de Nekane Txapartegi cerraron la tertulia, que dio su punto de vista sobre los temas hasta entonces comentados:

"Estás a favor o en contra de la tortura, no hay término medio. Quien no contesta, ya sabemos dónde está.

Las personas torturadas somos muertas vivientes. Nos destrozaron, luego cada una tiene sus recursos para completarlo, pero además de atender necesitamos un reconocimiento político para que no volvamos a ser destruidas".

"La tortura es sistemática y forma parte de ella la policía, en la película se ve que también lo son los médicos y los jueces que miran al otro lado... pero también forma parte de ese aparato la sociedad porque durante muchos años una gente no ha querido verla y los casos de tortura se han querido tomar como raros. Oponerse a la tortura es un deber de toda la sociedad: nosotros paramos las peticiones de extradición con la presión en la calle porque al Gobierno suizo se le hizo difícil convertirse en cómplice de un Estado que tortura. De hecho, los medios locales pasaron de declararme 'terrorista' a 'torturada'".

"Yo he tomado la denuncia como terapia colectiva. Durante esos cinco días los torturadores decidieron sobre mi vida, ahora no quiero dejarles que decidan. Siempre que tenga oportunidad seguiré tomando el micro, como hoy aquí, porque seguiré haciendo una denuncia colectiva porque no todas han tenido esa oportunidad. Pero yo no quiero contar la tortura a los y las que me creen, porque quiero ahorrar dolor a los y las que me quieren. Yo quiero hablar en voz alta, a los y las que intentan ocultar la tortura y a los y las que la legitiman".

Para terminar, recordó a "todas las madres": "Nuestra madre ha muerto hace un mes. Me ha visto libre, pero no ha conocido el reconocimiento político de la tortura. Quiero que sus hijos e hijas sean vistas en libertad y que conozcan que fueron torturadas políticamente reconocidas, para Iratxe y Mari Nieves, y para todas las presas y madres autoinculpadas bajo tortura".

Publicado originalmente en euskera en argia.eus