Un autobús salió el lunes de Irun a Bruselas para denunciar las muertes en las fronteras y reivindicar los derechos de las personas migrantes.
Promovido por las asociaciones Mugak Zabalduz Ongi Etorri Errefuxiatuak, Caravana Abriendo Fronteras y Salvamento Marítimo Humanitario Aita Mari Proiektua, han organizado una marcha en autobús para denunciar las muertes en las fronteras de Irun a Bruselas y reivindicar los derechos de las personas migrantes. Este autobús salió a la capital comunitaria con 60 personas y se han presentado en la plaza San Juan los pormenores del viaje Arantxa Odriozola, de la asociación Caravana Abriendo Fronteras; Oihana Galardi, de la Irungo Harrera; y Aintzane Lasarte, de la Asociación de Inmigrantes de Iparralde. Aunque la marcha comenzará desde Irun, habrá paradas en Poitiers, París, Calais y Lieja, y se ha confirmado que habrá acciones e intercambios con colectivos locales.
El sábado 1 de octubre, a las 15:00 horas, ante el Parlamento Europeo, se tramitará una denuncia avalada por 150 organizaciones. ¡No a los asesinatos! Previamente, este jueves, una delegación se reunirá con un grupo de europarlamentarios para trasladarles sus reivindicaciones.
Tal y como explica Arantxa Odriozola, desde 1993 han muerto 50.000 personas en tránsito. Caravana Abriendo Fronteras, miembro de la asociación, ha explicado que las fronteras europeas están provocando la muerte como consecuencia de las políticas migratorias de la Unión Europea y de los gobiernos europeos. Odriozola ha denunciado que la inseguridad legal, los acuerdos de expulsión de fronteras y su progresiva militarización están provocando víctimas, como la muerte a tiros de la joven saharaui en la playa de Tarfaya por parte de la policía marroquí o las 37 personas que murieron asfixiadas en la valla de Melilla.
Odriozola ha destacado que la indefensión institucional y la falta de un marco que tenga en cuenta la dimensión supranacional vulneran la dignidad humana, los derechos póstumos de los fallecidos y los derechos fundamentales de las familias a conocer la verdad. Al mismo tiempo, ha denunciado que las personas que consiguen cruzar las fronteras llevan años viviendo y trabajando sin papeles ni derechos, y ha explicado que la situación de irregularidad supone la exclusión de servicios públicos como la explotación laboral, la invisibilidad ante las instituciones, la desprotección legal y la educación o la sanidad.
Para finalizar, Caravana Abriendo Fronteras ha querido hacer un reconocimiento a las personas migrantes y a Irungo Harrera Sarea por el trabajo en profundidad que están realizando. Oihana Galardi, en nombre de Irungo Harrera Sarea, agradece a los y las activistas de Caravana Abriendo Fronteras el inicio de la marcha. Galardi también ha agradecido “el hecho de trasladar nuestra voz a Bruselas y todo lo que ocurre aquí y en todas las fronteras”.
Vuelven a extremar los controles fronterizos coincidiendo con el otoño, mientras se moderó el número de migrantes en verano
Del 1 de junio al 1 de septiembre Irungo Harrera Sarea atendió a 982 personas en Irun. Y mientras que en 2021 se recibieron 5.000 personas migrantes, este año (1 de septiembre) los datos arrojan cifras cercanas a las 3.100, por razones aún no identificadas.
La semana pasada, la desaparición de los controles fronterizos causó asombro a toda la población transfronteriza. Sin razón aparente, la policía francesa dejó de hacer controles 24 horas en el peaje de la autopista de Biriatou y en los puentes de Santiago y de Behobia. Y cuando estábamos preguntando si el compromiso de EH Bildu de trabajar en el senado de Madrid por el alivio de los controles tenía que ver con el compromiso del Gobierno español, esta semana, coincidiendo con el comienzo del otoño, han vuelto a agudizar drásticamente los controles en la frontera. Esto vuelve a bloquear la ruta de las personas migrantes. Por el contrario, Josune Mendigutxia, miembro de Irungo Harrera Sarea, afirma que “Han llegado menos personas en los últimos tiempos y en pequeñas cantidades suelen adaptarse más fácilmente para seguir el camino”.
De hecho, el número de personas migrantes que han llegado a la comarca con el objetivo de cruzar el Bidasoa y continuar su camino hacia Europa se ha reducido considerablemente desde la primavera. En las estaciones en las que las condiciones meteorológicas son favorables, el fenómeno migratorio se ha resentido en los últimos años. Pero este verano ha sido diferente. No todas las personas migrantes que llegan a la comarca recurren a voluntarias de Irungo Harrera Sarea. Pero según el termómetro que marca la zona de acogida de la plaza de San Juan, “se ha reducido la mitad respecto al verano pasado”. En concreto, del 1 de junio al 1 de septiembre se recibieron 982 personas. Y el año sigue en la misma línea. Mientras que en el año 2021 el número de personas atendidas fue superior a 5.000, este año (1 de septiembre) se cifra en torno a 3.100 el número de personas atendidas por Irungo Harrera Sarea. La mayoría jóvenes de Costa de Marfil y Senegal.
Noticia publicada originalmente en euskera en bidasoa.hitza.eus y antxetamedia.eus
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