Han reivindicado que los migrantes son personas con nombre y apellidos y han reclamado verdad, justicia y reparación para las víctimas de la migración y sus familias.

Convocados por cuatro colectivos que trabajan con personas migrantes en la comarca del Bidasoa, se han reunido el sábado en el puente entre Pausu y Behobia, en el día internacional del régimen de muerte en las Fronteras.

A ambos lados del puente que une Pausu y Behobia se han situado voluntarios y voluntarias de la Irungo Harrera Sarea, Ongi Etorri Errefuxiatuak, Bidasoa Immigrekin y Immigrekin Diakite. Han avanzado lentamente hasta que se encontraron en medio del puente queriendo reivindicar que Euskal Herria es un pueblo de acogida, imaginando que están juntos aunque estén a cada lado.

Antes de rendir homenaje a las personas migrantes fallecidas, los y las participantes de las asociaciones han recordado los datos de los últimos años. Según la Organización Internacional para las Migraciones, desde 2014 en una frontera de todo el mundo se ha dado por desaparecidas a 46.622 personas, de las que el 50% se produjeron en el Mediterráneo. A la vista de estos datos, se solicita verdad, justicia y reparación para las víctimas de migración y sus familias.

A continuación, se ha recordado a las personas que murieron en la matanza de la playa de Talajal (al menos 14) y a las 9 personas migrantes fallecidas en el Bidasoa. De hecho, las organizaciones han querido denunciar que cada día devoran vidas de personas migrantes muertas y eliminan sus identidades. Por otra parte, también se ha recordado a las personas sin nombre y desaparecidas.

Una a una, con nombres y apellidos: Larios Fotio; Nana Roger Chimie; Ousman Hassan; Samba Baya; Ibrahim Keita; Abdouraman Bah; Mohamed Kemal; Jeannot Flame; Youssouff; Blaise Fochin; Yaya Karamogo; Faycal Hamadouche; Abdulaye Koulibaly; Tessfit Temzide; Ahmed Belhiredj; Ibrahima Diallo; Yves Martin Bilong; Daouda Mahtma; Luc Firmin Bikai; Souhibo Billa, Armand Fernuand y Soanoop Bakar Han dejado los nombres de todas encadenadas al puente.

Finalmente, tras un minuto de silencio, desde el puente han derramado flores blancas sobre el río y han encendido luces para iluminar el oscuro futuro que espera a todos los que buscan la libertad.

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Publicado originalmente en euskera en bidasoa.hitza.eus