"Políticamente la sociedad no está preparada para trabajar la tortura"

Imanol Arzuaga productor del documental 'Bi arnas'.

Después de dos años cerrará un ciclo el documental "Bi Arnas" el 17 de mayo en el Muara de Hondarribia, a las 19:00 horas. Imanol Arzuaga “Kima” ha estado en el proyecto desde el principio.

En 2022 se estrenó Bi arnas, que se centra en las torturas denunciadas por la presa política irunesa Iratxe Sorzabal durante su detención en 2001. Durante estos dos años el documental ha sido proyectado en 100 ocasiones en salas de Euskal Herria, Estado español, Estado francés, Uruguay, Argentina, Polonia, Suiza y Alemania.

Una recaudación fue el punto de partida del proyecto. ¿Cómo fue el comienzo?

El comienzo fue sorprendente. La idea era hacer algo para denunciar la situación de Irache, y empezamos con el proceso. Entonces decidimos que queríamos hacer el documental y pusimos en marcha la recaudación, y poco a poco el proyecto fue creciendo. Fuimos muy valientes porque ahora nos damos cuenta de que entramos en un mundo sin saber lo que era. La apuesta nos ha salido muy bien, y estamos muy contentos con lo conseguido.

En 2020 Iratxeren Lagunak decidió acompañar a Sorzabal. ¿Han sabido si le ha servido de ayuda?

Tenemos una anécdota. Fui a la cárcel con el director, Jon Mikel Elorz, para que conociera a Iratxe, que nos dio las gracias. No sólo eso, sino que nos confesó que el documental le ha ayudado a que su herida se vaya cerrando. Fue un momento muy bonito. Recibimos reconocimiento y agradecimiento, y sólo con eso ha merecido la pena hacer el documental. Que su caso esté en la calle, que esté en la agenda política también está bien, pero solo con reconocimiento y agradecimiento también estamos contentos y contentas. Al fin y al cabo, uno de los objetivos era ése.

¿Cuáles eran los otros objetivos?

Sacar en la agenda política el uso sistemático de la tortura. También denunciar el uso sistemático de la tortura. Hemos utilizado el caso de Iratxe como excusa para denunciar la tortura, y para explicar que la tortura no es una cuestión del pasado. Aún está vivo.

¿Se han cumplido estos objetivos?

Sí, se cumplieron. Hemos llegado a muchos sitios, hemos hecho un montón de entrevistas, hemos estado en el extranjero, hemos estado en el Estado español, también en el Festival de Cine... Sí, ha llegado, y no sólo hemos llegado a lugares de nuestro entorno o de la izquierda abertzale, sino también a otros lugares. Quizá no tanto como nos gustaría, pero ya hemos llegado. La valoración es muy optimista, pero nos hemos quedado con una sola pena: no hemos sido capaces de llegar a los y las jóvenes. Se nos ha quedado una espina clavada. No hemos sido capaces de hacer esa transmisión. En lugares puntuales, sí, pero en general ha venido gente mayor a ver el documental.

Habéis denunciado el uso sistemático de la tortura y junto a vosotros, por ejemplo, el oiartzuarra Ander Iriarte ha realizado el documental Karpeta urdinak. ¿Hacen falta más trabajos para denunciar la tortura?

Las dos obras son muy compatibles y si hubiera diez que trataran el tema, mejor. No se trata de tener competencia y competencia entre nosotros, son compatibles nuestros trabajos. Hay otros documentales ya preparados, que están en camino, y que se centran en las mujeres torturadas. Es bueno hacer trabajos que aborden el tema, incluso necesario. Con Bi arnas llega por primera vez a muchas plazas la cuestión que combina tortura y mujeres. Cuando nosotros empezamos supimos que están trabajando con otro documental que trata el mismo tema, pero todavía no lo han publicado.

No han llegado a los jóvenes. ¿Por qué?

Le hemos dado muchas vueltas al tema. Es difícil, y sobre todo es difícil proyectar en los institutos Bi arnas, que es trabajar la tortura. Políticamente la sociedad no está preparada para trabajar la tortura y va de la mano que ni siquiera seamos capaces de trabajarla en institutos y en este tipo de espacios. Estamos muy limitados. Más de uno nos ha dicho que vayamos a la universidad y nosotros contestamos que sí, pero nosotros no tenemos fuerzas para hacerlo. Hemos tocado algunas puertas, pero es difícil porque la sociedad no está preparada y recibiríamos un golpe tremendo si lo proyectáramos en un instituto. Es una pena. Sabemos que se proyectan en los colegios documentales en los que se tratan otras cuestiones, pero la tortura es un tabú. Eso es así.

«El documental ayuda para que se vaya cerrando su herida»

¿Ha sido censurado el documental?

Hemos notado la censura en las cárceles. Quisimos proyectarlo en la cárcel de Zaballa porque éramos conscientes de que en los últimos tiempos se están llevando a cabo actividades culturales en la misma. Hicimos la solicitud y recibimos la negativa del Gobierno Vasco en dos ocasiones. Nos dijeron que no por motivos políticos. También es cierto que algunos medios no nos han hecho demasiado caso, pero no ha sido muy evidente.

El 17 de mayo a las 19:00 haréis un cierre de ciclo del documental en Muara. ¿Para qué?

Por un lado, allí habrá gente que ha ayudado a hacer el documental, un recorrido por el documental para explicarlo. También hablaremos de dinero, porque esto es importante. Mucha gente ha puesto dinero, y muchas veces ponemos dinero y no sabemos a dónde se va, qué se hace con eso. Por eso queremos dar una explicación. Por otro lado, hemos tenido beneficios, ha habido ingresos y queremos hacer una valoración de ello y explicar qué se va a hacer con ese beneficio. Esto es muy importante para nosotros.

Por otro lado, también hablaremos del recorrido, de los lugares en el los que hemos estado, de las valoraciones que hemos recibido... Será un día de agradecimiento al público. Vamos a insistir en que es un proyecto colectivo y vamos a cerrar. Aunque yo sea portavoz o facilitador, el proyecto es colectivo. Ha ayudado mucha gente y ha sido tremenda la forma de ser del documental. Ahora he visto cómo se hacen otros documentales y nuestra forma de hacer ha sido diferente, inusual, y eso está siendo así porque vamos a hacer un día de valoración, entre otras cosas. Eso es lo que nos gustaría destacar.

«ETB compró el documental hace un año y lo tiene guardado en el cajón. Para ETB es tabú»

¿Por qué van a celebrar ahora la ceremonia de clausura?

Veíamos necesario hacer un cierre, de lo contrario todo se iba difuminando poco a poco y queríamos hacer algo formal, aunque seguiremos haciendo proyecciones. Se estrenó el 22 de mayo de 2022 y nuestro cierre será el 17 de mayo de 2024.

¿Se ha unido gente al proyecto colectivo después de la recaudación?

Sí, de varias maneras. Uno de los momentos más bonitos fue cuando nos llamó el autor de la entrevista de Bruselas que aparece en el documental. Cuando se enteró de que estábamos haciendo el documental enseguida se ofreció a ofrecernos. Su diálogo e implicación fueron una aportación muy bella y un regalo tremendo.

¿Qué valoración han recibido de las personas torturadas?

Las personas que ha sido torturada están muy agradecidas. Nos lo han agradecido expresamente y nos han dicho que hemos recogido muy bien lo que es la tortura, tanto en mujeres como hombres. En todas las proyecciones hemos organizado tertulias, ha acudido personas que ha sido torturadas y la mayoría están agradecidas. Es cierto que muchas no tomaron la palabra porque estaban emocionadas y muchas otras no vinieron expresamente por eso a ver el documental. La herida sigue abierta en su interior. En las conversaciones con las personas torturadas nos han dicho cosas íntimas y duras, y tener delante esas realidades ha sido para mí una experiencia muy potente, incluso bonita e interesante.

«Las personas torturadas están muy agradecidas»

¿Han recibido alguna valoración de algún responsable político?

Sólo de los responsables políticos de la izquierda abertzale. La de los otros responsables políticos no. También nos reunimos con la directora de Gogora, Aintzane Ezenarro, y recibimos una buena acogida por parte de ellos. El 13 de febrero es el Día de la Tortura en Euskal Herria y estuvimos en el Instituto Gogora para ofrecer una charla. Allí había una víctima de ETA, y otra víctima que había sido torturada. Este último habló por primera vez ante el público sobre su caso. Hubo Ika-Mika entre los dos: la víctima de ETA decía que el atentado le había fastidiado la vida y el otro le respondió que a ambos el conflicto político les ha fastidiado la vida. "A ti los atentados de ETA; a mí que me detengan la Guardia Civil, que me torturen y que desde entonces tengan problemas psiquiátricos". A ambos les jodieron la vida, pero a la víctima de ETA le han hecho un reconocimiento y a la víctima de la tortura no. La diferencia es esa. Todas las víctimas necesitamos reconocimiento.

El documental lleva dos años denunciando las torturas de Irache, pero todavía no se lo han reconocido.

No, y seguramente no se lo reconocerán. En la sentencia consta la existencia de estrés post-traumático, así como la aceptación del protocolo de Estambul. Ahora bien, el juez sostiene que, sin ser forense, eso no tiene por qué ser por la tortura, es por los años que ha pasado en prisión. Es increíble. Si admitieran que ha sido torturada, su sentencia quedaría patas arriba y la justicia española quedaría en evidencia. No lo van a permitir, eso lo tenemos claro.

Recientemente han salido diversas informaciones relacionando a Iratxe Sorzabal con el asesinato del ertzaina Ramón Doral Trabadelo. ¿Sabíais de ello?

No es un asunto nuevo. Abren y cierran. Se desconoce qué camino va a recorrer, por qué se ha sacado la causa, y por qué lo ha sacado la Ertzaintza. Dejo ahí las preguntas.

Publicado originalmente en euskera en bidasoa.hitza.eus.

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