De la mano de un grupo de voluntarios y voluntarias improvisadas, la asociación de vecinos Anaka-Puiana centralizó la oleada de solidaridad que estos días ha movilizado a cientos de personas en la comarca. El pasado 3 de noviembre el primer camión llegó a Valencia y descargó alimentos y ropa. Pero el 5, martes, salió el mayor "convoy humanitario" desde la comarca del Bidasoa con voluntarios y voluntarias para realizar tareas de limpieza, además del apoyo material.

En un largo fin de semana en la asociación de vecinos y vecinas de Anaka-Puiana voluntarias que se han reunido dispuestas a ayudar a las víctimas de la catástrofe valenciana. Las noticias que llegan desde Valencia son cada vez más terribles. La catástrofe causada por las inundaciones del pasado martes ha dejado a más de 200 personas. Pero la oleada de solidaridad recibida de la población pretende paliar lo que se ha buscado la crisis humanitaria.

También desde el Euskal Herria, ya han partido 100 bomberos hacia Valencia. Su objetivo será evacuar el agua de sótanos y garajes, para lo que se han llevado 114 bombas de agua y maquinaria pesada. También se han movilizado voluntarios y voluntarias de la DYA y la Cruz Roja para desplazarse a Valencia, concretamente a la localidad de Massanassa.

Pero también de los y las ciudadanas, la oleada de solidaridad está siendo grande en todos los rincones. Se han activado 54 bancos de alimentos de Euskal Herria para apoyar a Valencia y en nuestra comarca, especialmente en la asociación de vecinos y vecinas de Anaka-Puiana de Irun, se ha centralizado la recogida de alimentos y material durante todo el fin de semana en la plaza Embajador Aristegui.

Más de 200 voluntarios y voluntarias se han reunido desde el pasado viernes y según nos ha comentado Kontxi, que ha estado coordinando, han recibido el apoyo de Protección Civil de Irun, que ha hecho sitio a la gente que venía con ayuda y ha acondicionado una estación rápida en la rotonda. "La oleada de solidaridad ha sido impresionante, ¡asombroso! La gente ha traído alimentos, ropa, productos de limpieza, de todo, no sólo de Irun, Hondarribia y Hendaia, sino del Goierri, de todos los sitios. Ahora nos falta mandarlo todo", dice.

Sin embargo, Eli nos confirma que un primer camión ha sido enviado el lunes y ha llegado a Valencia, punto de partida de esta iniciativa popular. El presidente de la asociación de vecinos y vecinas dice que Txomin les dejó el local y desde el viernes surgieron líneas de gente que traían ayuda "en cantidades enormes". Así que la sede de Anaka-Puiana se les quedó pequeña y han tenido que buscar pabellones para reunirlo todo. En la industrialdea de Letxunborro han conseguido más espacio, así como la forma de cargar y transportar todo el material en coordinación con el parking de transportistas de Astigarraga.

No obstante, ayer martes partió del Bidasoa un "convoy humanitario" con todoterrenos para mover camiones, furgonetas y coches en Valencia, con voluntarios y voluntarias que van a trabajar preparadas para limpiar y desbloquear las vías. Los y las voluntarias han aclarado que en la asociación vecinal Anaka-Puiana no van a recoger más material por el momento. "Es posible que más adelante tengamos que hacer una nueva convocatoria, pero de momento hemos cerrado el punto de reunión", nos aclara Kontxi. Pero no descartan una nueva convocatoria para recoger botas de agua, palas, cubos y otro tipo de material. También han comenzado a hacerlo otros y otras voluntarias en el establecimiento Santa Venus Tatoo de la calle Juan Thalamas Labandibar de Irun, que coordinarán todo lo que recibirán hasta el 6 de noviembre con voluntarios de Anaka-Puiana para poder trasladarlo a Valencia.

Asimismo, también en Irun, la asociación de mujeres gitanas Kera ha llevado a cabo desde el viernes una campaña de recogida en su sede de la calle Lope De Irigoyen 27. También en Hondarribia, durante el fin de semana han estado recogiendo material en el Muelle Deportivo. Y desde la asociación vecinal de Mendelu informan de que en la sede del local de Alkain, en la calle Zuloaga, no sólo se ha recogido comida, sino también agua, ropa, cubos y palas.

Como hemos dicho, esta ha sido la primera recogida. Y con la esperanza de que las consecuencias de la catástrofe de Valencia vayan para largo, no faltan en la comarca del Bidasoa ciudadanos que se están organizando dispuestos no sólo a recoger material, sino a ofrecer otro tipo de ayuda. También los transportistas que ofrecen su camión o trabajo, o los ciudadanos que se desplazarán a Valencia para realizar labores de limpieza. Judoka de Hondarribia como hará un grupo de amigos. Los hemos encontrado en la asociación vecinal de Anaka-Puiana que están organizando el viaje a Valencia, y dispuestos y dispuestas a llevarse el material.

Publicado originalmente en euskera en antxetamedia.eus.

«En Valencia he visto caos, desesperación y rabia, pero los y las voluntarias han traído luz a los y las victimas»

Varios y varias bidasotarras con familiares en Valencia acudieron en su ayuda nada más producirse la catástrofe de Gota Fría o Dana. Hablamos con un irundarra que ha estado en la localidad de Alfafar. Reconoce que ha visto "desesperación y mucho enfado con las autoridades", y aunque la oleada de voluntarios y voluntarias ha sido "brutal", había que coordinarse. Al disponer de recursos exiguos, también se ha estado reconduciendo el barro «a pala y a mano» hacia las alcantarillas.

El "convoy humanitario" que partió ayer de Irun rumbo a Valencia ha cumplido su objetivo. En respuesta a la convocatoria realizada el pasado fin de semana en diferentes zonas de la comarca, ha llegado la ayuda de miles de bidasotarras que ha coordinado la asociación vecinal de Anaka-Puiana. De momento no se van a recoger más alimentos, y la sede de la plaza Embajador Aristegui ha sido clausurada. Sin embargo, a lo largo de esta semana varios grupos de vecinos y vecinas están llevando a cabo ahora una campaña para recoger las herramientas necesarias para las labores de limpieza. El material está siendo recogido en el establecimiento Santa Venus Tatoo, situado en la calle Juan Thalamas Labandibar, en el edificio anexo al polideportivo Azken Portu.

Palas, cubos, botas de agua, guantes, escobas de calle, entre otros. "Ahora mismo lo prioritario es desbarrar", dice este irundarra que ha estado en Valencia ayudando. De hecho, varios bidasotarras que van a dar un golpe de mano en las tareas de limpieza se están organizando a título particular para acudir a la zona donde el fin de semana que ha llegado ha sido el desastre de la Gota Fría. En cambio, también los hay que acudieron inmediatamente después de la catástrofe.

En el caso de este joven irundarra, tiene familiares en la localidad valenciana de Alfafar. Y se marchó el 1 de noviembre con la intención de ayudar. Nos cuenta que se encontró con el "caos puro". "Hemos visto mucha desesperación, la ayuda ha llegado tarde y aunque se han reunido cientos de voluntarios y voluntarias, no teníamos recursos", dice. En su caso, ha pasado tres días en la calle Ciudad de Calatayud de la localidad de Alfafar realizando labores de limpieza y coordinando. En su calle 200 personas se han volcado en la retirada de "muebles y barricadas de coches" por el centro de la vía y han intentado canalizar el barro por las alcantarillas. A mano y a pala. Nos comenta que "los y las voluntarias han traído algo de luz a las víctimas de las inundaciones, pero también había que coordinar las ganas de trabajar, porque sin recursos las dificultades para buscar escapes al barro son enormes". Y es que una vez que las alcantarillas están llenas y todo ese lodo se ha secado, puede endurecerse y provocar el riesgo de nuevas inundaciones.

Mientras tanto, apenas ha visto niños y niñas ni personas mayores. "Evoca la época de la covid, están en las casas porque no pueden en la calle y teniendo en cuenta lo que ven al mirar por el balcón, para estos colectivos la situación es muy dura", subraya.

Por otro lado, la falta de respuesta y apoyo por parte de las autoridades "ha generado una indignación y una rabia ciudadana que es comprensible". Ha sido testigo de la indignación de los y las valencianas porque se sienten "abandonadas". Pero a pesar de la agitación, este voluntario reconoce que "a medida que la ayuda ha ido llegando desde fuera y vaciando los accesos, la situación ha mejorado algo en los últimos días". En cambio, sólo ve el de la propia calle y como el aislamiento es grande, la ayuda no llega a todas las calles y barrios.

Tiene intención de volver a dar un nuevo golpe de mano. Porque "la limpieza va a largo plazo, queda mucho por hacer". Lamentablemente, "lo importante para los y las ciudadanas que lo han perdido todo es recuperar la normalidad, pero la política ha entrado en la salsa y eso no les va a beneficiar, no va a ayudar en nada".

Publicado originalmente en euskera en antxetamedia.eus.