Cuando era niño, el repartidor de leche pasaba cada mañana por mi casa en su cuatro latas azul. Él mismo era quien había ordeñado a la vaca. Mi madre compraba leche directamente del productor, y era algo de lo mas normal. Recuerdo las marmitas plateadas donde iba y venía la leche cada mañana, golpeándose las unas con las otras en el maletero del cuatro latas. A mi hermano nunca le gusto la leche, a no ser que tuviese una tonelada y media de colacao. Tampoco podía probar las vainas. Esas vainas que nos preparaba mi madre, crujían y sabían a huerta. Pero mi madre no compraba a un casero ni nada de eso. Mi madre compraba en la tienda de abajo. Cuando llegó eso que se llamó globalización, sin darnos cuenta todos los vegetales empezaron a perder sabor. Igual fue la ciudad que se volvió laberinto y por sus pasillos se nos perdió en sentido del gusto. Así los vegetales y su sabor, se nos perdieron por la ciudad.

Hablar de verdura ecológica, de grupos de consumo, de organización asamblearia es algo cada vez más habitual en nuestras ciudades. Hay cada vez mas gente preocupada por obtener de la tierra alimento sabroso del modo mas ecológico y socialmente justo.

El que escribe, forma parte de una cooperativa de verduras ecológicas.

“¡Menudo nombre!” pensará mas de un@ : “¡Cooperativa de Verduras!” Escuchándolo podría parecer que las escarolas, rúculas, acelgas y puerros, han formado un grupo para contrarrestar el poder hegemónico de lo cárnico y micológico. Pero nada más lejos de la realidad.

Barealaia, nuestra cooperativa de verduras, no es más que un grupo de gente reunida en torno a la verdura y a una huerta, pero no sólo es esto, es mucho más. Es también una opción social de autogestión. Una opción grupal de organización. Una opción alimentaria y económica que intenta distanciarse de las grandes corporaciones que dominan el sector agrícola.

Pero no quiero convertir este primer post del blog de la koope (así la llamamos nosotr@s), en un panfleto socio-político. Dejaremos esta clase de temas para más adelante. Para empezar, hoy quisiera dividir este post en dos partes: primero, os voy a contar como se vive en el corazón de Barealaia; en nuestra huerta y baserri. Como segunda parte, os contaré en primera persona la experiencia de un compañero de la koope, para que así, os hagaís una idea más completa de lo que os hablo.

Empezamos….

Tal y como yo lo conozco, Barealaia, se formó hace unos 6 años. La huerta se ubica en Beizama (Gipuzkoa) en un baserri o caserío llamado Leundaberri. El baserri fue cedido por su propietario a un proyecto de cooperativa y huerta ecológica. Entre los impulsores de este proyecto estaban, entre otra gente, Santi y Ioana. Ellos son a día de hoy cerebro y corazón de Barealaia(prometo post sobre ellos). Ellos planifican y gestionan las plantaciones, los semilleros, la temporada que le correponde a cada hortaliza. Santi y Ioana viven en Leundaberri, pero no están solos. Con ellos vive una figura indispensable: el/la productor@. Esta es la persona que esta a pie de huerta, cuidando que cada vegetal y que cada hortaliza reciba lo que necesita. Es la persona que quita las babosas de las hojas de lechuga y la que dice que se debe recoger y como se debe cortar. Esta figura es el vaso coronario vital que nutre de sangre a corazón y cerebro. Este grupo de gente que vive a pie de huerta, son conocidos por nosotr@s como la gente del baserri.

Pero esta gente del baserri no tienen sentido sin l@s cooperativistas. Y más de una persona se preguntará ¿que es un cooperativista de Barealaia? ¿Que hace?

Y esa es la clave. Si la gente del baserri son cerebro y corazón, los cooperativistas, son los pulmones y los brazos. No son cooperativistas como los de las sociedades cooperativas, pero son parecidos. Los cooperativistas reciben una cesta de verduras semanal que deben ir a recoger al punto de reparto y tiene la responsabilidad de cumplir una serie de tareas que van rotando por turnos de cooperativista a cooperativista (prometo post sobre esto también). Lógicamente, se paga una cuota mensual a cambio de la verdura, mediante la cual se mantienen los gastos del baserri y demás necesidades. Los cooperativistas tienen la opción y el poder para decidir sobre cualquier aspecto de la Koope, pero todo debe aceptarse en asamblea.

Barealaia, por lo tanto, es mucho mas que verdura. Barealaia es sobre todo la gente que lo va formando. Y para cerrar este post, vamos a hablar de eso. De las personas que llegan a Barealaia.

Una de estas personas que forma parte de la Koope, es Luis y ha querido compartir lo que es Barealaia para él.  A partir de ahora es Luis quien habla:

Hola a todos, esta es la primera vez que escribo un blog y deseo compartir con vosotros como empece con el tema de la huerta ecológica.
Me lo había propuesto Santi en reiteradas ocasiones, un personaje singular,  afable trabajador y bonachón.
Proveniente de otros amigos había probado tomates,  zanahorias,  puerros,  etc, con un sabor excepcional, que es el que debe ser y no encuentras fácilmente en las tiendas de barrio o supermercados.  Por lo que opté por hacer una prueba y degustar la verdura de temporada que se viene recolectando en Barealaia.
Tuve el gusto de saborear las deliciosas coles de bruselas, remolachas, escarolas, berzas,  tomates, pimientos, berenjenas, calabacines, ajos tiernos,  etc y decidí entonces que no podía faltar algo tan fresco y sabroso en nuestra dieta.
El lugar donde se cosecha todo esto está en Beizama a 600 m de altitud y en un entorno natural privilegiado, con agua en abundancia y tierra fértil.
Algo de lo que me he quedado encantado ha sido el pan de centeno y el de cereales que viene haciendo Ioana  (la pareja de Santi ), así como los huevos frescos que tenemos cada semana.
Invito a todos los que deseen participar que se animen,  pues aunque lo mejor es la calidad de todos los productos,  también está el clima agradable de todo el grupo, el coste tan bajo de todo el contenido y los diversos productos.
Animo y un saludo

Esto no es más que el principio. Más adelante os hablaré de Santi y de Ioana. Espero que ellos también pongan su voz al servicio de esta bitácora. Os hablaré de las verduras de cada temporada, de como nos organizamos los cooperativistas, de l@s productor@s, de los woofer, de las mejores recetas… en resumen, os hablaré de la vuelta a la huerta de un urbanita perdido.

Antes estaba perdido en la ciudad, ahora estoy perdido en la huerta.