Existe una alarmante preocupación generalizada y palpable del actual funcionamiento de los Servicios Sociales del ayuntamiento, focalizándose sobre todo en la atención primaria. La principal causa, es la falta de recursos, sobre todo relacionados con el capital humano. Esta escasez se traduce principalmente en un aumento de los tiempos para dar citas (más de dos meses), existiendo situaciones de emergencia, que se alargan en el tiempo.

Además,  existen familias en procesos donde han visto en seis meses a diferentes trabajadoras sociales, lo cual no garantiza ni da continuidad a los citados procesos. Esto hace que se estén realizando informes de valoración por parte del personal administrativo y no sean las propias trabajadoras sociales quienes lo realicen.

Existen quejas de las propias trabajadoras sociales, quejas que se han trasladado a la junta de personal, incluso al propio alcalde, quien una vez más hace caso omiso y vende humo.

No debemos olvidar, que la ley de servicios sociales aprobada en diciembre del 2008, tiene como objetivo promover y garantizar el derecho a las prestaciones y servicios de SS en la CAV,  mediante la regulación y ordenación de un Sistema Vasco de SS de carácter universal.

Como medida inicial y con carácter de urgencia, es necesario reforzar la atención primaria con más personal, como mínimo adecuarse a las recomendaciones del consejo general de trabajo social en cuanto a ratio hace referencia, algo que desde este ayuntamiento no se tiene en cuanta  ni se tiene intención de hacer  siendo una gran dejadez por su parte, más  cuando se trata con personas, personas con problemas en situación de vulnerabilidad.

Es necesario  poner al servicio de los ciudadanos, todas las prestaciones, técnicas, económicas  tecnológicas, favoreciendo procesos de inclusión.

Datos importantes a tener en cuanta:
El ratio de TS/habitantes recomendado por el Consejo General de TS  1/3000 no se cumple y dista mucho de acercarse. En Irún existen 9 trabajadoras sociales de base, de las cuales 3 se dedican a 3ª edad y 6 atención primaria. Esta cifra ha permanecido inamovible desde antes de producirse la crisis. A pesar de haber aumentado considerablemente el volumen de trabajo (valoraciones, demandas…), el número de trabajadoras sociales sigue siendo el mismo.

Este hecho se agrava todavía más, al constatar que no se están cubriendo las bajas ni las excedencias

Sirva de ejemplo que para poder percibir la ayuda a domicilio, se debe esperar más de 8 meses, por no considerarse esta  una ayuda urgente.

Dada la problemática de nuestra ciudad sería recomendable vincular  trabajadoras sociales a determinados temas (vivienda, violencia de género…). Posibilitando así  una continuidad en el seguimiento y resolución de los problemas, evitando así  el  gran desorden que se produce en el servicio y confusión en los ciudadanos.

No deberían ser las administrativas las encargadas de filtrar y  decidir si las personas que acuden a  los servicios sociales por primera vez deben seguir siendo atendidas en el área ni a que Ts son derivadas. Deben ser las Trabajadoras sociales a través de informes de valoración, entrevistas, diagnostico quienes establezcan el itinerario que debe seguir la persona.

La unidad de acogida, puesta en marcha para reforzar los SS, además de no solucionar el problema depende del  espacio administrativo.

El Ayuntamiento y en concreto los SS están diseñados para complicar el acceso de las personas; poca información, miedo y sobre todo poca agilidad. Las políticas Sociales tiene que ser normalizadas y agiles, algo que dista mucho de ocurrir en Irun, donde un cierto oscurantismo se cierne sobre sus SSs.

Las ayudas especiales municipales, dependientes de fondos municipales propios para hacer frente a las urgencias, en ocasiones solo sirven para maquillar un caótico funcionamiento de sus SS y sobre todo para lavar su imagen ya de por si deteriorada. Estas ayudas se publicitan pero no se dan, ni siquiera las propias  trabajadoras sociales tienen claro cuales son los criterios para concederlas ya que estos son subjetivos y cambian constantemente. Es algo que sirve para salir en la foto y hacer creer que algo se hace por los ciudadanos.

Hay que escuchar y dotar de voz al tercer sector, trabajar conjuntamente por ser quien mejor conoce la realidad de nuestra ciudad. Lejos de hacer esto, se le está utilizando para esconder el déficit del sistema público. El espacio político debe involucrarse dentro del tejido asociativo, debe formar parte de las asociaciones y ayudar desde dentro. Los espacios político y social deben trabajar juntos, deben sumar realidades para impulsar y dar fuerza.

Es necesario hacer cumplir la ley del 25 de Julio de 1997, en la que es posible empadronarse en cualquier lugar donde se esté pernoctando. No existe ninguna justificación para el incumplimiento  de esta normativa. No se puede además obviar, que este documento es requisito indispensable para la consecución de cualquier ayuda, por lo que el incumplimiento de la mencionada ley supone violar un derecho que tiene cualquier ciudadano, además de negarle el acceso al sistema de protección social.

El último estudio realizado por la asociación Kale gorrian, donde participaron vecinos y vecinas de la ciudad a título individual, cifró en 39 personas las personas pernoctando en la calle. Por número de habitantes y por las características de la ciudad, Irun está obligado a poner un albergue para estas personas. Es urgente llevar a cabo esta medida, aunque desde SPI apostaríamos por una medida inicial media, con una sala de noche.