EH Bildu Irun.- Desde 2010 Irun tiene un Punto de Encuentro Social (PES) y un comedor social que la mayoría de la ciudadanía desconoce y que, según los datos ofrecidos por Servicios Sociales, atiende a un promedio de 273 y 128 personas diferentes respectivamente. Ambos servicios ubicados en la parte trasera del Hospital Viejo, ofrecen de lunes a viernes de 10’00 a 14’30 y de 16’00 a 19’00 un servicio a las personas sin recursos para poder ducharse, lavar la ropa y tener un lugar donde estar, además de comer. El acceso al PES no requiere permiso, pero para poder acceder al comedor social es necesario solicitarlo previamente a las trabajadoras sociales, quienes valoran el caso y las necesidades de cada solicitante y deciden entregar, o no, el volante que permite la asistencia al servicio.
Con el fin de conocer mejor este servicio del que tanto presume el Delegado de Servicios Sociales[1], en el mes de diciembre se solicitó una visita al Comedor Social y al PES para conocer de primera mano el servicio que se ofrece. Tras dicha visita, donde se nos facilitó una imagen bastante “idílica” del servicio por parte de la técnica, se contrastó la información con varias personas usuarias del servicio.
En primer lugar, estas personas nos dieron a conocer que no es oro todo lo que reluce y que la primera dificultad proviene de la desinformación que se da sobre el servicio y las condiciones de acceso al comedor social, siendo bastante confusa y en numerosas ocasiones poco veraz. A pesar de que existe un reglamento municipal regulador no se conocen con certeza cuales son las condiciones para poder acceder al volante con derecho al comedor, y en ocasiones depende del criterio de la trabajadora que trate cada caso.
Como otros tantos servicios del Ayuntamiento de Irun, la gestión del PES y del Comedor Social está subcontratado (en este caso a la empresa gestora RAIS[2]), la cual a su vez, subcontrata a la empresa que proporciona la comida. Esta concatenación de subcontratas promovida por el “Ayuntamiento de la transparencia” impide conseguir información veraz y responsabilidades, siendo los ellos mismos los primeros en lavarse las manos aunque se trate de un servicio municipal.
Aunque las personas usuarias del servicio afirman que las educadoras de RAIS son muy amables y tratan de cumplir con eficiencia su trabajo, se encuentran con multitud de trabas y carencia de recursos para poder ofrecer un servicio mejor. Y también coinciden en que la calidad y la cantidad de comida han empeorado notablemente desde que la empresa que proporcionaba la comida cambió de AUZOLAN a GUREAK. Y con la falta de transparencia citada imposible conocer el pliego de condiciones entre RAIS y la empresa subcontratada.
Además, anteriormente se ofrecía un bocadillo y alguna otra cosa para los fines de semana (que también hay que comer), y con la nueva empresa se ofrece un simple sándwich (debe tenerse en cuenta que puede ser la única comida del día para estas personas). A su vez, no se tienen en cuenta las especificidades ni necesidades de las y los usuarios del servicio (como por ejemplo las personas diabéticas, musulmanas o vegetarianas). Aunque desde el servicio afirman que existen 3 tipos de menús (basal, vegetariano, y el médico) existen casos concretos que por razones médicas exigen un tipo de alimento específico (sin sal, sin azúcar, etc.), y esta necesidad vital no se contempla.
Por otro lado, según el artículo 7 del reglamento, las personas usuarias que se ausentan del comedor durante tres días (sin causa justificada) pierden el derecho de acceso al PES y comedor social. Esto ocurre normalmente en la temporada de verano, cuando algunas usuarias y usuarios se ausentan en busca de trabajo. Aunque desde el servicio se afirma que cuando retornan, pueden volver a solicitar el volante y se les concede rápidamente, las personas usuarias afirman que no es tan fácil y que son múltiples las trabas que se les presentan ante la ausencia de un protocolo claro para estas situaciones. Una vez más se deja todo en manos de la subjetividad.
A pesar de que uno de los objetivos de los Servicios Sociales debería ser <<favorecer procesos de inclusión social>>, el carácter de los Servicios Sociales de Irun es meramente asistencial, rozando lo caritativo, y no profundiza en las problemáticas que han llevado a las personas usuarias del PES y del comedor social al riesgo de la exclusión social. Lo que lleva a que no se den soluciones a las situaciones de empobrecimiento y carencia de estas personas. Se echa en falta una intervención social y comunitaria más allá del asistencialismo y la caridad. Hay personas que llevan más de tres años acudiendo a estos servicios y no se ha planteado, ni se plantea, ninguna intervención social para dar respuesta a su situación.
Todo lo expuesto anteriormente deja más que claro la poca “sensibilidad” social y poca “transparencia” de este equipo de gobierno, quien presume de un servicio municipal deficitario en muchos sentidos, y básicamente asistencial3 y que se hunde en su autocomplacencia y se muestran orgullosos de sus servicios, pero poco hacen para mejorarlo y atender debidamente a las personas usuarias que realmente sufren la realidad de la exclusión social.
Notas:
1. El comedor social de Irun sirvió 21.102 menús a lo largo de 2014. Xabier Sagarzazu - Miércoles, 15 de Abril de 2015
2. RAIS. http://www.rais-euskadi.org/default.aspx?Cod=158&i=1
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