Dos hojas ocupa el publireportaje de las mayores inversiones para este 2018 en la revista municipal. Pero, ¿cuáles de estas inversiones pertenecen al apartado social? ¿invertir en ayudas sociales o equipamiento para necesidades sociales no merecen considerarse como importantes para publicitarlas? ¿es una política abiertamente neoliberal la del actual equipo de gobierno?

Si hojeas el número 83 de la revista que dicen es municipal, es decir de todos y todas las irunesas, editada por el Ayuntamiento de Irun y realizada por su oficina de prensa, ¿oficina de todos y todas las irunesas? No, oficina de prensa del Ayuntamiento de Irun, o tampoco, más bien del equipo de gobierno. Aclarado esto, tal vez tengamos más fácil entender e donde sale la línea editorial de esta revista pagada por todas.

En la página seis y siete de dicha revista se puede ojear un bonito publireportaje de las principales inversiones para este año en nuestra ciudad. Diez, son diez las inversiones. Todas son inversiones relacionadas con obras bien de equipamiento o de urbanización-reurbanización de alguna parte de nuestra ciudad. Las más golosas están este año en lo deportivo, con la reforma del frontón Urunzu y del Club de Tenis Txingudi. Plazas, calles y ascensores completan entre otras las lista del top-teen del cemento y el asfalto. En esta lista encontramos el centro de mayores de Anaka como representante de ese cajón desastre que denominamos apartado social o bienestar social.

No es que no sean necesarias estas obras de acondicionamiento y mejora de la ciudad, si bien algunas serían bastante discutibles en cuanto a su oportunidad y necesidad real. Pero, ¿no hay necesidades más apremiantes para las personas? A finales del siglo pasado el Fondo Monetario Internacional, el mismo de la señora Lagrade y su desafortunada idea de que sobran personas mayores, promovía la idea que todo lo relacionado con infraestructuras, en especial trasporte y otros, que facilitara la movilidad de las mercancías y sobre todo la acumulación de capitales era "inversión" mientras que todo aquello relacionado con el bienestar de las personas y sus cuidados, como salud, educación, etc.. eran considerados como "gastos".

Tal vez en el siguiente número podamos ver un bonito publireportaje de los "gastos" sociales. La desigualdad en el trato entre "inversiones" y "gastos" al que nos tiene acostumbradas el equipo JAS es un síntoma claro de una política abiertamente neoliberal donde gran parte de la "carne" se pone en las infraestructuras, el emprendimiento, esa nueva "religión neocom" y la creación de empresas a base de la destrucción de sectores productivos tradicionales y la propia naturaleza. Mientras las necesidades más reales e inmediatas las dejamos, si eso, para la caridad de las organizaciones sociales y el gran tótem del empleo que si hay suerte vendrá de... pues la verdad no se sabe bien de dónde vendrá.

Que esperar cuando la noticia más importante es "Unidos para potenciar el pasado romano". Tal vez, alguno se crea César, pues otras nos consideramos irreductibles.

Continuará....