Amankomunak.- Caminado parten quienes dejan tras de sí lugar su lugar de origen y sus vínculos. Caminado encontrarán violaciones, robos, secuestros, y trabas burocráticas, pero también amistades y sonrisas. Caminando atravesarán fronteras, pueblos, ciudades, desiertos, ríos y montes. Caminando llegarán al estrecho que les parecerá insalvable. Descalzas se ahogarán muchas de ellas. Las afortunadas que consigan sobrevivir llegarán extenuadas a alguna playa ante el asombro de bañistas de raza blanca.

En cuanto pisen suelo peninsular las personas africanas comenzarán una larga y dura carrera de obstáculos. Docenas de nuevos muros, tangibles e intangibles, seguirán bloqueando el camino a los descendientes de los esclavos que cruzaban el océano en galeras. Así mismo, quienes hoy alzan los muros heredaron la fortuna de los dueños de los antiguos galeones. Empresarios y políticos saben muy bien que las personas sin papeles son las nuevas esclavas dispuestas a hacer cualquier trabajo a cambio de casi nada.

El neocolonialismo sustenta nuestro modo de vida. Las flores que alegran nuestra casa son keniatas, la columbita y tantalita que encienden nuestros móviles, ruandesas y congoleñas. Los fosfatos que maquillan las zanahorias cosméticas saharahuis, el gas que nos calienta en casa, argelino y el filete del plato, etíope.¡Cáspita, las riquezas africanas, nuestras primas hermanas!

Los privilegios de unas pocas personas suelen traer la negación de los derechos de muchas y la unión de ambos da lugar a crudas paradojas. Mientras comemos pescado de Somalia, un somalí ahogado es pasto de los peces. La turista hará desaparecer la frontera de Camerún por obra y gracia de sus pasaporte y pasta mientras que la camerunense que haya experimentado en su propia piel los fríos filos de los cuchillos de la valla de Melilla nunca llevará manga corta De manos de la Shell nos llega el petróleo de Níger, cuando esta multinacional asesinó a Ken Sharo Wiva por denunciar las consecuencias que este expolio tenía para el pueblo Ogoni..

La creencia generalizada de que Africa es pobre es más interesada que real. Además de las riquezas antes mencionadas, el tesoro oculto del capitalismo alberga en su vientre oro, diamantes, uranio, cromo, cobalto, manganeso, titanio, cobre, bauxita, germanio, radio, estaño, goma arábiga, europio, nubio y forio. Todos esto minerales son imprescindibles para las telecomunicaciones, la siderurgia, la carrera espacial, la farmacia y las industrias alimentarias y armamentísticas. Nuestro sistema agro.tecno.industrial necesita el robo de recursos y la esclavitud para mantener su “status quo”. Es por ello que mientras alzamos muros contra el tránsito de las personas, a sus recursos les ponemos la alfombra roja.

Las mercancías, sin embargo, no llegan a pie. Siguiendo los dictados del libre comercio, las multinacionales transportan lo que quieren de un lado al otro del planeta. Para ello se construyen infraestructuras destructoras de la tierra y el agua que hacen aumentar las emisiones de CO2. Estas infraestructuras, en la medida en que facilitan la movilidad motorizada, fragmentan el territorio y alzan murallas que impiden la libre circulación de las personas caminantes. Y ¡cómo no! Es la mano de obra migrante la que las construye.

Quienes huyen de las guerras provocadas o ayudadas por nuestras armas, nos enriquecen con sus culturas originarias. El colonialismo que mueve el engranaje del capitalismo, sin embargo, nos somete y hace dependientes. Tejiendo redes solidarias con las personas migrantes y rompiendo vínculos con el capitalismo caminamos hacia la soberanía. Organizarnos para que todas las personas caminemos y vivamos libremente donde queramos es el mejor modo de hacer frente a las multinacionales, al G7 y a los partidos de extrema derecha.

La red Amankomunak organiza sus próximos Encuentros trimestrales los días 23 y 24 de Febrero en Lakaxita de Irun, para ir caminando conjuntamente hacia un mundo sin muros.