Hace unos días los medios de comunicación se hacían eco de otro “proyecto estratégico”: un outlet de marcas de lujo de 28.000 m2 en Zaldunborda (Hondarribia).

Si bien ese proyecto no es nuevo, se dieron a conocer otras cifras del mismo: lo que costará, los millones de personas que acudirán, los miles de empleos que se crearán. Esas grandes cifras con las que sus promotores pretenden nublarnos la vista sobre las beneficios del mismo.

La publicidad que los promotores del citado outlet hacen tiene su lógica, ya que tienen que vender las bondades del mismo para atraer marcas a su centro, pero, lo que no la tiene es que el PNV esté liderando y apoyando el mismo, contra viento y marea, pretendiendo hacernos creer que será bueno para Hondarribia y las localidades limítrofes ya que creará actividad económica.

El PNV conoce perfectamente la situación por la que pasa el comercio local tanto de las comarcas de Oarsoaldea y Bidasoa como del resto de Gipuzkoa. Las amenazas del comercio por Internet y de otros centros comerciales vecinos, hacen muy difícil la superviviencia del mismo. Si a eso le sumamos este nuevo proyecto, en un breve plazo de tiempo los municipios del entorno no tendrán comercios locales, ni en los barrios ni los centros de los mismos.

¿Este es el tipo de actividad económica que el PNV quiere para las comarcas de Bidasoa y Oarsoaldea? ¿Este es equilibrio territorial del que habla? ¿Cree que genera cohesión social? ¿Es sostenible? Desde nuestro punto de vista, la defensa que el PNV está haciendo de ese centro en Zaldunbora, va justo en contra de todo lo que dice defender.

No se puede hablar de equilibrio territorial e ignorar que ese outlet estará justo en el área de influencia de Oarsoaldea, zona calificada de “degradada” y objeto de una ponencia en el Parlamento Vasco que precisamente identifica una saturación de centros comerciales en la misma, y una carencia de actividad industrial que hay que potenciar.

No se puede hablar de cohesión social, porque el tipo de empleos que se crearán serán a tiempo parcial, temporales y precarios, mayoritariamente ocupados por mujeres, por lo tanto, difícil acabar con la desigualdad, con la brecha salarial o con los problemas de conciliación. Además, si la sociedad gipuzkoana está envejeciendo lo que necesita es más comercio local y de proximidad, en el que las personas entablen relaciones sociales tanto con los y las comerciantes, como con sus vecinos y vecinas, dando vida así a sus barrios.

No se puede hablar de sostenibilidad ambiental; al contrario, brilla por su ausencia porque a esos centros se va en vehículo privado, responsable de un 60% de emisiones de CO2 a la atmósfera en Euskadi, a lo que habrá que sumar problemas de tráfico para acceder al mismo. Así no se “cambia el cambio”, sólo se perpetúa.

Suponemos que el PNV iniciará una campaña mediática para “vender” las bondades de ese centro, pero por mucho que se empeñe, nada lo justifica, y las preguntas que nos hacemos son varias: ¿Por qué este despropósito? ¿A quién beneficia? ¿A Higertoki promotora que ha comprado los terrenos, creada justamente unos meses antes de su venta y perteneciente a Esergi Invesiones (gasolineras Alvia) con sede en el puerto de Bilbao? ¿A New Asset Man empresa inmobiliaria que se dedica a construir centros de este tipo, encargada también del de Zaldunborda?

Creemos que el PNV tiene la obligación de explicar a la ciudadanía por qué, ha apostado por este nuevo centro comercial en terrenos de Hondarribia , contradiciendo sus propios planteamientos, así como las conclusiones de la ponencia del Parlamento Vasco sobre zonas degradadas, y que supondrá la muerte definitiva del comercio local del corredor Donostia-Hondarribia, perpetuando un modelo de consumo insostenible para la vida y el medio ambiente.

Arantza González García, Coordinadora de Ezker Anitza-IU en Gipuzkoa y Santi Jimenez Ussia, Concejal de Ezker Anitza-IU en la coalición Elkarrekin Irun