Movimiento de Pensionistas de Euskal Herria.- El pasado sábado 13 de febrero, 12.000 pensionistas, trabajadoras/es, mujeres, jóvenes... hemos salido a las calles, hoy 13-F, guardando todas las medidas de prevención y seguridad sanitaria, en Bilbao, Donostia, Gasteiz, lruñea y en más de 30 pueblos de las cuatro provincias para demandar una vez más unas pensiones públicas, dignas y suficientes y un Sistema Público y Universal que las garantice.

Llevamos más de tres años, desde el 15 de enero de 2018, movilizándonos sin práctica interrupción. 154 lunes concentrándonos en las cuatro capitales y en unos 70 pueblos de la geografía vasca. Hemos llevado a cabo docenas de manifestaciones provinciales y comarcales. Y una movilización y huelga general el 30 de enero del año pasado, junto a la mayoría de los sindicatos, colectivos de mujeres, jóvenes y otros sectores sociales.

Producto de esas movilizaciones y protestas conseguimos algunas pequeñas mejoras. Pero nos encontramos con que siguen sin atenderse nuestras demandas más importantes y que se ciernen sobre nuestras cabezas negros nubarrones. Las declaraciones públicas del Ministro de Seguridad Social sobre su pretensión de reducir el gasto en pensiones en 30.000 millones de euros y así conseguir el visto bueno para la recepción de los Fondos Europeos de Recuperación. Las manifestaciones en el mismo sentido de la Vicepresidenta Calviño defendiendo la prolongación de los 25 a los 35 años para el cálculo del salario regulador de las pensiones, ante comisarios económicos de la UR.

De igual modo, la falta de disposición del Gobierno de Pedro Sánchez para una aplicación positiva de las recomendaciones del Pacto de Toledo aprobadas por el Congreso -que en si mismas recogen muchas medidas de recortes y regresivas- o la incapacidad de sacar algo positivo en las negociaciones de la Mesa de Dialogo Social, donde las posiciones no sólo del gobierno sino de los sindicatos UGT y CCOO son muy tímidas ante los chantajes del empresariado y de los grandes poderes económicos, aprovechándose además de la coartada de la pandemia.

Tampoco podemos dejar de citar el carácter rácano y continuista de los presupuestos de la CAV, aprobados el jueves con el apoyo de la mayaría absoluta del PNV y PSE en el Parlamento de Gasteiz y que no servirán para mejorar las condiciones de vida para buena parte de la sociedad, en sintonía con la riqueza que producimos.

Ante este panorama tan difícil y complicado no nos queda otra respuesta que seguir movilizándonos como lo hemos hecho el día de hoy. Protestas que estamos dispuestos/as a continuar en las próximas semanas y meses, en ocasiones de un modo autónomo y en otras junto a sindicatos, colectivos de mujeres, jóvenes y otros sectores sociales en defensa de unas pensiones públicas y dignas, apoyando al mismo tiempo la mejora de los derechos laborales y sociales, así como un sistema público sanitario y socio sanitario que proteja nuestra salud y nuestra vida.

No nos queda sino agradecer a todos los sindicatos y colectivos que forman parte a la Carta de Derechos Sociales de Euskal Herria, a los sindicatos CNT y CGT, a las plataformas del movimiento feminista — entre ellas Emakumeen Munduko Martxa — así como a los colectivos juveniles Eragin, Ernai, GKL, Ikasle Sindikatua, Ikasle Ekintza, a las asociaciones de familiares de residentes y de otro tipo como Orain Ardura, que nos han apoyado en esta movilización en Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa.

Gobierne quien gobierne las pensiones, la salud y la vida se defienden