Korapilatuz denuncia las dificultades que se ponen para que personas voluntarias de diferentes entidades y colectivos acompañen en las citas de servicios sociales. Entienden que el uso como evasiva de la Ley Orgánica de Protección de Datos no es de recibo. Y solicitan “una política de buenas prácticas y buen trato dentro de una auténtica política de cuidados de las personas”
Nadie pensaría que una persona no pueda ir acompañada a una consulta médica, “entonces, ¿por qué para asistir a una cita con la trabajadora social en Servicios Sociales hay tantos problemas?” se pregunta el espacio social Korapilatuz. “Hemos tenido menos problemas en una sucursal bancaria cuando hemos ido a hablar de dar una solución a un desahucio con un director de sucursal que en una cita en servicios sociales” explican.
Una de las razones esgrimidas suele ser la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal (LOPD), sin embargo, según Korapilatuz “se pone como excusa la LOPD pero en ninguna ocasión se ha ofrecido una solución, como por ejemplo, pedir el consentimiento expreso y por escrito como específica la ley,” aunque la ley lo reclame “respecto a los datos relativos a la ideología, afiliación sindical, religión y creencias y no en estos casos” continúan desde Korapilatuz. Pero “esto no es más que una evasiva que formulan para que determinadas personas voluntarias no acompañen a personas en diferentes situaciones de vulnerabilidad” denuncian y añaden que “lo importante son las personas” y que impedir que vayan acompañadas “no perjudica a las personas que acompañamos sino a las personas a las que se les debería dar una solución a su situación”.
Toda persona debería tener derecho a ir acompañada, insisten desde Korapilatuz, pero más si son personas “con una salud delicada, son personas mayores o no entienden bien el idioma”. En estos, y en todos los casos, el acompañamiento “da mayor seguridad a la persona”. Desde Korapilatuz también insisten en que “la información se dé por escrito” ya sea, por ejemplo, “los datos de la próxima cita o las soluciones propuestas que se van a llevar a cabo por parte de la trabajadora social”. El hecho que toda la comunicación se dé por escrito es una reivindicación “histórica” por parte de los colectivos y entidades que componen Korapilatuz. Para estos colectivos y entidades es “difícil compaginar esta forma sistemática de actuar, sin dar nada por escrito, con la política de transparencia que se dice llevar a cabo desde el Ayuntamiento”.
Otra situación que impide el acompañamiento son las consultas telefónicas que en todas las ocasiones, pero en ciertas situaciones, “deben ser desaconsejadas por las dificultades que entrañan para mantener una comunicación fluida”. Según explican “estamos en una situación en la que no es comprensible, ni por medidas COVID, el que no se puedan realizar las citas presencialmente”. “Lo que no se puede”, denuncian, es que “se utilicen subterfugios como adelantar las consultas telefónicas para impedir que pueda estar presente una persona acompañándola”.
Korapilatuz solicita igualmente que se lleve a cabo “una política de buenas prácticas y buen trato dentro de una auténtica política de cuidados de las personas que se ven obligadas a acercarse a los Servicios Sociales” mas si cabe cuando “se acercan con situaciones de vulnerabilidad provocadas por diversas circunstancias que hacen que sea muy difícil gestionar para las personas”.
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