Las manos de cientos de bidasotarras también hicieron historia

A las nueve era la hora de salida, y tras esperar a algún remolón y remolona y superar algunos problemillas con los buses, 15 autobuses partieron desde Irun y Hondarribia  hacia los kilometros 105, 106 y 107 de los 123 que separan Durango e Iruña. Pero que ayer, esa distancia, se llenaría de decenas de miles de ciudadan@s que uniendo sus manos reclamaban derecho a decidir.

Cuando el primer autobus llegó al punto de destino, ya esperaban allí decenas de bidasotarras que habían acudido en sus coches y furgonetas para sumarse a la cadena humana. Fueron más de 1300 personas residentes en Bidasoaldea las que habían dado su nombre para participar en la movilización de ayer, sin contar a los niños y niñas ni a las personas que se habían apuntado a través de internet.

La Guardia Civil también quiso estar presente en el acto histórico de ayer. Los miembros de la benemérita colocaron algún control el la carretera y luego ya en Itza, decidieron multar a todo lo que se les ponía a tiro, como así ocurrió con la furgoneta que acompañaban al vecino de Landetxa Iban Garcia y al azpeitiarra Jon Bikendi que habían unido las 7 capitales de Euskal Herria en una marcha ciclista. Pero su participación no fué a más, por lo menos en los kilometros que correspondían a nuestro eskualde.

Los organizadores, armados de paciencia, además de tener  que bregar con los miembros del instituto armado, también lo tuvieron que hacer con l@s asistentes para que la cadena humana fuera tomando forma, ya que a causa del sol, que en esos momentos calentaba con fuerza, algun@s preferían estar a la sombra.
A las 12, cuando sonó la bocina que daba comienzo al acto, el nerviosismo se acabó ya que la cadena se había formado. La preocupación dió paso a la satisfacción y a la fiesta. Las personas que formaban la cadena humana empezaron a hacer la ola. Ola tras ola que se paraban cuando algún vehículo pasaba por la carretera o pasaba el helicóptero que tomaba las imágenes para poder saludar.
A las 12:30, cuando finalizaba el acto, la felicidad iluminaba el semblante de l@s participantes, que sabían que habían participado en algo histórico, y más aún cuando se enteraron que eran más de 150.000 las personas que habían formado la cadena humana.
Era hora de tomar de nuevo el autobus. Unos con destino a casa (algunos un poco más tarde a causa de nuevos problemillas técnicos con el bus) y otros a Iruña, para participar en el acto que tuvo lugar a las 2 de la tarde. Eso si, no sin antes recoger toda la basura y dejarlo todo limpio.
Más tarde, la fiesta continuó por las calles de la parte vieja iruindarra y algun@s, la alargaron un poco más en las calles de sus lugares de origen.

 

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