La tarde del jueves no pronosticaba buenas vibraciones. La amenaza de lluvia, que finalmente cayó a ratos, y la escasa presencia de público a primeras horas de la tarde no auguraba nada bueno. Sin embargo, fue una tarde y noche que mantuvo el nivel de estas fiestas con buena presencia de personas disfrutando de las actividades programadas.

La amenaza y confirmación palmaria de la presencia de la lluvia hizo que el espectáculo de acrobacia Mosse se trasladará al escenario que dadas sus dimensiones ha permitido ser un buen refugio para la lluvia. En el se pudo ver las acrobacias que dejaron con la boca abierta y el estallido de aplausos a la mucha gente menuda y no tan menuda que se dio cita allí. Tal vez ávidas de espectáculos de este tipo se les quedo un poquito corto.

Durante toda la tarde se iba concentrando cada vez más personas a la plaza y se arremolinaba en torno a la txosna creando un excelente ambiente que continúo con la ya tradicional Milla Moskutarra. Los y las participantes de esta prueba deportivo-popular, pronto olímpica, tuvieron que dar seis vueltas a la plaza. Se apuntaron 16 personas de muy diversas edades, alguna tan joven que realizo el recorrido en cuatro ruedas, no sabemos si bien despierto o durmiendo plácidamente. Ésta es una prueba que parece ir consolidándose en la preparación olímpica de los y las atletas de élite, valga la broma.

De algo que se consolida a algo nuevo. Era la primer vez que se contaba con un monologista en estas fiestas. El honor lo tuvo Unai Ormaetxea que encandilo con su monólogo en euskera a las presentes. Para terminar repetían actuación el grupo Radio Fanjun. Igual que con las acrobacias se trasladó al escenario dónde Radio Fanjul junto a las presentes crearon un ambiente especial dónde se pudo ver como algunas disfrutaban de unos bailes. En estas fiestas es posible todo.