El Pleno ordinario celebrado el pasado miércoles en el Ayuntamiento de Irun era la oportunidad perfecta para avanzar en lo social y posicionarse a favor de la dignificación de las condiciones laborales de las trabajadoras y trabajadores de las empresas que prestan servicio para el propio ayuntamiento, es decir, para los trabajadores y trabajadoras de las subcontratas.

Sin embargo, según se pudo comprobar en la sesión de Pleno, no existe por parte del grupo de Gobierno un compromiso contundente y valiente que responda de forma efectiva ante esta cruda realidad que precariza los empleos subcontratados.

Hace ya semanas que desde el Sindicato ELA hicimos llegar a todos los grupos políticos del ayuntamiento una moción que pedíamos discutir en el Pleno realizado el pasado día 30. Una moción que busca algo tan básico como garantizar la estabilidad laboral de los trabajadores subcontratados mediante la subrogación en caso de cambio de empresa, y aplicar como mínimo el último convenio provincial del sector. También incluye la necesidad de prevér sanciones para aquellas empresas que no cumplan con las dos cláusulas previamente mencionadas. Vamos, un suelo sólido donde mantenerse en pié.

Pues ante la solicitud expresa de que se aprueben en Pleno estos mínimos, nos encontramos ante una jugada maestra del grupo de Gobierno, que por no votar en contra de nuestra moción y quedarse con el culo al aire, planteó una moción alternativa y diluida que evitó someter a voto la moción de ELA.

Toda una estrategia para evitar quedar en evidencia por votar en contra de cláusulas sociales concretas. Porque claro, ¿cómo explicar a todo un pueblo que su Gobierno no quiere comprometerse a consolidar el empleo y aplicar unos mínimos en las condiciones laborales? ¿Para qué meterse en ese berenjenal si puede redactar un texto con mucho discurso y poco contenido que le permite salvar la papeleta ante los ciudadanos y le evita enfrentarse desde el barro a un verdadero cambio del modelo de sociedad?  ¡Con lo bonito que queda decir que estamos a favor de lo social y que trabajaremos por conseguir más justicia e igualdad!

Pero a estas alturas de poco sirve el mero relato. Menos cuento y más soluciones.

El grupo de Gobierno justificó su propuesta alternativa basandose en no poder aprobar el texto de ELA por cuestiones jurídicas que lo impedían. Todo un clásico vaya. Supuestamente existen impedimientos legales que obligan al Gobierno municipal plantear algo diferente y dentro del marco legal. Curiosamente aún no conocemos informe escrito que detalle lo defendido en dicha tesis. Y es curioso también que muchos otros ayuntamientos de Euskal Herria, ayuntamientos de diferentes colores políticos,  ya hayan aprobado el mismo texto.

Es obvio pues que el motivo real por el que no quieren dar cabida al texto presentado por ELA nada tiene que ver con lo jurídico. Bien sabemos todos que es más facíl justificar ciertas decisiones políticas mediante argumentos jurídicos... el famoso “nos encantaría pero no es posible, ya que la ley no lo permite”. Falacias. Es cuestión de voluntad política, y no nos valen las medias tintas. No vale evitar el debate, igual que no vale lavarse la cara a la vez que se priorizan otros intereses a los propios de las personas trabajadoras.

Uxue Mingo Arruabarrena
ELA Oarso-Bidasoa