38 años después de la proclamación de La Constitución de 1978, podemos constatar que ha sido incapaz de ofrecer una solución a los graves problemas que existen en el conjunto del Estado. Paro, deterioro irrefrenable de derechos como la educación pública y la sanidad universal, mordaza a las libertades, corrupción, desconfianza ciudadana en las instituciones, desigualdad de género y terrorismo machista. Estos son tan solo algunos de los problemas que la ciudadanía sufrimos y soportamos cada día con más crudeza.
El modelo de Estado y de Gobierno surgido de la llamada Transición está roto: la Constitución de 1978 declara derechos que nadie garantiza (vivienda y trabajo dignos, servicios público de calidad y de acceso universal, redistribución de la riqueza, etc.), y en tiempos difíciles como los actuales hace recaer todo el peso sobre las familias trabajadoras, liquidando la democracia formal en favor de la dictadura de los mercados.
La crisis económica global en la que estamos envueltos nos a puesto de manifiesto que no hay tanta libertad, ni tanta vivienda, ni tantos derechos como la Constitución proclama, por ello, sólo desde una ruptura con el sistema actual puede haber una salida real, una salida social a la crisis que dé respuesta a las necesidades de los millones de personas que sufren directamente sus consecuencias.
Una ruptura hecha también desde el feminismo, como garantía de emancipación de todas, desde luego de las mujeres, como contrapoder y empoderamiento en la sociedad patriarcal y capitalista, se conseguirá una República en la que, sin ciudadanas de segunda, las mujeres vuelvan a jugar el papel que les corresponde sin que la historia las silencie.
Por ello planteamos la necesidad de superar el agotado y carcomido régimen del 78, como paso imprescindible para construir un nuevo modelo de Estado y de sociedad, más justo, igualitario, democrático y social. Lo que ofrecemos es responder a ese proceso de regresión social con una alternativa constituyente republicana, no nos vale con reformas parciales, de maquillaje y cosmética de la Carta Magna sino que hace falta escribir un nuevo texto a partir de un proceso constituyente participativo de abajo a arriba.
Es la hora de la República laica, feminista, participativa y solidaria, con claro componente social y con respeto a la identidad de los pueblos y su derecho a decidir.
Fuera la monarquía! Gora Errepublika!
Asociación Republicana de Andoain "Belabieta", Asociación Republicana Irunesa “Nicolás Guerendiain”, Agrupación Republicana de Oarsoaldea "Pikoketa", Colectivo Republicano de Euskal Herria, Donostiako Errepublikarrak, Junta Estatal Republicana, Tolosako Foro Errepublikanoa, Unidad Cívica por la República
Fotos...
- Calendario
- Inicie sesión para comentar
- 997 lecturas
- Euskara