El Consejo de Gobierno de la Diputación de Gipuzkoa ha denegado la solicitud presentada por el movimiento vecinal Satorralaia con el aval de 8.916 firmas de donostiarras para la realización de una consulta popular sobre la pasante de Metro en Donostia. Esta negativa de la Diputación no nos ha pillado de sorpresa y confirma lo que reiteradamente venimos denunciando: la ausencia de cauces de participación y la nula voluntad de las instituciones de consultar a la ciudadanía acerca de este proyecto que suscita un amplio desacuerdo en la ciudad.

El pasado mes de julio entregamos a la Diputación y al Gobierno Vasco cerca de 9.000 firmas de donostiarras solicitando la paralización del proyecto y la puesta en marcha de un proceso participativo que culmine con una consulta popular sobre la pasante de Metro en Donostia. Mientras el Gobierno Vasco mantiene silencio, el Consejo de Gobierno Foral ha denegado nuestra solicitud de consulta popular que versaba sobre la participación de la Diputación en  la financiación del proyecto. Alega que “el hecho de apoyar un proyecto o una política cuya competencia es de otra institución, no deriva en que dicho proyecto o política pase a ser competencia de aquella”, aspecto este que no abordamos en la consulta planteada. A continuación señala que “es cierto que era intención de la Diputación Foral apoyar dicho proyecto, para lo que destinó 400.000 euros en el presupuesto de 2016. Sin embargo –prosigue–, en la actualidad este crédito está destinado a financiar prestaciones del Departamento de Políticas Sociales”. Por lo que, de forma maquiavélica, concluye: “En este caso se propone que la consulta sea referida a la ejecución de una partida presupuestaria, lo cual no se considera oportuno en estos momentos”. Pues bien, denunciamos que todo esto es simplemente un fraude, una argucia destinada a dejar nuestra solicitud sin efecto y transformar las miles de firmas en papel mojado.

A día de hoy, está claro que no existe ni voluntad ni honestidad por parte del Gobierno Vasco, del Ayuntamiento y de la Diputación para promover la participación pública en el debate y en las decisiones relacionadas con la pasante de Metro. La opacidad sigue envolviendo el proyecto. A este respecto, el Gobierno Vasco ni siquiera se dignó a contestar a nuestra solicitud de reunión para plantearle la necesidad de un proceso participativo de este tipo. A su vez, cuando acudimos al Ayuntamiento para solicitar cauces de participación y para explorar la posibilidad de realizar una consulta popular apoyándonos en el reglamento municipal de consultas, el Alcalde Eneko Goia nos aseguró que el Ayuntamiento no tenía ninguna competencia y que no podía hacer nada en este asunto. Sin embargo, meses después nos enteramos que tiene intención de modificar el Plan General para recalificar los terrenos de Eusko Tren en Easo con el fin de generar mediante esa operación alrededor de 30 millones de euros destinados a la financiación de la obra de la pasante del Metro. Parece que ahora sí tiene competencias. En este sentido, exigimos al Alcalde Eneko Goia que clarifique qué trámites municipales son preceptivos para iniciar la ejecución de las obras.

Por todo ello, queremos denunciar la hipocresía de las instituciones que nos gobiernan, que se llenan la boca de palabras como “participación”, “democracia participativa” y “transparencia”, pero que, a la hora de la verdad, impiden cualquier intento de participación por parte de la ciudadanía en la toma de decisiones sobre cuestiones importantes que le afectan. Nos dicen que estas son las vías por las que deben canalizarse las reivindicaciones y exigencias populares, pero ¿cuál está siendo el resultado? ¿Qué es lo que impide el impulso, hoy mismo, de un proceso participativo en torno a  la pasante del Metro? ¿Qué posibilidades de participación se ofrecen desde las instituciones para que el debate sea público y transparente, y para que las decisiones sean adoptadas de forma libre e informada? Si están tan seguras y seguros de la aceptación que tiene el proyecto de la pasante de Metro entre los vecinos y vecinas de Donostia, ¿a qué tienen miedo?

Movimiento vecinal Satorralaia por la paralización de la pasante de Metro