Nos hemos despertado con la melodía de la alboka y tras desayunar hemos comenzado a pedalear nuevamente. Las poblaciones afectadas por el último proyecto de TAV, Ekai, Zuatzu y Satrustegi han sido testigos de nuestro paso. Mientras transcurríamos por los pueblos de Sakana, las habitantes jóvenes y no tan jóvenes  de los mismos se han ido uniendo a la marcha,  destacando la cuadrilla de niñas que ha comenzado entusismada a pedalear en Ihabar. El rico almuercico de Lakuntza nos ha ayudado a llegar a Etxarri Aranaz.  En la orilla de un camino por donde numerosas personas pasean buscando gozar de la naturaleza, hemos inaugurado el monolito en contra del TAV. Tras un aurresku, tres miembros de diversas organizaciones de Sakana han reafirmado su compromiso en contra del TAV y a favor del tren convencional.

En las cercanías de Aritzalko nos han explicado   la destrucción que causaría el TAV ya que el pasadizo natural de la fauna salvaje entre Aralar y Urbasa resultaría totalmente dañado.

Aprovechando que eran fiestas en Bakaiku hemos hecho un descansico para repartir información entre sus vecinas.

Después de disfrutar de la deliciosa comida preparada por la sociedad Aitzkozar de Iturmendi nos hemos dirigido a Ziordia para juntarnos con  la otra marcha anti TAV que provenía de Alava. A partir de ahí se ha duplicado el pelotón reavivándose los gritos reivindicativos.  La marcha de bicis ha seguido más marchosa que nunca .En el mismo Ziordia hemos podido conocer el proyecto autogestionado Amarauna por boca de sus miembros. Este antiguo convento ofrece su espacio y su entorno al movimiento popular de Euskal Herria para realizar encuentros,ornadas y diversas actividades.

Junto a la columna “patatera” hemos recorrido alegremente el camino hasta Altsasu. Tras atravesar el pueblo ha dado comienzo el acto de despedida y cierre de la marcha. Han tomado palabra un miembro de cada marcha y además han informado sobre próximas convocatorias. Hemos realizado el sorteo de una bicicleta para financiar la marcha y una marchista alavesa ha sido la afortunada ganadora.

Esta iniciativa que comenzó en Marcilla y ha concluido en Altsasu ha fortalecido el compromiso y llenado de argumentos la lucha contra el TAV.