Durante las últimas semanas diferentes mujeres de Bidasoaldea, sin ningún tipo de vinculación con las instituciones, nos hemos reunido para organizar la jornada del 8 marzo, para posibilitar en nuestra zona a todas las mujeres un espacio de reivindicación sobre la necesidad de terminar con este sistema cisheteropatriarcal que sigue sometiendo y aplastando a las mujeres (mujeres entendidas desde la más amplia diversidad).
Este sistema capitalista, racista y cisheteropatriarcal sigue generando una división sexual en la mayoría de los ámbitos: laboral, relacional, doméstico, económico,… Siendo aquellos aspectos impuestos a las mujeres (la responsabilidad acerca de los cuidados, las tareas domésticas, la educación, etc…) invisibilizados e infravalorados por toda la sociedad. Este sistema no valora por igual los empleos de las mujeres, tal y como lo demuestra que en Hego Euskal Herria nosotras cobremos de media 7.680€ menos al año que los hombres, y que siga reproduciéndose la precariedad de los trabajos feminizados, e invisibilizadose todos aquellos trabajos de cuidado que se realizan mayoritariamente de manera gratuita o con condiciones laborales detestables. Siendo además, las mujeres migrantes las más perjudicadas, puesto que la mayoría de las trabajadoras del hogar son extranjeras.
Consideramos que es necesario parar los discursos políticos vacíos y exigir el cambio y la acción a las instituciones, ya que la violencia machista desgraciadamente conduce al aumento de los feminicidios, siendo este el genocidio silencioso de la actualidad. No obstante, las múltiples violencias hacia las mujeres van más allá de la agresión física, y es indispensable que las instituciones integren en sus políticas actuaciones en pos de la eliminación de todas estas múltiples violencias. Tema especialmente importante en nuestros municipios, donde los ayuntamientos se niegan a mediar en la brecha social que ha supuesto el alarde, donde una vez más las más agredidas somos las mujeres por defender nuestros derechos e ideales desde ambas posturas.
Hartas ya de la ausencia de una protección institucional ante la cantidad de agresiones que vivimos (176 mujeres fueron agredidas en el 2016 en Irun), de que se promueva la cosificación de las mujeres a través de múltiples conductas, como los concursos de belleza infantiles en nuestros municipios, de políticas que conllevan que las suspensiones de la RGI en los últimos años se realicen en su mayoría a madres que asumen solas la crianza, de que las reformas en las pensiones perjudiquen mayormente a las mujeres, como será el caso con la nueva reforma al aplicar el factor de sostenibilidad, de la marginación y discriminación a las mujeres con diversidad funcional, y de que pobreza y riesgo de exclusión tengan cara de mujer, llamamos a todas las mujeres a plantarnos el 8 de marzo.
Entendemos que no todas podremos realizar una huelga completa, por lo que invitamos a:
- La huelga total de empleo, de estudiantes, de cuidado y de consumo
- Convocamos a las mujeres a parar en los centros educativos y de trabajo, y a participar en la manifestación a las 12:00 en la Plaza de San Juan, y la concentración a las 18:00 en San Juan que seguirá con una cadena humana hasta los juzgados, por lo que os invitamos a que llevéis pañuelos morados.
- Realizar actos simbólicos como el uso de brazaletes morados y colgar los delantales en los balcones y ventanas en señal de huelga, así como a no consumir, especialmente en grandes empresas y superficies que simbolizan la explotación laboral y de recursos, revelándonos contra los mandatos consumistas.
Queremos reconfigurar el escenario de las mujeres en las calles, las casas, en sus lugares de trabajo y en el espacio íntimo. Una huelga que atraviesa lo laboral, lo político, lo vital y lo económico. El 8 de marzo queremos mostrar a todas la sociedad que si nosotras nos paramos, se para el mundo.
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