Vamos a analizar los presupuestos en términos generales, así como los tiempos que vamos a manejar y la negociación que previsiblemente existirá con el resto de los grupos de cara a sacar adelante nuestros objetivos.

  1. El presupuesto en líneas generales mantiene el espíritu de las últimas décadas:
    - Un modelo de gestión de lo público ligado a favorecer los intereses privados mediante las subcontrataciones: situación que nos lleva a hipotecar las políticas públicas a medio plazo, como en el caso de los parking´s subterráneos o la OTA, y que también permite al gobierno municipal desentenderse de los conflictos laborales que surgen por la precariedad que instalan las subcontratas en los servicios públicos. La tendencia año tras año es aumentar las subcontratas.

    - Un modelo que sigue sin entender la necesidad de dar una vuelta de 180º a las políticas de juventud, igualdad o impulso a la ciudad –pequeño comercio, empleo, etcétera–. Las y los jóvenes tienen la sensación de no poder hacer nada en Irun pasados los 16 años, una clara muestra son los presupuestos participativos y cómo inciden en la necesidad de ampliar las actividades culturales, de ocio y deportes. Pero nada, el gobierno municipal sigue con cantos de sirena y con juegos de trileros: el Alcalde hace reuniones con jóvenes de Irun para conocer sus preocupaciones, y con actitud paternalista da por zanjado el asunto. Ninguna inversión para juventud. ¡Ninguna!. Ninguna inversión para dar comienzo con el proyecto de la casa de la mujer. ¡Ninguna! En Podemos Irun seguimos viendo la necesidad de ampliar las inversiones en equipamientos culturales. El equipo de gobierno no ve la necesidad.

    - El empleo, y en concreto el empleo digno y con derechos, sigue siendo la principal preocupación de la ciudadanía; Irun sigue siendo una de las ciudades del territorio con mayor tasa de paro. Y lo que es peor, el poco empleo que se crea es temporal y precario. Pero nada, en los presupuestos ninguna línea de financiación nueva a paliar esta situación: cierra el ITC, no hacen más que cerrar pequeños comercios, el tejido industrial no crece como correspondería, no existe un modelo de turismo que vaya más allá de la estacionalidad en verano, etc.; eso sí, el gobierno municipal no perderá la ocasión para sacar innumerables proyectos con foto incluida de entrega de premios, postureo y frustración para los desempleados.

    - Por otro lado, debemos recortar en maquinaria de propaganda del gobierno municipal, en inversiones que no dan respuesta a las necesidades de la gente, y ajustar partidas que no terminan de ejecutarse pero se presupuestan año tras año.

  2. El Sr. Santano, fruto de su debilidad política y de la necesidad de alcanzar acuerdos, ha planteado guiños, motivados por la implantación de servicios nuevos fruto del decreto de cartera [Centro de inclusión y el SAD]. Pero no basta para que nuestro grupo vea un cambio de modelo sustancial. Las políticas en la mayoría de los casos siguen siendo las mismas. En estos momentos, tal y como se nos presenta el presupuesto, nuestro grupo no lo apoyará.

  3. Ninguna confianza tenemos en el proceso de negociación con el gobierno municipal. La práctica habitual del PSE es el engaño, la manipulación y la mentira. Así lo vivimos en la tramitación de la modificación de crédito de 2 millones hace dos meses. El PSE no entiende que está en minoría, que los tiempos de las mayorías cómodas han pasado. Por tanto, queremos lanzar dos premisas de cara a la negociación: que esta deberá efectuarse con luz y taquígrafos, que nada se negociará sin que sea público y se conozca –ya que la desconfianza es total–; y por otro lado, no admitiremos que el PSE siga priorizando el acuerdo y pacto con el PP. Si mantiene su política de acuerdo y pacto con el PP, y sigue compartiendo el modelo de ciudad del PP, con nosotros no tienen nada que hacer.

Sí se puede Irun