Hoy sábado 27 de julio Irungo Harrera Sarea ha celebrado un desayuno solidario en la plaza San Juan de Irun. En el mismo hemos realizado una rueda de prensa para informar sobre la situación actual en la comarca fronteriza.

Se cumple un año del comienzo de las actividades de IHS para apoyo y solidaridad a las personas migrantes que tratan de viajar cruzando las fronteras europeas. Este apoyo sigue siendo absolutamente necesario puesto que a estas personas, entre las que encontramos menores; personas necesitadas de protección internacional; mujeres etc. se les niegan sistemáticamente los visados necesarios para poder realizar un viaje seguro.

Consecuencia de todo ello, la muerte de más de 150 personas en el Mediterráneo hace dos días. Además de empujadas a la muerte, la UE está criminalizando a las ONG que quieren prestar auxilio. No son pocas las personas que llegadas a Irun nos han trasladado vivencias similares a lo ocurrido en el naufragio. Personas que han logrado sobrevivir a tragedias fácilmente evitables. Estas muertes son parte de las políticas de control racistas implementadas por la UE, medidas que las convierte en carne de cañón para redes de tráfico o trata.

Entre enero-julio 2019 y como respuesta a estas políticas migratorias de muerte, Irungo Harrera Sarea ha atendido a 1.487 personas. Entre ellas, 95 menores, 129 mujeres y 1.263 hombres. Se han prestado 3.350 servicios entre ropero, harrera (acogida) y gautxori. La inmensa mayoría provenientes de África y con rumbo a países del norte de Europa. Todas en situación irregular y muy vulnerables por los condicionantes expuestos más arriba.

Más allá de que la llegada de personas aumente o disminuya, las condiciones de migración no varían: clandestinidad obligada y vulnerabilidad forzosa e inducida. Añadir a todo ello, la vulneración de derechos fundamentales con las expulsiones ilegales que continua realizando la policía francesa en la frontera con Irun. El caso más reciente constatado por Irungo Harrera Sarea es el de dos mujeres que esta misma semana, el 23 de julio, han sido expulsadas a Irun tras ser detenidas en Burdeos, sin realizar ninguno de los trámites dispuestos por la ley. Es decir, una expulsión ilegal.

Por todo ello, dentro de las actividades de solidaridad y apoyo, Irungo Harrera Sarea participará en las actividades de la contracumbre del G7 que se celebrará en la comarca a finales de agosto y a la que invitamos a participar a todas las gentes que quieren decirle basta a un sistema que está arrasando con las personas y el planeta, empezando por las más vulnerables, pero que no serán las únicas.Por otro lado, IHS seguimos realizando esa tarea imprescindible a la intemperie, puesto que el ayuntamiento de Irun sigue sin considerar necesario cedernos un espacio donde se pueda atender a estas personas de manera adecuada y no con la precariedad con la que nos vemos obligadas a hacerlo en plena calle.

Respecto a asumir las responsabilidades que cada administración tiene sobre la acogida de migrantes, estaremos atentas a cómo afecta la medida del gobierno central sobre acogida de refugiadas. Esta misma semana se ha comunicado que los dispositivos preparados para acogida de migrantes también acogerán a personas refugiadas. La justificación de aprovechar recursos existentes e infrautilizados nos parece lógica, es lo que hemos reivindicado desde el principio.

Pero lugares preparados para la estancia de unos pocos días no nos parecen los adecuados para alojar a personas que pasan meses en espera de una respuesta por parte de la administración.

Por todo ello y ante las políticas de control racistas y mortíferas, este no ha sido más que el primer año de un futuro de solidaridad, denuncia y apoyo a las y los migrantes.