Entre cuatro paredes

Foto: blackcontemporarygallery.comCáritas.- Está nerviosa. Las noticias la confunden y preocupan. Aunque cobra la RGI (Renta de Garantía de Ingresos) su economía se tambalea. El Covid-19 está pasando factura a muchas familias vulnerables que intentan esquivarlo a base de solidaridad y cercanía.

Es madre de cuatro hijos.

Sí. La mayor, tiene 17 años, los dos siguientes, 14 y 13. Y la pequeña, dos añitos.

Siguen estudiando en casa.

Claro. Comparten el ordenador para hacer los deberes, etc.

Antes almorzaban en el comedor del colegio.

Sí. Ahora los cinco lo hacemos en casa con lo que eso supone en gastos de alimentación. Cuando salgo a la compra, los cuatro se quedan en casa. No bajo a menudo porque tengo miedo a contagiarme, y claro, de enfermar a mis hijos. Estoy preocupada por las noticias que escucho en la televisión, en las redes sociales...

¿Cómo lleva el confinamiento?

Bueno... Mi casa es pequeña; unos 70 metros cuadrados. Estamos muy juntos, por lo que las consecuencias del virus me inquietan. Además los dos pequeños y yo, somos asmáticos.

Como nota positiva, las/os educadoras/os de su localidad, les envían actividades a sus hijas/os.

Sí. Para que los niños estén entretenidos les proponen diferentes labores. Por ejemplo, elegir una receta y cocinarla. Los míos decidieron hacer croquetas. Una de mis hijas estaba estudiando un módulo de cocina e iba a comenzar a hacer las prácticas, pero... Ahora en casa, con su ayuda, los otros tres elaboran los platos. Graban como lo preparan y los envían a un WhatsApp grupal para saber quién ha sido el vencedor. Realizan diferentes actividades que los tienen entretenidos. Lo agradezco mucho.

Y CARITAS GIPUZKOA le está acompañando a usted.

Sí. Tengo una educadora de referencia a la que llamo varias veces. Hablamos por teléfono y me tranquiliza. Se preocupa por mí y me ayuda mucho.

Su marido se encuentra en prisión.

Sí. Lejos. No tengo medios para desplazarme todos los meses por lo que no he estado con mi marido desde hace cinco meses. Y él hace tiempo que tampoco ha visto a nuestra hija de dos años. Teníamos un vis a vis el 13 de marzo pero se suspendió por el virus. Por lo visto, a diferencia de los que están en el economato de la prisión, los demás tienen carencia de guantes y mascarillas. Él, por otra parte, está muy preocupado porque su padre está enfermo –no puede andar – y hace años que no lo ha visto.

A lo largo del confinamiento falleció un familiar.

Sí. Una tía. Estaba ingresada en el hospital y hace unos días nos comunicaron que había muerto. Mi tía tenía diez hermanos y naturalmente todas/os querían despedirse de ella. En el funeral, con las medidas de precaución, respetando las distancias, ataviados de guantes y mascarillas –no pudieron tocar el ataúd– en la medida de lo posible, pudieron despedir a su hermana. Otra consecuencia más del Coronavirus. Sí. Fue duro no poderle dar el último beso.

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