Desde Amigos de Artia nos hacen llegar una oda que ha hecho desde la Red Ciudadana de Sevilla a los Tilos de Artia y que reproducimos.

Bienaventurados los Tilos de Artia porque tienen a su lado a Artiako Lagunak para defenderlos como sus Termópilas. Tilos mágicos que atrapan afectos, ternuras, sentimientos, deseos y solidaridad.

Que han sido capaces de construir puentes de miles de kilómetros entre pueblos distantes y distintos, que han ensanchado nuestras alas para volar más alto y poderlos contemplar desde el limpio cielo. Que declaman en los duros días de invierno e interpelan a los temporales en sus noches cerradas.

Larga vida a estos testigos del tiempo, sedientos de solsticios y equinoccios, guardianes de Artia, hijos del Bidasoa, faros, tótems y espíritus protectores de su último puerto, dioses paganos que observan el mestizaje y fusión de sus aguas dulces y saladas, el devenir de sus aves y el de los corazones verdes.

Gracias a su tibio perfume y lenguaje que susurran secretos al viento, que hermanan a personas y pueblos, aunando fuerzas, imaginando realidades, promoviendo iniciativas y acciones para construir un futuro más amable.

Magníficos titanes de talud que encierran y poseen la libertad del agua de los océanos, de las tormentas, de los vientos, de los pájaros y de la tierra misma.

Inspiradores y amables vecinos que dan y entregan en grado superlativo.

Tilos que borbotan bajo la tierra, hermanados con los magnolios de Luis Cernuda, con los naranjos y limoneros de Antonio Machado y con las jacarandas, cipreses y melias de Sevilla. Su savia nos corre por las venas y hace latir nuestros corazones.

Símbolos, seña de identidad y orgullo de Artia.

Red Ciudadana de Sevilla