La Marcha Mundial de las Mujeres de Euskal Herria cierra entre Irun y Hendaia la V Acción Internacional. ¡Por encima de todos los puentes, sin fronteras!

V Emakumeen Mundu Martxa Irunen

bidasoa.hitza.eus. Urko Etxebeste.- La V Acción Internacional de la Marcha Mundial de las Mujeres ha tenido noche su última parada, entre Irun y Hendaia. Han sido cientos las que han reivindicado la destrucción de las fronteras.

La V Acción Internacional de la Marcha Mundial de las Mujeres ha finalizado este sábado entre Irun y Hendaia. ¡Por encima de todos los puentes, sin fronteras! Con el lema Transnazionik ez! Arrancó el 17 de octubre de 2020, y tras recorrer pueblo a pueblo, hoy ha terminado, cerca del 8 de marzo, en los puentes que separan Gipuzkoa y Lapurdi. La marcha ha llegado a los pueblos para negar las fronteras, las políticas migratorias y el comportamiento de las transnacionales.

Desde Hendaia ha salido primero una marcha a iniciativa de grupos feministas de Iparralde. Cuando esta columna ha llegado hasta el puente de Santiago las del sur del río Bidasoa se han sumado a la marcha: irrintzis, "Gora borroka feminista", o se han podido escuchar clamores como "no, no. no, fronteras, no" mientras recorrían el Bidasoa.

La movilización ha aumentado considerablemente, ya que cientos de personas esperaban en la zona de Ficoba hasta una marcha de más de un millar. Desde allí la comitiva ha recorrido el centro de Irun, a la plaza San Juan, en pleno centro de la ciudad. Al paso por San Juna se han podido escuchar aplausos de las participantes a las personas de Irungo Harrera Sarea que en esos momentos se encontraban como todos los días haciendo la acogida a un grupo de mujeres migrantes.

Desde allí ha vuelto a los puentes de Irun la acción que clamó por la destrucción de fronteras, en concreto al puente de la Avenida, donde se han unido las telas que han recogido en toda Euskal Herria (incluidas las de las mujeres de los pueblos de Oarso Bidasoa), las mujeres se han puesto en las filas ocupando todo el puente y una artista ha realizado una performance en medio de ellas: con la danza, la música y el arte expresivo se ha acabado el camino de la V Acción Internacional de la Marcha Mundial de las Mujeres. La creadora ha imaginado la destrucción de fronteras.

Han denunciado "las fronteras, las políticas migratorias y el comportamiento de las transnacionales" en las decenas de acciones que han organizado hasta el sábado en toda Euskal Herria, y en el acto de clausura también han puesto este mensaje en el centro. Según Ainhoa Olaso, miembro de Euskal Herriko Bilgune Feminista, varias "opresiones y explotaciones" muy visibles a nivel mundial comienzan en el propio Euskal Herria". Muchas guerras empiezan en Europa, ya que las armas se producen aquí. Por lo tanto, también nos corresponde asumir responsabilidades como vascos y vascas y europeas por encima de nuestros privilegios", ha precisado.

Noticia publicada originalmente en euskara.

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M8 2021

Comunicado de la Marcha Mundial de las Mujeres de Euskal Herria

ZUBI GUZTIEN GAINETIK MUGARIK EZ, TRANSNAZIONALIK EZ

Hemos recogido más de 60 pañuelos con compromisos feministas de 27 comarcas de Euskal Herria, fruto de las reflexiones colectivas realizadas en las diferentes ciudades, barrios, comarcas y pueblos del territorio para fisurar el sistema desde el feminismo, el antirracismo y la decolonialidad; y que además enmarcan nuestras acciones este 8 de marzo.

Nos encontramos en la muga/frontera de Irún y Hendaia, donde iniciamos nuestra acción en octubre de 2020. Esta muga representa un límite político impuesto por los estados nación, que refuerzan la gestión patriarcal y racista de los territorios. Mientras estamos aquí en el control que tenemos delante se están vulnerando los derechos humanos de decenas de personas, pero esta frontera racista no acaba en este espacio, puesto que cuando logran atravesarlo siguen estando en constante peligro de ser expulsadas. En el 2017, 9.175 personas migrantes en situación administrativa irregular fueron rechazadas en esta muga lo que se conoce como “devoluciones en caliente”. Hoy, por esto mismo, feministas migradas que forman parte de nuestro movimiento, y que han contribuido de manera activa a esta acción, no pueden estar presentes en este cierre.

Desde la Mundu Martxa, agradecemos el trabajo de organizaciones y colectivos como la Emakume Feministak Sociosanitaria, Red de Mujeres Migradas y Racializadas de Euskal Herria, Feministas por Nicaragua, Mujeres del Mundo quienes han desarrollado los contenidos políticos sin los cuales no hubiera sido posible llevar adelante esta acción para seguir generando fisuras al sistema heteropatriarcal, capitalista, racista y colonial.

Queremos seguir avanzando en la construcción de un movimiento permanente de lucha feminista, anticapitalista y antirracista, reconociendo a las personas que desarrollan su vida dentro de este territorio. La Marcha Mundial de las Mujeres de Euskal Herria, entiende el territorio por encima de las fronteras y estructuras administrativas impuestas (fronteras visibles) que dividen nuestro pueblo y han excluido y excluyen a miles de personas migradas para que accedan a derechos y a la ciudadanía.

Nuestro feminismo quiere construir un territorio en el que todas las personas que lo habiten gocen de una vida digna y para hacerlo es imprescindible romper también con las fronteras invisibles; en este sentido proponemos ubicarnos como parte de esta estructura racista y debemos asumir responsabilidades para combatir las causas de la violencia que viven las mujeres migradas y racializadas y no sólo los síntomas.

La sociedad ha normalizado la violencia racista contra los cuerpos de las personas migradas y racializadas. Son miles de personas migradas que en el Estado español y Francés se encuentran en situación irregular, lo que supone trabajar en condiciones de máxima precariedad, con derechos laborales o sociales casi inexistentes, y condenando a muchas de ellas a la explotación laboral principalmente en sectores esenciales como el del trabajo de los cuidados a personas mayores en situación de dependencia, del hogar, de limpieza o la agricultura.

No sólo NO es suficiente con denunciar las leyes injustas, sino que debemos asumir compromisos personales para romper con las políticas de control migratorio, las deportaciones, la brutalidad policial, las quitas de custodia, y las precarias condiciones laborales de los trabajos que se destinan a la población migrada.

El feminismo que queremos construir tiene que reconocer y denunciar el racismo estructural, institucional y social que se normaliza día a día en las calles de Euskal Herria. Esta acción no termina hoy 6 de marzo sino que continuaremos trabajando para construir compromisos colectivos feministas para asegurar una vida digna para todas las personas migradas que desarrollan/desarrollamos su/nuestro proyecto de vida en Euskal Herria.

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