Lakaxita cierra sus puertas. Después de servir como punto de acogida de los migrantes en transito que no tenían lugar donde cobijarse, después de meses siendo el lugar donde la red de acogida ciudadana ayudaba y atendía; finalmente, cierra. La situación es insostenible, y ayer anunciaban que se trasladaban en acampada al Antiguo Hospital, a la sede de los servicios de bienestar social.

En el Pleno del mes pasado se aprobó, entre otras cosas, la necesidad de flexibilizar los criterios de acceso de las personas en transito a Martindozenea. Días después, pasada la mesa interinstitucional donde se abordó la cuestión, nuestro grupo se enteró de que la petición había caído en oídos sordos.
 
Aun disponiendo de sitio, con la mayoría de las plazas vacías, los migrantes en transito que hubiesen estado ya 5 días no podrían estar bajo techo mas tiempo. Eso suponía que todos ellos acababan en La Kaxita. Atendidos por voluntarios y voluntarias. En unas condiciones que la red ciudadana ya ha decidido que son inadecuadas. En definitiva, estamos ante una dejadez de las administraciones públicas, compensada durante meses por la solidaridad ciudadana.

Hoy queremos constatar un fracaso. Es duro decirlo, pero es así. Pase lo que pase hoy, se resuelva temporalmente o no la situación de las personas que se quedan en la calle, la realidad es que las administraciones solo se están moviendo cuando se han enterado de la posible acampada a sus puertas. Desde hace días se sabía que La Kaxita estaba a punto de cerrar sus puertas, y más aun después de los últimos días de lluvia; y el Ayuntamiento lo ha vivido con cierta resignación. Apelando al Gobierno Vasco y al Gobierno Central, escudándose en que el Ayuntamiento no puede hacer más.

La cruda realidad es que tal vez hoy el Ayuntamiento sí acabe pudiendo hacer algo, pero debido a la presión y al miedo que tienen a la foto de una acampada a las puertas de sus despachos.