Abotsanitz.- El miércoles, día 13, se celebró la asamblea ordinaria de la Mancomunidad de Txingudi y, entre otras cuestiones, se debatió y votó sobre la Ordenanza Fiscal, es decir, sobre las tasas de residuos y agua a pagar el próximo año. El Grupo Municipal Abotsanitz de Hondarribia se sumó a la propuesta de los gestores de la mancomunidad de congelar la tasa de residuos de familias sostenibles o que reciclan, aumentar un 7,5% la de familias no sostenibles o que no reciclan, y que las familias en situación económica vulnerable paguen la mitad.
El modelo de gestión de residuos de la Mancomunidad no es el que nos gustaría, pero asumimos como una filosofía positiva de la ordenanza que se ha votado. Desde que ha tenido representación en la asamblea, Abotsanitz siempre ha manifestado que hay que penalizar a quien no recicla, y por eso hemos votado a favor, porque se congela la tasa de quienes reciclan, y se impone una subida considerable a quienes no lo hacen. Hemos votado promover un sistema más sostenible desde el punto de vista medioambiental.
Sin embargo, hay cuestiones que no nos gustan. Por ejemplo, que la penalización se oriente exclusivamente a la perspectiva económica. Por ello, también hemos solicitado medidas orientadas a la formación de la ciudadanía y a la comunicación de las razones por las que hay que reciclar. Y es que quienes no reciclan suponen un mayor coste para la mancomunidad y un mayor coste para la naturaleza. Por eso decimos que no es el sistema que a nosotros nos gustaría, porque entendemos que el sistema debería dificultar o castigar el rechazo (contenedor verde), y fomentar o permitir la recogida de materia orgánica (contenedor marrón).
También económicamente es más sostenible reciclar. Si igualáramos las cantidades de rechazo y orgánico que se recogen, sólo con eso la mancomunidad ahorraría medio millón de euros. Nos parece importante comunicarlo para que la sociedad sepa que, además de ser más dañino desde el punto de vista medioambiental, el rechazo es más caro. Es más caro no reciclar que hacerlo, y no olvidemos que estamos hablando de un servicio público que tenemos que pagar entre toda la ciudadanía.
Por eso creemos que hay que ir más allá, hay que poner límites al contenedor verde. En la asamblea pusimos como ejemplo cuando se tira la hierba cortada al contenedor verde. La hierba es un residuo natural muy rico desde el punto de vista ambiental, pero es tratado como rechazo, en vez de devolvérselo a la naturaleza a través del orgánico. Debería ser fácil conseguir este tipo de pequeños objetivos, y también en eso tiene que poner sus esfuerzos la Mancomunidad de Txingudi. Porque se puede conseguir mucho cumpliendo objetivos pequeños.
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