Bidasoaldeko Lagunak presenta alegaciones al Convenio urbanístico entre el Ayuntamiento y Brioche Pasquier Recondo SL

Día Mundial del Medio Ambiente 2021

Bidasoaldeko Lagunak.- Varias de las asociaciones que conformamos Bidasoaldeko Lagunak, ejerciendo nuestro derecho de participación ciudadana, hemos presentado alegaciones al Convenio urbanístico entre el Ayuntamiento y Brioche Pasquier Recondo SL, sobre la parcela de Azken Portu donde se ubica una de las dos factorías que la empresa posee y que se desocupará con su traslado a Ventas.

Coincidimos con el consistorio en que Azken Portu no es un lugar adecuado para la actividad industrial, pero discrepamos en que la recalificación urbanística, de industrial a residencial, solucione la degradación que sufre esta parte del espacio natural de la bahía de Txingudi. Más bien al contrario, ya que perpetuaría la ocupación artificial de este enclave robado a la marisma y al ecosistema del estuario.

Es obligación de los gobiernos y las administraciones (desde las internacionales hasta las locales) actuar decididamente frente a los graves problemas medioambientales que ya tenemos encima, como la emergencia climática, la subida del nivel del mar o la pérdida de ecosistemas y su biodiversidad.

Entre la batería de medidas que se deben implementar para evitar males mayores y mitigar las consecuencias derivadas de estos graves problemas medioambientales, está la restauración de los hábitats naturales degradados. Justamente, el pasado día 5 de junio, coincidiendo con el Día Mundial de Medio Ambiente, Naciones Unidas ha declarado el decenio 2021-2030 como el de la restauración de los ecosistemas naturales. Es una obviedad que un ecosistema de marisma solo se puede recuperar en el ámbito territorial de la propia marisma y, en este sentido, Azken Portu es una oportunidad en la que no podemos permitirnos el lujo de desperdiciar.

Han cambiado mucho las cosas desde que se construyó, a mediados del siglo XIX, la Fábrica de cerillas a orillas del Bidasoa. Hoy la conciencia y la legislación nos obligan a revertir la degradación medioambiental que hemos provocado a lo largo de muchos años de un desarrollismo desenfrenado y que nos ha traído a esta situación que, de no actuar con decisión, nos abocará a un punto de no retorno.

Esperamos que nuestro equipo de gobierno municipal irundarra, reflexione sobre estas cuestiones para que sus decisiones sean acordes y coherentes con los tiempos, circunstancias y necesidades en los que vivimos. No basta con vestir de legalidad un proyecto intentando sortear las normativas que lo constriñen por todas partes. Además, pretender presentar como una mejora lo que sería una consolidación de las afecciones negativas sobre un espacio de altísimo valor medioambiental, no es sino una forma de enmascarar las inercias de tiempos pasados, cuando preservar lo natural era visto como un obstáculo y no una necesidad.

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