Un informe del Departamento de Medio Ambiente lo considera algo “imprescindible” y urgente
Eguzki.- Eguzki ha solicitado al Ayuntamiento de Hondarribia que encargue y apruebe el proyecto de restauración de la aliseda eliminada ilegalmente en Zaldunborda y que lo haga a la mayor brevedad, con el fin de poder avanzar lo más posible este mismo invierno, época adecuada para desarrollar este tipo de labores.
La aliseda, hábitat de interés comunitario prioritario, fue eliminada en el arranque de las obras para construir un gran centro comercial (macrooutlet), muy contestado por entidades ciudadanas y ecologistas. Estas obras luego fueron paralizadas como consecuencia de que el proyecto quedó sin cobertura legal, al haber decidido anular el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco el Plan General de Hondarribia. Pero, para entonces, el Departamento de Medio Ambiente del Gobierno Vasco ya había advertido de que la aliseda debía ser preservada.
Precisamente es un informe recientemente emitido por este Departamento, en el marco de la Evaluación Ambiental Estratégica Ordinaria del Plan General que sustituirá al anulado, el que ha dado pie a Eguzki a formular su solicitud. Un informe que, por la luz que arroja sobre el caso, transcribimos a continuación:
“Esta Dirección [de Calidad Ambiental y Economía Circular del Gobierno Vasco] emitió en 2018 informe en relación a Plan Parcial de Ordenación Urbana de Zaldunborda. Tras visitar el emplazamiento y constatar la existencia de aproximadamente 2 ha de aliseda cantábrica (hábitat de interés comunitario (HIC) prioritario), que resultaría eliminada con el desarrollo del ámbito, y la coincidencia parcial con el corredor de enlace entre Aiako Harria y Jaizkibel, esta Dirección consideró la propuesta de restauración planteada insuficiente, solicitando una revisión de la ordenación propuesta para incrementar las zonas de espacios verdes que pudieran acoger las medidas correctoras y compensatorias, incluyendo el establecimiento de una zona verde en la franja occidental-noroccidental del sector, que refuerce el corredor entre Aiako Harria y Jaizkibel.
Tal y como muestran las series de fotografías aéreas, entre 2018 y 2019 se llevó a cabo la eliminación de toda la vegetación arbolada que existía en el ámbito.
Se considera imprescindible(no solo por el hecho de que se haya eliminado un HIC prioritario, sino también porque esto haya ocurrido en una zona identificada por las DOT [Directrices de Ordenación del Territorio] como corredor ecológico) que se implementen en la mayor brevedad medidas correctoras y compensatorias, dirigidas a garantizar una no pérdida neta de patrimonio natural. Se considera necesaria una compensación 1:2 detraido:restaurado, de modo que se compense no sólo la superficie de bosque eliminada, sino también su funcionalidad ecológica.
De acuerdo a la información recopilada en campo en 2018, la superficie de 91E0* [el hábitat] eliminada asciende a 2 ha, por lo que debería ser restaurada una superficie de bosque autóctono de al menos 4 ha. Para ello sería necesario redactar un proyecto de restauración, que se vinculara al desarrollo del ámbito. Dado que el impacto ya ha sido generado, se considera necesario que dicho proyecto de restauración sea aprobado y ejecutado en la mayor brevedad posible, sin esperar la larga tramitación que puede llevar la aprobación del PGOU”.
Advertimos que las negritas son del propio informe, que lleva fecha 18 noviembre de 2021.
Las infracciones ambientales no deben quedar impunes
En el informe queda claro que Medio Ambiente no había dado por bueno el Plan Parcial tal y como estaba y había solicitado una reordenación. Las obras, además, se iniciaron de manera ilegal, tal y como denunciamos colectivos ecologistas y ciudadanos agrupados en la plataforma Zaldunborda Gelditu! Así las cosas, desde Eguzki queremos denunciar la pasividad y permisividad de las administraciones ante estas actividades que atentan claramente contra el medio ambiente, incluso en un caso como este, que afecta a un hábitat de interés comunitario prioritario y considerado pieza importante de uno de los corredores ecológicos establecidos en las DOT. Además, la eliminación de la aliseda no se produjo en un lugar remoto, donde las actuaciones ilegales pudieran haber pasado más o menos desapercibidas, sino en un espacio que en esa época era foco de mucha atención mediática, en medio de denuncias de grupos ecologistas y asociaciones y personas de Hondarribia. Es decir, este atentado ecológico se podía y se debía haber evitado.
Por otro lado, no sabemos si el o los responsables de la eliminación ilegal de la aliseda están formalmente identificados. El informe no lo indica. Tampoco sabemos si alguna administración (Ayuntamiento, Diputación, Gobierno Vasco) ha abierto el pertinente expediente administrativo, ni si se procedió, si era necesario, a la calificación de la infracción (leve, grave o muy grave) según la normativa de aplicación.
Resulta imprescindible que la autoridad competente actúe, si no lo ha hecho, para evitar que cualquier infracción contra el medio ambiente quede impune. Existen indicios suficientes para considerar que la eliminación de este hábitat se encuentra entre las infracciones previstas en la Ley 33/2015 del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad. En consecuencia, se debería actuar imponiendo las sanciones que esta contempla.
En otras palabras, para los miembros de Eguzki, lo prioritario es poner en marcha el plan de restauración de esas cuatro hectáreas de bosque de ribera (ya han pasado tres años desde su eliminación, y el informe al que hemos aludido fue emitido hace nueve meses, por lo que ya estamos tardando), pero exigimos igualmente explicaciones sobre las cuestiones aquí planteadas y que se depuren responsabilidades.
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