No te conocí cuando naciste. No conocí la guerra fría entre el bloque capitalista y el bloque socialista. No conocí la caída del muro de Berlin, ni el desarrollo que tuviste posteriormente. Tampoco he conocido la paz, ni una situación en la que no hayas existido. No he conocido ningún referéndum, y por supuesto no pude votar hace 30 años si quería formar parte de tu estructura militar. No voté ni si ni no, y no he vuelto a votar.

No pude votar aquel 12 de marzo de 1986, pero sé que 931.367 personas de Hego Euskal Herria, el 62% de las votantes dijeron que no querían ser parte de la OTAN. También sé cual fue la postura de la mayoría de los partidos políticos, desde el “de entrada no” al “si”, pero también el “no a la OTAN, si a Euskal Herria”. Yo no lo viví, pero también sé que aquella victoria fue gracias a una conciencia antiimperialista, soberanista y de solidaridad, con un gran trabajo en todos los ámbitos: a nivel político, social, sindical y del movimiento popular. Y lo sé, porque las luchas por la justicia se transmiten en la memoria colectiva, y tenemos memoria.

No he sufrido tus guerras, pero sé que bajo la fachada humanitarista que vendes, destrozaste mediante bombardeos Yugoslavia, Irak, Afganistan y Libia. Y también conozco tus intervenciones semi-encubiertas en Siria y Ucrania. Y sé que además de apropiarte de los recursos naturales de los pueblos que invades, consigues aplastar cualquier movimiento que pone en cuestión tu hegemonía mundial, defendiendo el bloque capitalista, imperialista y heteropatriarcal.

No has bombardeado mi pueblo, ni he oído el sonido de las bombas que has lanzado, pero las he sentido cerca. Porque la solidaridad me lleva a sentir en lo mas hondo cualquier injusticia realizada contra cualquiera, en cualquier parte del mundo. Además, se que me obligas a ser cómplice te tus injusticias, ya que te entrenas aquí mismo, donde te dijeron que no hace 30 años. Entrenas bombardeando una reserva de la biosfera como son las Bardenas, ahí entrenan los militares turcos que después masacran a la población kurda que lucha por su liberación nacional, social y de genero.

Esas luchas que tanto te duelen, que les duelen a los poderosos a los que defiendes. Sé, además que has utilizado en ocasiones el argumento de la “liberación de las mujeres de la opresión”, en Afganistán por ejemplo, pero la realidad es que a raíz de tus intervenciones militares se intensifica la explotación sexual y la violencia sufrida por las mujeres, donde miembros de la OTAN han participado directamente en la trata de mujeres y niñas con las que se había traficado en las fronteras. Esas fronteras por las que pasan, tanto hoy como ayer, miles de desplazadas y refugiadas, la mayoría mujeres.

No pude votar hace 30 años, y no puedo hacerlo. También sé que la decisión tomada hace 30 años no fue respetada, y nos imponéis el polígono de tiro de las Bardenas. También sé que aún desapareciendo el bloque socialista, tu enemigo histórico, tú, lejos de desaparecer, te has afianzado como un agente político-militar de primer orden en la agenda imperialista mundial. Sé que tomas decisiones políticas, como lo hiciste en la cumbre de Newport (Gales) en 2014, al ser allí acordada la estrategia de contención y futura desactivación de las potencias emergentes. Para ello se apostó por aumentar el gasto militar, por crear una fuerza de despliegue rápida y, por si fuera poco, se acordó desarrollar las maniobras Trident Juncture que se realizaron a finales del 2015.

No, no pude votar aquel 12 de marzo de 1986, pero como hizo mi pueblo entonces, yo también, hoy como ayer te diría no. Vamos a materializar aquella decisión, porque tenemos memoria. Pero también porque tenemos un pueblo que sigue sintiendo en lo mas hondo cualquier injusticia realizando contra cualquiera, sea en Libia, Siria, Ucrania o Euskal Herria. Somos un pueblo en lucha, somos internacionalistas, y sabemos quien eres. Por eso seguimos diciéndote no.

 Gaur inoiz baino gehiago OTANi EZ, TTIPari EZ, Bai Euskal Herriari.

Gora Euskal Herria antinperialista!

OTANi EZ!

TTIPari EZ!