Los píes en el suelo con vistas a reducir la distancia

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Iratxe Sorzabal se encuentra en la cárcel madrileña de Estremera desde el pasado día 9 para cumplir una condena de 24 años y medio. Espera otros dos juicios. Sobre el presente ha hablado su amigo Imanol Arzuaga, 'Kima'.

Iratxe Sorzabal ha pasado siete años en la cárcel de Reau (Francia) desde su detención en Baigorri en septiembre de 2015. Ha cumplido esa condena impuesta en el Estado francés y se encuentra en la cárcel de Estremera (Madrid) desde el pasado día 9 para cumplir la condena del juicio al que fue sometido en febrero de este año en Madrid. Ese juicio es consecuencia de una euroorden. Aún le quedan por delante otros dos juicios.

En total, la Audiencia Nacional española cursó cuatro peticiones de euroórdenes contra Sorzabal, aunque una de ellas fue rechazada el año pasado por el Tribunal de Casación de París. Añadieron a la mesa las torturas sufridas por la irundarra y aseguraron que las únicas pruebas son las recibidas cuando estaba incomunicada y sometida a tortura, en las que se declaraba culpable.

Sorzabal, que en febrero estuvo en la Audiencia Nacional española declarando, comunicó que se autoinculpó debido a las torturas sufridas en los cinco días que estuvo incomunicada en el cuartel de Intxaurrondo en 2001: «Me inculpé a mí misma y a otros; con el infierno que estaba pasando no podía hacer otra cosa». La sentencia fue notificada a finales de febrero y condenada a 24 años y seis meses.

Recursos

La presa irundarra sabía que acababa la condena que estaba cumpliendo en el Estado francés el día 9 y que podía estar en un centro sin ser trasladada al Estado español del 9 al 19. En ese sentido, sus abogados recurrieron la petición de libertad condicional. Etxerat explicó que la solicitud fue rechazada.

Cuando publicaron la sentencia presentaron otro recurso, tal y como explica Imanol Arzuaga, Kima, miembro de Bidasoaldeko Iratxeren Lagunak y productor del documental Bi arnnas: «No esperamos que se aplique la doctrina de Atristain porque eso sería aceptar la tortura, incluso reconocer que la tortura ha sido sistemática. Al mismo tiempo, la aplicación de esta doctrina implicaría el reconocimiento de la posibilidad de disponer de un abogado de confianza por parte de los detenidos incomunicados». Añade que la sentencia de Sorzabal fue redactada pensando en no aplicar esta doctrina: "Hay líneas que ocultan que la sentencia no tiene nada que ver con la de Atristain para no aplicarla".

De Reau a Estremera

Muchos y muchas presas políticas vascas alejadas de casa han sido acercadas a Euskal Herria en los últimos años, y aunque el caso de Sorzabal no ha sido ese, creen que su presencia en el Estado español puede suponer un acercamiento. No obstante, Arzuaga afirma que Sorzabal tiene los píes en el suelo: "Sabemos que no se ha hecho ilusiones con la posibilidad de que la traigan enseguida, porque todavía la pueden tener en Madrid porque tiene otros dos juicios durante mucho tiempo".

El amigo de la presa afirma que las condiciones actuales son peores que las de las prisiones francesas, "sobre todo para los y las familiares". Tendrán que hacer menos kilómetros de viaje, pero las visitas eran mucho más largas antes.

Bi arnas, en el Zinemaldia

El pasado 22 de mayo tuvo lugar en el CC Amaia la presentación del documental Bi arnas. La creación se centra en partir de la huella que la tortura ha dejado en Sorzabal y su madre, Mari Nieves Díaz, y hablar de la tortura. El documental, que ya se ha podido ver en varias salas de Euskal Herria, está teniendo una influencia muy positiva, según ha explicado el miembro del grupo de apoyo de Sorzabal, ya que permite hablar de la tortura en general, "Y no sólo del caso de Iratxe". El audiovisual estará en el Festival de Cine de Donostia.

El productor dice que la gente se está quedando muy emocionada en las proyecciones. «Al final se produce un silencio fuerte. La gente lo necesitaba. Si no contamos ahora no contaremos nunca». Arzuaga ha explicado que algunos y algunas espectadoras se han acercado a ellos para confesar que ellos y ellas también habían vivido la tortura y ha recordado las de un testigo: "A mí también me pasó, pero como no me pegaron tanto, para mí no es tortura", dijo uno. «Y eso también es tortura. Hay un punto de silencio y vergüenza y hay que contar esto. Todavía es tabú».

En el Festival de Donostia se han programado dos sesiones, la primera para el día 22 (20:30 horas) y la segunda para el día 23 (20:00 horas), ambas en las salas Príncipe. Porque abre muchas puertas, Arzuaga cree que el del Festival de Donostia puede ser "un escaparate precioso". "Se percibe que estamos llegando a otro mundo". Además de en su entorno, tiene la impresión de que su voz se está extendiendo a otros lugares. Acto seguido, estarán en el Festival de Hazparne, donde, según han adelantado, tienen la oportunidad de estar en un festival francés. Siguiendo con las confirmaciones, el 12 de octubre estarán en Berlín con el trabajo, ofrecerán otras diez sesiones en Alemania, y otras tantas en Suiza.

No es la única obra que tendrá como eje la tortura en el Zinemaldia. También se proyectarán las Carpetas azules del oiartzuarra Ander Iriarte. El tema ha sido abordado desde una perspectiva diferente: "Todas las aportaciones son adicionales. Es importante que en el Zinemaldia haya dos películas sobre la tortura, ya que hasta ahora no ha ocurrido. Esto se debe a que poco a poco vamos ganando sensibilización con el tema".

Reportaje publicado originalmente en euskera en bidasoa.hitza.eus

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