El pasado mes de noviembre se celebró una charla organizada por Irungo Bildu a la que invitó a diversos colectivos que trabajan o tienen algo que decir sobre las ayudas sociales. Estuvieron presentes la plataforma a favor de los derechos sociales de Euskal Herria Elkartzen, la asociación Adiskidetuak, la plataforma de lucha contra la exclusión social y por los derechos sociales Berri Otxoak de Barakaldo y María del Río, Directora de prestaciones económicas de la Diputación de Gipuzkoa.
Con esta charla se trataba de romper «la brecha» que entienden que existe entre el Ayuntamiento y la calle en lo referente a la información y vivencias sobre el día a día de las consecuencias de esta llamada "crisis" y todo lo relacionado con las ayudas sociales, tratándo de ponerlas en el primer lugar del debate social. Con este objetivo se grabó en vídeo la charla que se puede ver más adelante.
La tan manoseada "crisis" ha llegado a ocupar un lugar preferente junto a la meteorología en las tan recurrentes conversaciones de ascensor. Así durante los últimos años, «hemos tenido que agregar a nuestro vocabulario palabras como “prima de riesgo”, “Troika”, todos los sinónimos de la palabra “rescate”» Ya sea crisis o ciclogénesis explosiva lo cierto es que «por encima de tanto término macroeconómico tenemos la realidad de las miles de familias que en cuestión de pocos años se han ido sumergiendo en la exclusión social» sumándose a las ya existentes. Dicen que las cifras no engañan, no creo que esta afirmación sea del todo cierta pero si sirven para orientarnos. Así las cifras nos dan a entender que la situación de nuestra ciudad tiende al abismo a una marcha firme y segura. Los datos de desempleo son clarificadores, las sensaciones en cuanto a destrucción de empleo son cristalinas y la búsqueda de soluciones por parte de las instituciones municipales son pólvora mojada.
A pesar de que el panorama parece ser de ciclogénesis más que explosiva nada hace pensar en la calle, en las conversaciones de ascensor que la cosa vaya tan mal. El hurto de información y una educación donde se prima lo individual frente a lo colectivo hace que vivamos las situaciones de falta de recursos, de deriva social y económica, individualmente y no colectivamente. La estigmatización del empobrecimiento y de la precariedad pesa y mucho. Sigue siendo vergonzante solicitar ayudas consideradas en el subconsciente colectivo para personas "pobres y marginadas" y se tratar de vivir estas situaciones de empobrecimiento y falta de recursos ocultándolas y no socializándolas.
Las cifras del propio Lanbide son claras, 1.408 familias de la comarca perciben la Renta de Garantía de Ingresos a fecha del mes pasado. Teniendo en cuenta que estas familias pueden estar compuestas por una persona o varias, hace que la cifra final de personas sea mayor de las 1.408 personas pudiendo llegar a duplicarse. El perfil de las personas preceptoras es de personas «mayores con pensiones muy bajas complementadas hasta el nivel de la RGI». El resto son personas sin empleo, ni prestación, ni ingresos de ningún tipo. Pero estas no son las únicas personas en situación de falta de recursos. En los últimos años los requisitos para acceder a estas ayudas han aumentado dejando fuera de estas a muchas personas que "dentro de su barómetro" no tienen derecho a percibirlas, su precariedad y su falta de recursos no son suficientes para que sean consideradas "pobres". «Por lo visto para ellos tener un trabajo digno, alimentar a nuestras familias y mantener una vivienda digna es vivir por encima de nuestras posibilidades. Nos exprimen al máximo y pretenden engañarnos con leyes “limosna”» denunciaba Bildu en la nota de prensa.
Poner límite a la pobreza. El umbral de pobreza
¿Dónde ponemos la línea que indique quién es pobre o no? Existen tantas fórmulas como propuestas políticas y económicas. En la charla hubo oportunidad de escuchar de la mano de Elkartzen cuál es uno de los barómetros más utilizados, el umbral de pobreza.
Desde Elkartzen se entiende que es importante delimitar el umbral de pobreza como paso importante para hacer frente a la pobreza y precarización pero no sólo es importante delimitarlo sino también el cómo delimitarlo. Esta delimitación es un buen comienzo, sin embargo, para esta plataforma no hay que olvidar situar la centralidad del capitalismo como culpable de la actual crisis. Una crisis que consideran sobre todo inherente al sistema. Un sistema, el capitalista basado en la explotación y precarización donde las instituciones juegan un papel importante en esta explotación y precarización a golpe de ley. Prácticamente desayunamos con una cada día.
Ya en 1998 la propia Organización Internacional del Trabajo (OIT) hablaba de crear procedimientos para marcar un nivel en los salarios mínimos que sirvieran para determinar el umbral de pobreza. Sin embargo, hay una falta de información en cuanto a los distintos modos de leer la pobreza por parte de las instituciones.
¿Qué es el umbral de la pobreza?
Se puede entender por umbral de pobreza «el nivel de ingreso mínimo necesario para adquirir un adecuado estándar de vida en un país dado» pero como la propia definición de pobreza, no parece que haya un consenso muy definido. Así su cálculo también esta sujeto a interpretaciones varias. Es tratado sobretodo como un dato estadístico establecido por diversas fórmulas matemáticas. Es el "umbral de pobreza" que tanto es mencionado en las encuestas de Instituto de Estadística en sus Encuestas de Condiciones de Vida y que saltan a las portadas de los medios de comunicación con titulares dedicados a la subida o bajada de personas que viven por debajo de este umbral de pobreza. Convirtiendo a las personas en la mayoría de los casos en meras cifras despojándolas de toda humanidad.
Elkartzen maneja otros parámetros para definir el umbral de pobreza. Así para esta plataforma hay que determinar el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), definido en por Wikipedia como «el salario mínimo es la remuneración establecida legalmente, para cada periodo laboral (hora, día o mes), que los empleadores deben pagar a sus trabajadores por sus labores». Para Elkartzen este SMI debe partir del Producto Interior Bruto (PIB, es decir, «una medida macroeconómica que expresa el valor monetario de la producción de bienes y servicios de un país durante un período determinado de tiempo (normalmente, un año)» o en definitiva es la riqueza desde un determinado territorio como forma más sencilla de entenderlo. Elkartzen plantea que una vez dividida esta riqueza por habitante el 50% de este PIB pase a ser el SMI y que este SMI fije en sí mismo el umbral de pobreza. Algo bastante alejado de las definiciones de gobiernos e instituciones.
Elkartzen recoge de diversos sindicatos europeos la propuesta de Salario Social. Este sería el cálculo del nivel de vida, del consumo, de donde se sacaría la cuantía que sería necesaria para que una persona pudiera vivir dignamente. Cálculo que estiman es el 37'5% del PIB. Dentro de su propuesta señalan que este 37,5% del PIB marcará el umbral de pobreza y que el 50% PIB marcará el SMI. Propuesta que se puede englobar entre las muchas que existen dentro de las propuestas de Rentas Básicas, pero este es otro debate que esperamos tratar en ocasiones venideras.
Entienden desde Elkartzen que aunque la definición no soluciona por sí solo el problema de la explotación y la precariedad si es un buen comienzo como mecanismo para el reparto de la riqueza de otra manera que la actual donde claramente podemos ver la gran desigualdad en el reparto. Tampoco habría que quedarse únicamente con esta propuesta sino que habría que modificar otras cosas como limitar el precio de la vivienda así como su alquiler, etc... Evidentemente este umbral de pobreza se tendría que tener en cuenta como límite para todas las prestaciones. Cabe comentar que las ayudas establecidas en la Comunidad Autónoma Vasca, la Renta de Garantía de Ingresos, está por debajo del umbral de pobreza, no ya el establecido por Elkartzen, que queda a años luz, sino por el propio Gobierno Vasco. Y esto no puede ser de otra manera pues el baremo para establecer la RGI es el SMI estatal que también permanece muy por debajo del umbral de la pobreza.
Este mecanismo, en opinión de Elkartzen serviría para asegurar una dignidad mínima para todas las personas así como garantizar condiciones laborales más dignas. Sería un mecanismo que haría frente a la explotación, los recortes laborales y sociales dejando sujeta la distribución de la riqueza y como se genera esta riqueza a la parte de la producción que nos pertenecería a todas. Otra de las cosas que mejoraría sería la casuística de todas las prestaciones sociales. Esto siempre que se establecieran leyes donde la única obligación para ser recibida una ayuda fuera precisamente que tuviera como condición el calculo del umbral de pobreza. En definitiva rebajaría las diferencias sociales y se convertiría en un mecanismo de reparto de la riqueza.
Elkartzen estableció como umbral de la pobreza para el pasado año 2012 963 euros por persona partiendo de un SMI de 1150 euros por persona. Decir que a la espera de los cambios que se pudieran producir con el nuevo cambio en Lakua la Renta de Garantía de Ingresos es de 612,41€ para una persona. Los datos arrojaban, según Elkartzen que una de cada tres personas vive por debajo de estos ingresos en Euskal Herria. No ven el umbral de pobreza desde Elkartzen como un número en sí mismo sino un porcentaje de la producción. Si quieren recalcar que hay que diferenciar entre el derecho a una prestación social (RGI, ..) y el derecho a vivir dignamente con unos ingresos dignos dado que como personas trabajadoras lo producimos. Y que nuestra pobreza no es ajena a la riqueza dado que son un 80% de personas las que viven debajo de este umbral de pobreza.
La cara de una realizad sangrante
La asociación Adizkidetuak bien sabe cual es la cara de la falta de recursos de las personas, no sólo migrantes sino locales. Igualmente no es desconocido para ellas el mal funcionamiento de instituciones como Lanbide, con denegaciones y sangrantes retrasos.
El trabajo de Adiskidetuak se compone de cuatro áreas de intervención. Una asesoría jurídica en la cual informan, orientan y asesoran legal y gratuitamente a todas las personas que acuden a la asociación, no sólo personas migrantes si no también personas de aquí. Un servicio de inserción socio-laboral, donde realizan una entrevista de acogida y derivan a las personas a los principales recursos de la comarca ya sea en el área laboral y/o social. También tienen un servicio de suministro de alimentos y ropa para personas en dificultad económica. Han detectado un importante aumento de las personas receptoras de este servicio debido a la denegación de las ayudas por parte de Lanbide. Ante estas denegaciones por parte del Servicio Vasco de Empleo desde Adiskidetuak se han visto obligadas a una fase de judicialización, teniendo que presentar una serie de recursos judiciales ante diversos casos de denegación. Sin embargo, desgraciadamente no están teniendo respuesta favorable en algunos de ellos. La mayor dificultad está en el tema del empadronamiento y la dificultad para conseguirlo las personas migrantes, así la mayoría de estas personas se encuentran sin empadronar impidiéndoles esta situación acceder a las ayudas. Esto sumado al nuevo requisito de empadronamiento de estar tres años empadronado en la Comunidad Autónoma Vasca frente al año de empadronamiento de la anterior ley. De esta manera aún pudiendo estar una persona empadronada, con la dificultad que esto conlleva, tiene que esperar tres años para conseguir la Renta de Garantía de Ingresos (RGI). Eso si cumple los demás requisitos que también han ido aumentando a lo largo de estos años.
La denegación de las ayudas no es el único motivo por el que se están presentando recursos, la demora en el pago es otro motivo importante. Constatan desde Adiskidetuak que hay personas que aun habiéndoles concedida las ayudas están tardando más de cinco meses en comenzar a pagarlas. No hay que olvidar que muchas de las personas que solicitan las ayudas lo hacen tarde por la falta de información, es decir, cuando han agotado los ahorros y llevan tiempo sin ingresos por lo que está demora resulta un infierno importante. Además denuncian desde Adiskidetuak como Lanbide no da una respuesta clara y rebota a las personas de una institución a otra mareándolas de un lado a otro alargando la agonía de una falta de solución y sobretodo de una falta latente de recursos.
Con la coyuntura actual las personas que solicitan alimentos ha aumentado, calificándola desde Adiskidetuak como de avalancha. Son ya ochenta las familias que desde Adiskidetuak son ayudadas con alimentos. Son sólo las personas que se acercan a Adiskidetuak ya que son muchas más familias las que se benefician de los alimentos del Banco de Alimentos desde otras asociaciones y ONG's.
El migrante pobre como chivo expiatorio
Revisando los datos de población inmigrante facilitados por el por el Ayuntamiento de Irun podemos ver como los prejuicios no se corresponden a la realidad y son meras interpretaciones subjetivas arrojadizas. La población inmigrante en Irun es sólo del 8'53% de la población total, 5.251 personas según datos del año 2011[7]. En el desglose por países de origen podemos constatar como ejemplo que si bien el mayor número corresponde a la población rumana con un 10,01% es seguida de cerca por la portuguesa con un 9,78%, un país de la propia UE. También es destacable el alto porcentaje de personas de origen francés con casi un 5%. Al final queda demostrado que el verdadero factor que inflama el racismo y la xenofobia, ya sea soterrado o manifiesto, es la pobreza, tanto la de la persona que tenemos al lado como la nuestra propia. Es lo que se denomina como peniafobia o miedo irracional y enfermizo a la pobreza. Una más para una sociedad enferma.
20 años informando y luchando contra la exclusión social y por los derechos sociales
Si alguien sabe de visualizar realidades y denunciarlas son las gentes de la plataforma Berri Otxoak de Barakaldo. Llevan veinte años luchando con una poderosa arma, la información complementada con la denuncia social en la calle. Disponen desde hace quince años de una oficina de información donde todos los lunes por la mañana informan y asesoran sobre las diferentes ayudas, tanto municipales como en el ámbito de la CAV. Como plataforma realizan una importante labor de denuncia con acciones de calle tanto ellas solas como implicando e implicándose en diferentes sumas de personas y colectivos.
Un dato importante a destacar es que alrededor del 90% de las personas que forman parte de la plataforma son personas afectadas por «los desequilibrios económicos». La oficina surge cuando viéndose diferentes personas que iban a pedir o informarse de lo que entonces se denominaba IMI [2] y AES [3] comprobaban que «era un verdadero lodazal» y había una flagrante falta de información. De la puesta en común de sus experiencias se dieron cuenta que «cada uno iba contando unas y que eran totalmente opuestas a las que contaba otro». Se dan cuenta que es «un mundo muy opaco de información» y es necesario hacer algo para tratar de cambiar la situación. Es entonces cuando constatando la falta de información y empujados por la premura de una situación de una reconversión muy fuerte en la margen izquierda ven la necesidad de poner en marcha la oficina con el fin de dar a conocer el proceso para solicitar y cobrar las ayudas existentes. La tarea no fue fácil pues desde las instituciones, ni desde el gobierno ni la misma oposición, no podían decirles nada claro. Sin embargo, recopilaron durante varios meses información y se pusieron en marcha. Nada mejor para ello que fueran las propias personas afectadas que han pasado por el calvario de tratar de solicitar en las diferentes instituciones la información de las diversa ayudas las que informaran a las demás. La oficina permite una relación de retroalimentación donde no sólo se daba información sino que de la misma forma se recogía. Esto les permitía acercarse a la realidad del pueblo. Les permitía, por ejemplo, denunciar y desmontar las informaciones del ayuntamiento sobre las personas que habían recibido las ayudas, una complacencia institucional en el número de ayudas concedidas que no se correspondía con la realidad de un pueblo inmerso en una feroz reconversión y que desconocía de forma generalizada cuales eran tanto las ayudas existentes como sus requisitos para solicitarlas y cobrarlas.
La persona que al final solicitaba las ayudas se encontraba (y se encuentra) con una serie de filtros y muros, desde la trabajadora social de base "hasta las más altas instancias" algo que buscaba (y busca) que la persona desistiera y abandonara el proceso de solicitud. Desde la oficina se trata de apoyar a la persona a que culmine satisfactoriamente esta "carrera de obstáculos". Desde la plataforma ponían y ponen a disposición su total apoyo y recursos a esa persona si esta quiere llevar su caso adelante y quiere protestar. Siempre ha de ser la persona afectada la que tiene que ser la protagonista, la que tiene que ser «ese rostro de exclusión o desprotección social», no quedándose sólo en la oficina sino haciendo presión y acción social en la calle para acelerar los tramites para recibirlas. Algo que se consiguió mejorar durante un tiempo pero que debido a esta "crisis/estafa" las instituciones destinan menos dineros a las ayudas y «hace que otra vez se pongan más barreras y se empiece a alargar en el tiempo»
La ruptura de la estigmatización de las personas preceptoras de las ayudas es otra de las peleas que se plantean desde la oficina, visualizando que no es un problema personal de la persona sin recursos y mucho menos debe culpabilizarse de su situación sino que «detrás de estas situaciones hay muchos responsables» dejando claro que cuando una persona va a solicitar una ayuda no le están dando un premio sino que está ejerciendo un derecho. Una de las reivindicaciones y peleas de la plataforma es intentar que estas ayudas dejen de depender de los servicios sociales y «de las técnicas de control, seguimiento e intromisión de la vida privada y de las prácticas que conlleva». Es decir, en "roman paladino" que se deje de fiscalizar las vidas de las personas que piden las ayudas. Se ha dado casos de control total como comentan desde la plataforma donde los municipales han estado «buscando si tienes pareja o no, si la chica o el chico con el que estás es tu novio o no». Una forma de que no sucediera esto es que se universalicen y para ello desde Berri Otxoak se propone una Renta Universal, Incondicional e Individual como proceso final, pero como ya comenté este es otro debate. Si bien tienen claro que este es un camino lento y largo y que ahora lo que les interesa es la lucha diaria, informar a la gente como importante herramienta de concienciación y lucha. La información produce un empoderamiento que se da en lo colectivo, como grupo y también como persona individual tanto es así que el hecho de estar informada hace que exijas tus derechos, por ejemplo, a la hora de solicitar las ayudas y no te puedan ocultar información o derechos.
Dos patas de un mismo banco
Los datos son apabullantes, en los 15 años de oficina han pasado por ella 5.251 familias y sólo en el curso pasado 671 personas. Como ya se ha venido comentando la oficina de información es una de las patas siendo las acciones, muchas de ellas relacionadas con los casos que llegan de la propia oficina. Uno de los primeros casos, allá por 1997, fue el desahucio de una mujer, algo que como vemos no es algo únicamente de ahora. Lo que hicieron fue no solamente asesorar a esta mujer sino ponerse delante de la sucursal del banco con la pancarta junto a ella consiguiendo que se paralizara el desahucio. Este fue además de uno de los primeros casos uno de los más importantes ya que se dieron cuenta «que se podían cambiar las cosas». Siempre dando importancia a que la persona que va a la oficina no les vea como una mera «asistencia» sino que entienda que desde la oficina se le va a dar «cobertura que se denuncia la situación y cobertura para que pueda conseguir un cambio». Recalcar que es posible y como recalcan «muy pocas personas hemos conseguido cambios a través de conocer la realidad de las ayudas» de primera mano ya que las mismas personas que están en el grupo las perciben. Todo ello poco a poco, sin prisa pero sin pausa alguna.
Esta labor de información y denuncia ha llevado a constatar que se han conseguido cosas en Barakaldo que no se conseguido en otros pueblos de Bizkaia. Algo importante en estas acciones de denuncia es no realizarlas solas y buscar la implicación de otros agentes sociales como, por ejemplo, los sindicatos u otros colectivos del pueblo. Desde su experiencia se pueden conseguir cosas siempre que se concrete la denuncia y la pongas delante de las cámaras siempre sin olvidar que detrás hay un mensaje que se preocupan que llegue a todos los medios de comunicación. Son acciones en ocasiones espectaculares y llamativas y otras veces no tanto y aunque es cierto que la lucha se la toman con calma el ritmo de las acciones en estos momentos de agresiones constantes a las personas trabajadoras, precarizadas y sin recursos hace que su ritmo de denuncias sea alto. Entre los "puntos de mira" de estas acciones podemos ver desde el Gobierno Vasco, Diputación de Bizkaia, ayuntamientos así como multinacionales y bancos. Desde luego Berri Otxoak nos viene demostrando desde hace veinte años que se puede y que entre pocas personas se puede conseguir. ¿Qué sería si fuéramos muchas más?
Desde dentro
En la charla tuvimos la ocasión de saber más de lo que desde una institución como la diputación de Gipuzkoa se está realizando. No es fácil conocer la información desde dentro, normalmente es la callada o las informaciones a medias lo que suele primar. El cambio en el nuevo puente de mando de la Diputación parece reflejarse en un cambio de aptitud. Y que dure pues se les va a exigir mucho.
Todo hecho tiene consecuencias. El hecho es el desconocimiento de las prestaciones y ayudas sociales y la consecuencia que de esto se deriva es en boca de María, Directora de dichas prestaciones en la Diputación, los alarmantes procesos de criminalización que se están viendo en las personas preceptoras de estas ayudas. Una forma de combatirlo es ser conscientes que los derechos sociales y económicos son de todas las personas y por supuesto nuestros.
Tras los recortes que se dan en la RGI, sobre todo a partir del traspaso de estas ayudas a Lanbide, la Diputación pone en marcha en junio del año pasado la llamada Ayuda de Garantía de Ingresos (AGI). Con este traspaso la gestión de la RGI y otras ayudas ya no corresponde a la Diputación como hasta entonces. Además se endurecen los requerimientos para su concesión como por ejemplo el paso de uno a tres años de empadronamiento en la CAV. Esto deja fuera de las ayudas a un número importante de personas. Con el fin de incorporar a estas personas la AGI, que si bien mantiene la mayoría de los requisitos de la Renta de Garantía de Ingresos, rebaja los tres años de empadronamiento a sólo seis meses pudiendo percibirse esta ayuda hasta que se pueda cumplimentar los requisitos de la RGI para cobrar esta. Con la implementación de esta ayuda han desaparecido otras ayudas que concedía la Diputación, algunas de ellas de menor cuantía que la AGI, pasando a cobrar esta ayuda todas las personas que las percibían.
En noviembre del año pasado eran 287 personas en Gipuzkoa las que percibían esta ayuda, de las cuales 10 eran de Irun. La tramitación de la AGI aun siendo una ayuda de la Diputación es tramitada desde los ayuntamiento. El ayuntamiento de Irun no ha sido uno de los más entusiastas a la hora de tramitar esta ayuda gestionada en última instancia, como ya se ha comentado, desde la Diputación. Hasta aquí podemos leer por el momento.
Dentro de la Diputación se está trabajando en una Ponencia sobre la Pobreza y la Exclusión dentro de la cual lo más interesante puede estar en la apuesta por una Renta Básica Ciudadanía como así la llaman. Con esta propuesta de Renta Básica se pretende superar las ayudas condicionadas. Algunas nos parece que ya están tardando pero como dice el proverbio un largo camino empieza por un primer paso.
A la espera de pasos quedamos en Irun. Unos pasos que debemos de dar entre todas, informándonos e informando, denunciando y visualizando las situaciones de falta de recursos e injusticia y debemos hacerlo buscando sumar y no restar, respetando las situaciones, ritmos y vivencias personales de cada persona. Si se puede, si es posible aunque nadie dice que sea fácil.
Boletín sobre ayudas sociales editado por Irungo Bildu: Castellano, Euskara
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