Dentro de la jornada de huelga general los sindicatos habían convocado una manifestación para la tarde por las calles de Irun. Se reunieron medio millar de personas para dar por concluida la jornada de huelga si bien como se pedía desde el acto final esta huelga no es más que un primer paso y que la lucha ha de ser diaria y cotidiana y no quedar en un jornada como la de ayer. Es el momento de comenzar con el trabajo de impulsar de la Carta de Derechos Sociales en Irun. 

A modo de reflexión

Algo que ha constituido una novedad en la jornada de ayer es la presencia de la iniciativa Herri Ziztadak en las calles y más concretamente en la manifestación de la mañana. Si de reflexión se trata habría que destacar la diferencia entre una manifestación, la de la mañana y otra, la de la tarde. Así la de la mañana con un considerable menor número de personas se llevó a cabo en un ambiente más festivo, colorido y sobre todo más combativo, con una parodia que reflejaba la esclavitud en la que la clase trabajadora se ve abocada por este sistema capitalista o los diferentes textos leídos en puntos diferentes de la ciudad señalando una serie de entidades y empresas culpables de la actual situación, como transnacionales, entidades financieras o la denuncia de las políticas sociales del Ayuntamiento de Irun. Por contra la de la tarde a pesar de juntarse medio millar de personas se vivió en un ambiente frío y cuando no gris, donde las consignas brillaron por su ausencia. "Es una mani, no un paseo" trataba de indicar un reducido grupo dentro de la propia manifestación. Sinceramente se me escapa los motivos de esta diferencia. 

Tal vez, y buscando la crítica en positivo, una de las circunstancias que podemos intuir es una falta de conexión los sindicatos con los movimientos sociales por una parte (no todos) y otra con la ciudadanía en general (aquí si que todos). Algo que se puede visualizar con la escasa repercusión que tuvo la jornada de huelga en diversos sectores de la ciudad. También es cierto que en reparto de fuerzas en cuanto a ese llamado cuarto poder (poder de los poderosos), los medios de comunicación, el desequilibrio es enorme y la información tan sólo de los motivos de dicha jornada de huelga es ninguneada y reducida a niveles que es difícil discernir dichos motivos para el común de los mortales, cuando no se disfraza, manipula o directamente se lanzan discursos contra dichos motivos y la propia jornada. Poner todas las cartas en el tema comunicativo en los medios de comunicación de masas es como tratar de tumbar un elefante con un alfiler. Es imprescindible recuperar viejas redes colectivas, como las asambleas, los centros de trabajo o de ocio, haciendo una labor de termita, tratando de carcomer el sistema desde la base, compartiendo. Además del uso de las nuevas redes virtuales que se les pueda dar. El elefante seguirá siendo un elefante pero puede que el alfiler crezca.

Continuando con la sinceridad no es menos cierto que no hay mayor ciego que el que no quiere ver. Y en estas está una parte importante de la población. El shock ante una situación de emergencia social como la que nos encontramos nos puede llevar a muchas situaciones. Destacaría tres. La primara la que ya hemos comentado la de bloqueo, de no querer ver, la apuesta por la ignorancia. La segunda la de ser consciente de lo que pasa y producirte una situación de miedo y frustración que te lleva a permanecer inmóvil. Y una tercera que siendo consciente de la situación y las dificultades, esto mismo te espolea para lanzarte a luchar por cambiar primeramente dándote cuenta de los culpables de esta situación y señalándolos y comenzar con la necesidad de colectivamente buscar una salida y una alternativa a este sistema. Algunas asumiendo nuestras carencias y limitaciones hemos optado por esta última y nos hemos reunido en torno a la iniciativa colectiva, al movimiento conjunto, a la coordinación de estas iniciativas y movimientos como método de avanzar y pelear juntas. Hemos apostado por Herri Ziztadak y paso a paso vamos sentando cátedra aunque esta sea tan etérea como que cada movilización es diferente, cada momento diría yo, pero que cada movilización nos lleva a otra y así en continúo movimiento. Tal vez debamos mejorar la reflexión en marcha, es decir reflexionar desde la movilización, en paralelo. Ya se verá. Lo que es importante es que estemos el mayor número de colectivos y agentes sociales en ese tejer enredos que es Herri Ziztadak y las movilizaciones que se lleven a cabo.

Como se comentaba al principio es el momento de impulsar la Carta de Derechos Sociales, haciéndola llegar a el mayor número de personas con movilizaciones, con charlas en los comercios, en los puestos de trabajo allá donde podamos y nos dejen. En definitiva la lucha continúa y las soluciones están en nuestras manos.