Ayer llegó la noticia de tu partida. Unos días antes nos habíamos saludado, donde sino, en Mosku. Yo camino de San Juan y tú en la puerta del Eskina. Cuantas horas hemos metido en ese bar, en los bares de Mosku. Cuantas horas hemos metido en esa plaza, la misma que unos días amábamos y otros odiábamos. Cuantas horas de charlas, de debates, de momentos de creatividad han surgido en esa petrilla de presente incierto.

Cuando subía ensimismado por el comienzo de la Calle San Martzial escuchó dos estribillos que ya sólo tú cantabas, y todo hay que decirlo, que te sabías mejor que éste que los escribió en su día y tuvo la osadía de cantar. Esa "matanza caníbal en una sagardotegi para celebrar que ha ganado Retegi" y esas "amigas del cuchillo cebollero".

Nos conocimos gracias a la radio libre que hoy da nombre a este nuevo proyecto comunicativo. Cuantos recuerdos. Que me dices de esas Fiestas de la Primavera. Y de esos días de Santo Tomás donde realizábamos un simulacro de emisión pirata en la plaza amenizándola con villancicos como el de MCD. ¡Cómo nos miraban! y es que debimos rayar aquel single de tanto ponerlo. Para un imberbe e inocente joven que acababa de llegar me parecía que como poco nos iban a linchar. Y casi lo hacen en unos ensayos cuando os plantasteis en el suelo de la carretera entre la petrilla y el Depor al paso de un ensayo de la "tropa". Recuerdo esas pancartas de Alarde Militarista y Sexista o algo por el estilo, mi memoria no es del todo fiable. Y ya ves, al cabo de los años, vuelta al lío, las que luego algunaas serian las "chicas del cuchillo cebollero" no se les ocurrió otra cosa que cambiar el acto militarista y sexista desde dentro, los linchamientos sociales y la violencia no faltaron, y quien nos lo iba a decir allí que estuvimos en los primeros años. Yo entonces ya entonces fui insumiso y todavía lo sigo siendo.

Cuantos momentos de lucha. Momentos gratos y momentos ingratos. Como lo fue el cierre de de la radio en un fin de semana reivindicativo que quedo en la tristeza de la impotencia. Impotencia que también se trasladaba a la imposibilidad de conseguir un gaztetxe por el que tanto se peleo. No sé si tanta impotencia, algo que esta "mierda de ciudad" produce en muchas más ocasiones que las que desearíamos, os llevo a dejar el pueblo y dar todo lo que aquí no se valoraba en Azkoiti-Azpeiti. En parte allí fuimos todas. Siempre que nos llamabais y nos necesitabais allí nos íbamos. En un principio con esos pedazo de conciertos de EKIN! y Kanka en el gaztetxe de Azkoiti y después con Komando Tripontxi. Poco importaba, ya fuera un viernes, un sábado o un martes que allí nos plantábamos en el gaztetxe o en Matarixe para "celebrar que había ganado Retegi". También tuvimos algunos momentos un tanto surrealistas, yo al menos así los recuerdo, como el concierto por los presos insumisos un mediodía de Nochevieja en un lateral de la cárcel de Martutene subidos en un camión con Alaitz eta Maider. Menuda mezcla que hacíamos, eso debieron entender pues recuerdo que nos tiraron piedras desde dentro. ¿Cómo podíamos el Komando Tripontxi competir con Alaitz eta Maider? Vamos, las bellas y las bestias.

Por cierto todavía conservo como un tesoro de incalculable valor la camiseta del Komando Tripontxi que nos hiciste así como el parche que llevo.

Una pena que no me pillara en buen momento tu vuelta con Sektor Mierda y no pudiera veros. Si te estuve viendo y escuchando tu poesía en Lakaxita este invierno. Como un colega diría vomitando lo que tenemos dentro. Porque para escribir no es necesario ser "profesionales", porque escribimos "por el grito que nos ahoga, por la asfixia que nos llega los pulmones (...)" escribimos "por la tinta que confundimos con nuestras venas, (...) escribiendo siempre a punto de estallar"

Otro poeta escribió:
 
"La vida sigue su curso, un tiempo cruel y extraña, implacable y hermosa, alargando el pasado encogiendo el presente, repartiendo futuros inevitables, juntando y separando gente."

Hoy es el futuro y siempre te buscaremos en la petrilla para celebrar con las chicas del cuchillo cebollero y la chica del compresor que ha ganado Retegi . ¡Hasta lueguito, Karlos!